En una carta dirigida a los niños de la diócesis con motivo de la Jornada
de la Infancia Misionera que se celebrará este domingo, 26 de enero, el
Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, explica que se trata de
"una de las cuatro grandes obras que la Iglesia tiene para ayudar a los
misioneros" y que para él "es una preciosa oportunidad para dirigirme
a todos vosotros, los niños de nuestra archidiócesis, y recordaros que no dejéis de rezar por los niños que viven
en tierras de misión, en países lejanos, y también por tantos niños que están
cerca de vosotros y que no conocen a Jesús, o se han olvidado de Él, para que
todos le conozcan, cada día más y mejor, y sobre todo le quieran".
Les explica que "hay todavía muchos niños en el mundo que no saben
nada de Jesús, de la Virgen María, o de la Iglesia. Y muchos de los que lo
conocen no tienen la posibilidad de ir a Misa cada semana, o no tienen
Catecismos o Biblias para poder ir a catequesis y aprender bien a ser
cristianos. Infancia Misionera tiene el
encargo del Papa de ayudar a todos esos niños, a través de los misioneros,
para que ellos también puedan amar a Jesús y seguirle con alegría".
"Esta Obra Pontificia sabe que vosotros, los niños y niñas cristianos
que tenéis facilidad para vivir vuestra fe en las familias, los colegios y las
parroquias, podéis hacer mucho por todos ellos, lo cual está muy bien resumido
en el lema elegido por Infancia Misionera para la Jornada de este año 2014: ‘Los niños ayudan a los niños'. Sí,
todos vosotros podéis ser una grandísima ayuda para todos esos niños que no
conocen todavía a Jesús, o tienen dificultades para vivir como buenos
cristianos. Y podéis empezar por algo muy sencillo, y muy eficaz, como es la
oración. Si cada uno de vosotros se compromete a rezar un Avemaría o un
Padrenuestro cada día por ellos, estaréis siendo un gran apoyo para los
misioneros que están extendidos por todo el mundo para llevarles a Jesús. Más
aún, estaréis siendo ya vosotros mismos verdaderos misioneros. ¡Fíjate qué
fácil! Una breve y sencilla oración, hecha con perseverancia, puede ser una
gran ayuda", asegura.
"También se os pide una limosna, aunque sea pequeña, pero siendo
siempre grande el amor con que lo hacéis: ser capaces de renunciar a un
capricho pensando que así podréis ayudar a que los misioneros mantengan tantas
obras de caridad, de educación, de sanidad, de formación para todos esos niños,
y sus familias. Alguno puede pensar que es una minucia, pero cuando todos
ponemos un poquito, ¡hacemos grandes cosas!".
Recuerda el lema de la Jornada, ‘Los niños ayudan a los niños', afirmando
que "así tiene que ser, y el primero que nos lo enseña es el mismo Jesús.
Él es el primero que ayuda, y lo hace de tal modo que no hay ni un instante en
que no nos ayude, a todos y a cada uno, con nuestro propio nombre. ¡Él siempre
está con nosotros!". Jesús "es el primero en ayudar, y siempre
tenemos que aprender de Él. Y Él es el primer misionero". "El lema de
la Jornada de la Infancia Misionera de este año, señala, es un recordatorio de
que vosotros, los niños de Madrid, sois también misioneros sin necesidad de
iros a países lejanos, porque en realidad estaréis allí, pues los misioneros
por los que rezáis os llevan en su corazón; y los acompañaréis en todas sus
ocupaciones y trabajos. Y sois misioneros también porque en Madrid, en nuestros
pueblos y barrios, os preocupáis de vuestros compañeros y amigos que se han
olvidado de Jesús". "Seguro que vais a ser una gran ayuda para que
descubran la alegría de ser amigos de Jesús".
"Me da mucha alegría, afirma, que Jesús pueda contar con vosotros para
ser verdaderos misioneros suyos y llevar a los demás niños la Buena Noticia de
que Él es nuestro Amigo y está siempre con nosotros. Y le pido, con la
intercesión la Virgen, Nuestra Señora de la Almudena, que os bendiga a todos
vosotros, y también a vuestras familias, y a vuestros amigos", concluye.
Por su parte, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, subraya en su
pastoral para este día que "Jesús nos lo ha dado todo no porque lo
mereciéramos sino porque nos ama. Para ayudar a los demás hemos de amarlos y
comprender que los bienes materiales y espirituales que tenemos, los hemos
recibido gratuitamente y que estamos llamados a compartirlos sobre todo con los
más necesitados. No podéis sentiros solamente beneficiarios sino protagonistas
responsables de esta inquietud y preocupación, sabiendo que los demás necesitan
nuestro amor y nuestra alegría".
"Un año más", les dice monseñor Barrio a los niños, " me
alegra escribiros con este motivo". Y aprovecha para contarles la historia
de una niña que "paseando por un jardín vio a una mariposa enredada en una
tela de araña. La niña con mucho cuidado fue quitando la tela de araña en la
que estaba prisionera la mariposa y ésta pudo seguir volando. También hay
muchos niños enredados en la tela de araña del hambre, de la pobreza extrema,
de la falta de formación por no poder estudiar, de la enfermedad por no poder
tener cuidados sanitarios y de tantas necesidades materiales y espirituales.
Los niños tenéis una sensibilidad especial para ir quitando esa telaraña y
posibilitar que todos los niños puedan desarrollarse física y
espiritualmente".
Monseñor Barrio les dice a los niños que "vosotros podéis ofrecer
respuestas a estas necesidades a través de vuestra generosidad y de la fuerza
del sacrificio y de la oración, contribuyendo a cambiar situaciones que están
sufriendo tantos niños y niñas en nuestros días y en tantos países. No olvidéis
que podéis ayudar a los demás, igual que aquel niño que ofreció a Jesús los
cinco panes y los dos peces para que se realizase el milagro. Hay muchos niños
en el mundo que confían en vuestra ayuda material y en vuestra oración. Sé que
sois generosos, y estoy seguro de que vuestra respuesta será también muy
generosa. Somos la gran familia de los hijos de Dios".
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