30 luglio 2013

Central Java, giovani cristiani e musulmani uniti per promuovere armonia e tolleranza

di Mathias Hariyadi

I due gruppi si sono incontrati in una moschea e hanno condiviso l'iftar, la cena che rompe il tradizionale digiuno durante il Ramadan. Cattolici, protestanti e musulmani hanno recitato poemi e canti, volti a “rafforzare lo spirito interconfessionale”. Nel ricordo dell’ex presidente Gus Dur rilanciano il valore del pluralismo e del dialogo.

Jakarta - Rafforzare la morale fra i giovani cattolici e i loro precettori, promuovere il rispetto e la difesa di valori essenziali per la vita del Paese come la "tolleranza e lo spirito di rispetto e amore verso i coetanei musulmani". È quanto ha sottolineato ad AsiaNews p. Johannes Vidi Wahyudi Pr, commentando l'incontro fra ragazzi e ragazze cristiani - cattolici e protestanti - e musulmani, che si è tenuto il 28 luglio scorso in una moschea del villaggio di Kembaran, nella reggenza di Banyumas, provincia dello Java centrale. La giornata si inserisce nel contesto delle iniziative di carattere interconfessionale, che guardano in particolare ai giovani indonesiani per la costruzione di un futuro migliore di pace, amore e giustizia.
P. Johannes è sacerdote della parrocchia di San Giovanni Maria Vianney, reggenza di Kebumen, nella diocesi di Purwokerto. Egli ha guidato una delegazione di 32 giovani cattolici e i loro insegnanti in una moschea del villaggio di Kembaran, dove ad attenderli erano già presenti - assieme ai giovani musulmani - gruppi di varie denominazioni cristiane. A promuovere l'evento l'organizzazione islamica INDIP, membro del movimento interconfessionale "GusDurian" che ha fra i suoi obiettivi la promozione di rapporti di amicizia fra ragazzi delle due principali religioni. Esso si ispira all'ex presidente indonesiano Abdurrahman Wahid, meglio noto col soprannome di Gus Dur, vera e propria icona della laicità dello Stato e del dialogo interreligioso.
Durante l'incontro, cristiani e musulmani hanno recitato poemi e canti volti a rafforzare lo "spirito interconfessionale" della nazione, assieme al "pluralismo" base fondante di uno "Stato multietnico chiamato Indonesia". Un evento che anticipa le celebrazioni del 17 agosto, giorno in cui ricorre la Festa di Indipendenza. Al termine della giornata, all'interno della moschea si è tenuta la tradizionale cena che rompe il digiuno islamico nel mese sacro di Ramadan.
Commentando l'iniziativa, i giovani musulmani non hanno nascosto gioia e soddisfazione e auspicano che simili incontri - di natura "interconfessionale" - si possano ripetere anche nell'immediato futuro. Apprezzamento manifestato anche da mons. Julianus Sunarka Sj, vescovo di Purwokerto, che chiede "a breve" altri forum interreligiosi.
In Indonesia, nazione musulmana più popolosa al mondo, i cattolici sono una piccola minoranza composta da circa sette milioni di persone, pari al 3% circa della popolazione totale. Nella sola arcidiocesi di Jakarta, i fedeli raggiungono il 3,6% della popolazione. La Costituzione sancisce la libertà religiosa, tuttavia la comunità è vittima di episodi di violenze e abusi, soprattutto nelle aree in cui è più radicata la visione estremista dell'islam, come ad Aceh. Essi sono una parte attiva nella società e contribuiscono allo sviluppo della nazione o all'opera di aiuti durante le emergenze, come avvenuto per in occasione della devastante alluvione del gennaio scorso. 


LECTIO DIVINA, Dom XVII, Ciclo ‘C’ (Lc 12, 13-21)

Juan José Bartolomé, sdb

En una ocasión, un desconocido buscó apoyo en Jesús para resolver una disputa familiar en torno a su herencia. Esta es una prueba de la autoridad que tenía su predicación y cómo se sentían cuestionados quienes lo escuchaban. El texto nos puede parecer una anécdota sin importancia. Estamos tan acostumbrados a ver cómo se dividen las familias por la herencias que este caso puede ser uno más de los muchos que conocemos. Pareciera lógico que Jesús no se pronunciara en asuntos íntimos, porque nosotros todos los días oímos esas disputas entre hermanos y no nos involucramos. Él no entró en la discusión, pero aprovechó la oportunidad para enseñar a todos sus oyentes cómo se tienen que utilizar los bienes y con qué criterios hay que buscarlos.
No pacificó a la familia, pero si instruyó a sus seguidores. No es que negara justicia a quien se la pedía, pero quiso, más bien, liberara quién le pidió apoyo de la fiebre de poseer. Decisivo no es aumentar los bienes que se tienen en la vida, sino mantener la vida que se ha recibido para compartir los bienes que Dios nos da, buscando siempre el bien de los demás y no la ambición enfermiza que nos hace caer en la injusta distribución que tiene consecuencias tan negativas.

Seguimiento:
13. En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.»
14. Él le contestó: “Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre ustedes?”
15. Y dijo a la gente: «Miren: guárdense de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.»
16. Y les propuso una parábola: «Un hombre rico tuvo una gran cosecha.
17. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha”.
18. Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha.
19. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida."
20. Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?"
21. Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios”.

I. LEER: entender lo que dice el texto fijándose en como lo dice

La enseñanza de Jesús, esta vez, no surge de su voluntad sino que está provocada por un litigio entre hermanos. El motivo es una situación de herencia entre hermanos. Uno de ellos acudió a Jesús como si él fuera un ‘juez de paz’ (Lc 12,13), prueba que había ganado autoridad en sus oyentes. Jesús respondió de forma sorprendente: se declaró incompetente para ser árbitro en el conflicto familiar (Lc 12,14) y aprovechó la ocasión para, trascendiendo lo anecdótico, dar una lección a todos sobre los bienes y su uso (Lc 12,15).
No se dirigió sólo a sus discípulos: su magisterio alcanzó a todos los que podemos escuchar su Palabra. También nosotros.
Este texto tiene dos partes: una seria advertencia sobre el ansia de poseer bienes que acaban posesionándose del que los tiene (Lc 12,15) y una parábola como explicación y fundamento (Lc 12,16-21).
El dicho, lacónico y claro, avisa contra el deseo desordenado de poseer y da la razón: Los bienes poseídos en vida no aseguran la posesión de la vida. Y sin vida, ¿qué bien se sostiene?
La parábola recrea una situación que ilumina lo dicho y desarrolla así la enseñanza de Jesús: el terrateniente actúa sabiamente, pues prevé una buena
cosecha. Pero no piensa más que en tener más. Más que disponer de bienes, sus bienes ‘disponen’ de él; no sabe que por mucho que posea y más que sueñe en poseer, no tiene en propiedad su vida; sus bienes, todos perecederos, no le aseguran ni un día más de vida. Podrá ensanchar cuanto quiera sus depósitos, pero no alargará ni un día su vida. No es que tenga ya mucho, es que siempre le parecerá poco y querrá más. No cae en la cuenta que lo que tiene es mayor que cuanto le falta; y no se cuida tanto de lo que ya dispone, por ser grandes sus deseos de poseer más.
Quien no pone su seguridad en Dios, no podrá asegurar sus bienes ni una noche siquiera, porque nadie, ni él mismo, le puede asegurar la vida. Su necedad sería mayor que sus graneros: no ha de llenar nuestra vida cuanto aún no se posee. Una vida consagrada a conservar y amasar bienes para sí es frágil.
Dejarse poseer por lo que puede uno tener el día de mañana, lleva a perder lo que desde siempre se tuvo, a Dios y sus bienes.
El bien no es lo que nos falta, sino lo que Dios estaría dispuesto a concedernos si Él fuera nuestro único Bien. Frente a un Dios que pretende ser nuestro Bien único no puede nacer más que el deseo de tenerle. Y si se le tiene, no se mantienen otros deseos ni otros bienes.

II. MEDITAR: aplicar lo que dice el texto a la vida

Jesús se niega a mediar en una disputa entre hermanos no por eludir una decisión controvertida, sino para liberar a su interlocutor de su afán de poseer. No quiere entrar en disputas, porque no desea enjuiciar a nadie; busca que todos se abran a la justicia de Dios. No puede asegurar la propia existencia nadie; no es juicioso perder la vida, la relación con la familia por el hecho de tener, y tener más.
El caso es que, sin buscarla, se le había presentado a Jesús una situación envidiable; pocas veces había sido tan deseada una intervención suya en un asunto que no exigía un milagro. No le pedían a Jesús que mostrara su poder y compasión, sino su juicio e imparcialidad. Solo el que se lo pidieran demostraba ya la aceptación de que gozaba entre el pueblo: era visto como un posible buen mediador entre hermanos. Es sorprendente su negativa. El dijo que ese no era su oficio. Es verdad que, al indicar la inutilidad de luchar por cuanto, siendo bueno, no asegura la propia existencia, da ya una respuesta, indirecta pero eficaz, a los hermanos que litigaban por un legado que, por mucho que valiese, no aseguraba lo más preciado que ya tenían, la propia vida.
Jesús no quiere imponer su pensamiento, dando valor de obligado cumplimiento a su enseñanza. En vez de resolver un caso particular, instruye a sus oyentes. Jesús quiso convencer a todos sobre el precario valor de los bienes materiales; no se contentaba con vencer la resistencia de uno a compartir con su hermano los bienes heredados. Utilizó el caso particular como motivo de una enseñanza universal. Nada que tenga que repartirse, como una herencia, por buena que fuera, merece la pena de una división familiar; nada que pueda perderse, como el legado paterno, por precioso que resulte, compensa la pérdida de la fraternidad. No es lo que ya se tiene, ni lo que se va a alcanzar, sino cuanto se es, lo que bien merece lucha y esfuerzo. Si la vida propia no depende de las propias cosas, de poco sirve desvivirse por tenerlas.
Jesús respondió al hermano que imploraba justicia - ¡sólo justicia!- que mejor es renunciar a los bienes que nos son debidos que perder la vida, y la familia, en el intento de recuperarlos. Jesús no pensaba en ‘restablecer’ la hermandad distribuyendo justicia, quiso, más bien, sanar de raíz el corazón del hombre, patria de su codicia. De hecho, una vez que ha negado a uno su intervención, se dirige a todos pero con ‘otro’ tema: lo que de verdad sana al hombre, y sus relaciones con los demás, no es (ob)tener lo que a uno se le debe, sino renunciar a tener más de cuanto ya posee. No es, pues, cuestión de tener mucho o poco, sino de querer más, sea uno rico o no tanto.
¿De qué nos serviría ganar lo que es nuestro, si no tenemos tiempo para disfrutar de ello? ¿Para qué ser dueños de muchas cosas, si no somos amos de nuestra vida? Y es que, piensa Jesús, si la abundancia de bienes no asegura la sobrevivencia, quien busca justicia por obtenerlos no está seguro de gozarlos.
Es precario fundar la propia existencia en bienes que no pueden garantizarla; tener cosas que pertenecen al hermano no es la mejor manera de mantener la propia vida. Acumular lo que se debe compartir con otros puede que nos haga más ricos, pero ciertamente nos hace menos humanos.
Ni somos mejores por los bienes que tenemos, ni nos hace bien conservar lo que pertenece al hermano. Las cosas que tenemos, las personas con las que convivimos, son buenos en la medida en que sostienen nuestra vida, satisfaciendo las necesidades más urgentes, sean de pan o de amor. No es digno de ser robado a nadie lo que no asegura ni un día nuestra vida. Por muy necesario que sea, ningún bien es tan precioso como la propia vida o la vida del hermano: a todo deberíamos poder renunciar menos a ellas.
La postura de Jesús no ‘toca’ directamente la cantidad de bienes que se tienen, sino la actitud que provoca el tenerlos. Sean muchos o sean escasos, los bienes poseídos alimentan el deseo de poseer más y mejor. Y esa ‘codicia’ suele poner en cuestión la propia vida, bien supremo, porque no hay bien sin ella, bien precioso porque no hay precio que pagar para conseguirla.
Jesús hace ver de raíz la insatisfacción profunda que nos embarga cuando no llegamos a poseer los bienes que ambicionamos, cuando ellos nos poseen a nosotros. Y nos da un criterio para sanarnos de la codicia: ‘valorar la vida como bien gratuito, apreciar lo que tenemos y ‘menos-preciar’ cuanto aún no poseemos; descubrir la vida como don supremo, viendo como pequeños los bienes que nos faltan y reconociendo con alegría lo mucho que ya poseemos. Quien vive sabiendo que al tener la vida, tiene lo mejor, puede vivir muy bien aprovechando lo que ya tiene…
Pero por desgracia no vivimos así. Nos domina el afán por poseer. Vigilamos cuidando lo que hemos obtenido y nos desvelamos por conseguir lo que todavía no hemos logrado tener, y la vida, el momento no lo disfrutamos.. Nos desvivimos hoy por tener mañana de qué vivir y no hemos aprendido a vivir con lo que ya poseemos. Alimentamos nuestra inseguridad acumulando bienes por si acaso, sin darnos cuenta de que no tenemos asegurado el día de mañana, ni siquiera el día de hoy. No son, pues, los bienes que amontonamos en la vida lo que debe darnos confianza y, mucho menos, si en el intento empobrecemos a los demás.
La alegría de vivir que se base en lo que se ha conseguido en la vida no tiene futuro. Escaso es el gozo que nace de la abundancia; los bienes le sobrevivirán a quien puso en ellos su felicidad.
Con esta parábola Jesús quiere ilustrarnos a quienes lo escuchamos; poco nos sirve adueñarnos de muchos bienes si no somos dueños de nuestra vida. Para entender a Jesús hay que caer en la cuenta de que la actuación del rico fue no solo lógica, sino loable. El terrateniente actúa con previsión y diligencia, cuando previendo una buena cosecha, saca las consecuencias: primero, agrandará sus almacenes; después, disfrutará de sus riquezas.
No fue descabellado el pensamiento del dueño de los graneros. Quiso agrandarlos cuando se avecina una buena cosecha. Quería que no se perdiera nada, era un propietario juicioso. Alegrarse por lo que se ve venir, no es alimentar ilusiones vanas. El terrateniente planeó los arreglos por hacer y se alegró de la riqueza que estaba por venir. Era un hombre afortunado y no quiso actuar a la ligera.

III. ORAMOS nuestra vida desde este texto:

Padre Dios, nos esclaviza el ansia de tener, de disponer… ¡Cuánto nos cuesta compartir lo que somos y tenemos! Enséñanos a vivir como vivió tu Hijo. Que al hacer vida el evangelio, instauremos tu Reino entre nosotros.
Que nuestras decisiones nos lleven a Ti y a lo tuyo. Que, como Él sepamos buscar al hermano pobre, al que sufre injusticias y es marginado. Que estemos dispuestos a pagar el desamor de este mundo, siendo más y más hermanos. Que la dinámica del compartir nos haga cristianos de palabra y de obra. ¡Así sea!


Centro Astalli: ancora morti nel Mediterraneo

 Roma - 53 profughi provenienti da Nigeria, Gambia e Senegal erano da 3 giorni su un gommone partito dalle coste della Libia. Quando si è rovesciato, solamente 22 di questi sono riusciti a salire nuovamente a bordo. Degli altri 31, invece, nessuna traccia. Sarebbero loro, secondo quanto raccontato dai superstiti, le vittime dell’ennesimo naufragio di migranti nel mare Mediterraneo. 
“Ancora una volta trafficanti senza scrupoli rimangono l’unica possibilità per uomini e donne in fuga da guerre e persecuzioni di giungere in Europa, commenta P. Giovanni La Manna, presidente Centro Astalli, la notizia dell’ultima tragedia del mare. “La responsabilità di tali morti – aggiunge - è tutta di politiche scellerate che continuano a ignorare l’evidenza: neanche il rischio di morte è un deterrente sufficiente a impedire di mettersi in viaggio in cerca di salvezza”. “La traversata del Mediterraneo è una rotta che non si può interrompere se non creando canali umanitari sicuri. I governi da anni si concentrano su accordi e politiche volti a impedire gli arrivi, ma l’unico risultato che si è ottiene è un’incalcolabile strage di innocenti. Mi sembra che si sia ancora una volta dimostrato che niente può distogliere coloro che sono in cerca di asilo dal mettersi in viaggio a qualunque costo. Abbiamo l’obbligo – conclude - di attuare misure immediate che garantiscano la possibilità di chiedere asilo in sicurezza”.


Marroco e Vanuatu

Il Marroco festeggia l’Indipendenza, avvenuta nel 1956. La chiesa cattolica è presente con 2 arcidiocesi. I cattolici sono 23.300 (0,06%) su 34 milioni di abitanti. Le comunità cristiane gestiscono 84 istitutiti scolastici e 21 istituzioni assistenziali.
Con Vanuatu celebriamo l’Indipendenza. I cattolici sono 29.500, corrispondenti al 14,4% dei 205.000 abitanti.


(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

29 luglio 2013

Fær Øer

Con le Fær Øer festeggiamo la Olaifest. Il cattolicesimo nelle isole Fær Øer è presente nell’unica chiesa di Santa Maria. Nel giardino che circonda la chiesa vi è una grande varietà di piante, molte delle quali provenienti da aree remote dell’emisfero australe. Quelle piante simboleggiano il posto della chiesa di Santa Maria nel cattolicesimo mondiale.


(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

28 luglio 2013

LECTIO DIVINA, Dom XVII, Ciclo ‘C’ (Lc 11, 1-13)

Juan José Bartolomé, sdb

Antes de ser maestro de oración, Jesús ha sido modelo: las ganas de orar le nacieron al discípulo, mientras veía rezar a su Señor; contemplándolo, se dio cuenta de que no sabía rezar como su maestro. El discípulo quiso aprender a orar porque no sabía rezar: La oración se le convirtió en asignatura libre; no era lo que Jesús le enseñaba con palabras. sino con la vida.
Jesús enseña a quien se lo pide. Deja ver al discípulo lo que no pudo contemplar, mientras lo veía rezar: Le da a conocer los sentimientos con los debe dirigirse a Dios como Padre, y le inculca la confianza de que Él Padre nuestro, nos merece.
La seguridad del discípulo no se basa en lo que se pide ni en cómo o cuándo lo hace, sino en la relación que establece con Dios cuando reza. Quien se sabe hijo, no se sabe inoportuno, por más que importune a su Dios. Quien sabe que pide a un padre, no se preocupa por pedir bien, ni por pedir lo mejor, pues lo mejor será cuanto reciba del Dios que le es Padre. El hijo puede atreverse a pedir a su Dios hasta su propio Espíritu de Padre: ¿no seremos malos orantes sólo porque nos conformamos con menos?; ¿nos estamos siendo malos discípulos porque no nos atrevemos a sentirnos hijos de Dios, como Jesús fue y nos enseñó?
Para el cristiano orar lo que Jesús enseñó es saberse lo que Él sabía, que era hijo del Padre, y pedir su Espíritu, como Jesús nos lo enseñó.

Seguimiento:

1. Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.»
2. Él les dijo: «Cuando oréis digan: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino.
3. Danos cada día nuestro pan del mañana,
4. Perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación."»
5. Y les dijo: «Si alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes,
6. pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle."
7. Y, desde dentro, el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos."
8. Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
9. Pues así les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen y se les abrirá;
10. porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre.
11, ¿Qué padre entre ustedes, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra?
12. ¿0 si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿0 si le pide un huevo, le dará un escorpión?
13. Si ustedes, pues, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?»

I. LEER: entender lo que dice el texto fijándose en como lo dice
En neto contraste con Mateo que ha introducido la oración del Padre nuestro (Mt 6,9-13) en una larga catequesis sobre la oración (Mt 6,1-15) dentro del Discurso de la montaña (Mt 5,1-7,28), Lucas prefiere crear un nuevo escenario para este decisivo acto magisterial de Jesús.
Aproximándose el momento de partir de este mundo, Jesús se ha puesto en camino hacia Jerusalén (Lc 9,51-19,28). El continuo desplazamiento le ofrece la oportunidad de estrechar la convivencia con cuantos le siguen y dedicarse, con preferencia, a su ‘educación’: quiere ir ganándolos para que le acompañen en su pasión (Lc 9,22-27.44-45).
Es en este contexto que Jesús se les convierte en maestro de oración.
La escena se desenvuelve en dos partes, desiguales por contenido y amplitud. Una breve noticia sitúa sin mucha precisión la enseñanza de Jesús (Lc 11,1): en algún momento, en algún lugar, camino de Jerusalén, Jesús se puso a rezar y pudo ser visto por un discípulo.
Será su petición: Señor, enséñanos a orar, lo que provoque la instrucción de Jesús (Lc 11,2-13). Esta tiene dos secciones: la oración propiamente dicha (Lc 11,2-4) y una más extensa catequesis sobre la oración (Lc 11,5-13).
Es curioso que la oración enseñada sea breve, cinco peticiones – no seis, como Mt 6,9-13, introducidas por una simple ‘Padre’ (Mt 6,9a: Padre nuestro), mientras la catequesis se alargue, utilizando imágenes realistas y convincentes, e insista primero en la perseverancia (Lc 11,5-8) y luego en la confianza filial (Lc 11,9-13).
Da la impresión de que Jesús da más importancia a cómo orar que a qué decir.

II. MEDITAR: aplicar lo que dice el texto a la vida
Jesús enseña con la vida y no solo con las palabras. Su magisterio no se redujo a los discursos que pronunció; fueron sus actitudes las que mejor formaron a sus discípulos. Por eso, para aprender de Él exigió le siguieran. Jesús fue quien se empeñó en hacer de sus alumnos compañeros, intimó con quienes aprendían junto a él. No enseñaba a distancia; quien no convivía con Él no podía aprender de Él. El evangelio no los acaba de recordar: Un anónimo discípulo sorprendió a Jesús rezando. Se sorprendió porque todavía no les había enseñado a rezar, cuando todos los demás maestros en Israel lo hacían. Ver a su maestro orando le hizo caer en la cuenta de lo que aún le faltaba por aprender.
Tuvo que ser algo insólita la petición; y no solo porque Jesús, como anota Lucas, rezaba a solas con frecuencia, sino porque el discípulo pertenecía a un pueblo, Israel, que sabía rezar.
¡Qué agradecidos debemos estar con este discípulo, que arrancó de su maestro una de sus mejores lecciones! Pudo ver rezar a su Señor, porque acompañaba siempre a Jesús, también cuando no rezaba… Vivir junto a Jesús hace surgir el deseo, y lo alimenta, de rezar como él. ¿No será porque es escasa, sólo puntual, nuestra voluntad de convivir con Jesús , por lo que no nos importa mucho aprender de El cómo rezar?
A la pena que le produjo a ese discípulo no saber rezar - y a su valentía por reconocerlo – se debe que tengamos el Padre Nuestro, que es la oración cristiana por antonomasia. No desesperemos, pues, si tenemos que reconocer que, tras tanto tiempo siguiendo a Jesús, tampoco nosotros sabemos rezar. Como ese discípulo, pidámosle a Jesús que nos enseñe a orar.
Jesús enseñó a rezar a quien se lo pidió. Hablaba de Dios a todos los que le escuchaban, exponía su voluntad a cuantos encontraba; pero enseñó a hablar con Dios como se habla como un padre, invitó a saberse hijo de Dios sólo a quien le rogó que le enseñara a rezar como él hacía.
Por muy gratuito que sea su magisterio, Jesús quiere que sea deseado; que no exija nada previamente, no quiere decir que no haya de ser pedido; aunque no lo hayamos merecido ni lo podamos pagar, tenemos que valorar cuanto Jesús puede enseñarnos.
¡Cuántos no sabemos rezar. Reconocerlo no es un pretexto para dejar a Jesús ni para desilusionarnos; más bien, es una razón para quedarnos con Él más tiempo, hasta que aprendamos a rezar, hasta que él quiera enseñarnos.
El discípulo que pidió lecciones de oración era uno de los que tuvieron la fortuna de acompañarle, mientras Jesús oraba. Si no tuviéramos mejores motivos para quedarnos con Jesús toda una vida, podríamos utilizar como razón - ¡y es excelente! - nuestra incapacidad para orar: hasta que no sepamos rezar como Él, necesitaremos que nos enseñe; mientras Jesús pueda enseñarnos, no podemos abandonarle. Nuestra ignorancia en materia de oración es una buena excusa para seguir a Jesús, para seguirle donde vaya. Quien desee que Jesús sea su maestro de oración, ha de mantenerse en su compañía.
¿No estará aquí una razón - ¡no necesitamos más! - para explicarnos nuestra escasa vida de oración y su mala calidad? Quien vive lejos de Jesús, sin escucharle siempre, sin contemplarle a menudo, no tendrá ni idea de lo que significa rezar como él sabía.
Jesús no inició su magisterio con un discurso sobre la oración (cf. Mt 6,5-8), sino con una breve oración. Y lo primero que enseñó al aprendiz de orante es a sentirse hijo del Dios a quien reza. No es digna de un cristiano una oración que no lo haga a él, hijo, y a Dios, Padre. Claro que, para ‘enseñar’ esto, hay que pasarse antes bastante tiempo rezando. Jesús comunica lo que siente: en la oración enseñada están sus sentimientos desvelados: el orante es, siempre y sólo - ¿se puede ser algo más? – hijo de Dios. ¿Se puede conseguir algo mejor con menos palabras?
Lo que Jesús dio a ese aplicado discípulo en unas pocas palabras fue una enorme lección: le enseñó a sentirse hijo ante Dios. Y es que la enseñanza de Jesús no se redujo a las palabras que había que dirigir a Dios; incluyó también cómo tenía que sentirse mientras rezaba quien se sintiera su discípulo; más aún, por eso, por sentirse hijo de Dios, había que empezar. Jesús enseñó palabras: qué decir a Dios y en qué orden; y haciéndolo, nos mostró que, en la oración, los intereses de Dios preceden a nuestras necesidades; que hay que cuidarse de los asuntos del Padre antes de rogarle que atienda los nuestros. Incluso en la oración Dios va en primer lugar.
Escogiendo las palabras, Jesús nos descubrió que todo aquel que se sitúa ante Dios cuenta con un padre. Cuando rezamos podemos darnos cuenta cuántas cosas nos faltan, pero nos llena la seguridad de que Dios es nuestro Padre. Rezar como Jesús nos convierte en hijos de Dios, como Él lo es, y en hermanos unos de otros, porque nos sentiremos urgidos de dar y darnos a todos. ¿Hay algo mejor que podamos desear que tener a Dios como Padre y a su Espíritu como nuestro patrimonio para vivir el verdadero amor?
En Lucas las primeras peticiones se centran en Dios Padre: ¡se pide algo para Él, santidad para su nombre y realización de su Reino!. Esta prioridad es toda una lección magistral, que pasa desapercibida lamentablemente con frecuencia. Quien quiere orar como Cristo, se interesa primero por Dios y sus cosas; en el fondo, no debería costar tanto, tratándose de todo un Padre. Pero sólo son dos los ruegos que para él se piden, mientras que para nosotros – ¡atención, no para mí, para quien reza, sino para todos, también los que no rezan! – son tres: pan suficiente para poder sobrevivir; perdón de los propios pecados y asistencia eficaz en la prueba. Que Dios nos alimente para no tener que vivir hoy desviviéndose por el mañana. Que nos acoja y recoja, siempre que lo abandonamos y, que como Padre que es, no permita que la tentación sea más fuerte que nuestra debilidad, que permita que nuestra fidelidad sea probada, pero no rota.
Hay que advertir que sólo una de las tres peticiones por nosotros está condicionada: el perdón que se pide a Dios va avalado, medido y motivado, por el perdón al que nos ha ofendido: quien desea ser perdonado por el Padre tendrá que perdonar al hermano que le ha ofendido; pedir que el Padre olvide mi ofensa, me impone borrar de mi corazón la ofensa sin desterrar de él al ofensor.
El Padrenuestro es toda una escuela de oración. En la oración de Jesús el criterio del éxito no está en conseguir lo que se pide, sino en saberse hijo del Padre, que siempre nos escucha.


Perù

Con il Perù celebriamo l’Indipendenza (1821). I cattolici sono oltre 29 milioni, il 90% dei 32 milioni di abitanti.


(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

26 luglio 2013

Papa Francesco: una pagina della "Sua" enciclica giovane

Roma - “Non stancatevi di lavorare per un mondo più giusto e più solidale! Nessuno può rimanere insensibile alle disuguaglianze che ancora ci sono nel mondo!”. Papa Francesco entra in punta di piedi, con totale familiarità, nella favela di Varginha. E parla chiaro. Di più: prosegue col popolo quella sorta di enciclica predicata e itinerante che questo viaggio in Brasile rappresenta. Un’enciclica proiettata sui giovani, come orizzonte di futuro, che ha come destinatario il mondo intero. Ecco, allora, a Varginha, nello stile semplice, chiaro e profondo del Papa predicatore, del Papa del popolo (come titola “Time”), il capitolo sociale, tra la gente, un tripudio di gente contenta di stare insieme al Papa. La sua è una dottrina sociale che prima di tutto, però, è vita sociale, appello concreto e stringente a una vita sociale umana, degna dell’uomo. “Non siete soli”. Parte e arriva qui il discorso sociale del Papa. Francesco sa che la sfida della globalizzazione e della crisi ha la sua radice prima di tutto qui. Quando siamo soli, siamo sfruttati e defraudati perfino della speranza; quando siamo soli, cerchiamo i surrogati. E disperiamo. Invece no: “Non scoraggiatevi mai, non perdete la fiducia, non lasciate che si spenga la speranza. La realtà può cambiare, l’uomo può cambiare. Cercate voi per primi di portare il bene, di non abituarvi al male, ma di vincerlo. La Chiesa vi accompagna, portandovi il bene prezioso della fede, di Gesù Cristo, che è ‘venuto perché abbiano la vita e l’abbiano in abbondanza’”. La Chiesa non è una Ong, ha ripetuto a più riprese. Il Papa vuole unire, vuole la coesione, ma sa che parte dalla vita, non dalle ideologie. Per questo predica la conversione e propone Cristo, prima di tutto. Traendone poi le conseguenze sociali. Nessuno, nonostante tanti sforzi, degni di miglior causa, ha potuto arruolarlo nelle file dei progressisti o dei conservatori, contrapponendo l’attenzione ai temi sociali a quelli etici. Punta al concreto, predica la conversione e chiama all’opera. A Varginha denuncia le ingiustizie e sprona a costruire con un preciso orientamento. Rileggiamo il passaggio centrale del suo breve discorso: “Non c’è né vera promozione del bene comune, né vero sviluppo dell’uomo, quando si ignorano i pilastri fondamentali che reggono una Nazione, i suoi beni immateriali: la vita, che è dono di Dio, valore da tutelare e promuovere sempre; la famiglia, fondamento della convivenza e rimedio contro lo sfaldamento sociale; l’educazione integrale, che non si riduce a una semplice trasmissione d’informazioni con lo scopo di produrre profitto; la salute, che deve cercare il benessere integrale della persona, anche della dimensione spirituale, essenziale per l’equilibrio umano e per una sana convivenza; la sicurezza, nella convinzione che la violenza può essere vinta solo a partire dal cambiamento del cuore umano”. Tutto qui: ma non c’è alibi per nessuno e c’è molto lavoro da fare per tutti. (Francesco Bonini – SIR)

Liberia, Maldive e Cuba

Con la Liberia celebriamo l’Indipendenza (1847). I cattolici ammontano a 161.885, ossia il 5,68% dei circa 2 milioni di abitanti.
Con le Maldive festeggiamo l’Indipendenza (1965). Nelle Maldive non è ammessa la religione cattolica.
Con Cuba siamo in festa per l’anniversario della Liberazione (1959). Nel 2012 papa Benedetto XVI ha visitato l’isola dove i cattolici sono 6 milioni su 12 milioni di abitanti.


(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

25 luglio 2013

Puerto Rico

Con Puerto Rico festeggiamo la Costituzione (1952). La chiesa cattolica è presente nell’isola con un’arcidiocesi e cinque diocesi suffraganee. Il cattolicesimo è di fatto la religione professata dalla maggioranza dei portoricani, circa 2,8 milioni di battezzati (il 73%).

(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

23 luglio 2013

Cattolici, ebrei e musulmani in dialogo alla GMG. Alla vigilia dell'evento, un seminario illustra come i giovani delle tre grandi religioni monoteiste "costruiscono ponti" a Rio de Janeiro

Per la prima volta nella storia della Giornata Mondiale della Gioventù, ha avuto luogo un momento di incontro tra i giovani delle tre grandi religioni monoteiste.

Domenica 21 luglio, 150 giovani cattolici, ebrei e musulmani si sono radunati alla PUC per un seminario promosso dalla Gioventù Interreligiosa di Rio de Janeiro (JIRJ, in portoghese), che celebra l'unità nella diversità e cerca di mettere in pratica il dialogo, raggiungendo fin nei più piccoli dettagli.
Ad esempio, gli organizzatori hanno deciso di non offrire al pubblico qualsiasi tipo di cibo o bevande nel frattempo, per quanto riguarda la celebrazione del Ramadan per i musulmani. Durante questo periodo, il seguace dell'Islam è a digiuno, mentre vi è sole.
Dentro l'auditorium, si potevano vedere molti giovani con magliette delle parrocchie o dei movimenti cattolici, ragazzi con il kipa ebreo e ragazze con l'hijab, il velo islamico tipico. Alcuni sono venuti da altri paesi, come il Nicaragua, la Bolivia e l’Algeria.
A tavola, giovani come Fernando Celino, della Società compassionevole musulmana di Rio de Janeiro, hanno riferito la loro esperienza nella ricerca del dialogo interreligioso: "Ho cominciato a frequentare la Commissione per la lotta contro l'intolleranza religiosa, che si è riunita ad un centro di umbanda (religione africana)", ha ricordato Fernando.
"Anche se non ho mai avuto pregiudizi contro le altre religioni, questo contatto era precluso dagli stereotipi che avevo. E soprattutto, ho stretto grandi amicizie".
"Riconosciamo Dio creatore", ha spiegato la cattolica Aline Barbosa, coordinatrice della pastorale giovanile. "Da lì, riconoscerci come fratelli, pronti ad amare il prossimo". Per questo, Rodrigo Baumworcel, dell’associazione ebraica Hillel, ha dichiarato: "La preghiera funge da ponte tra le religioni".
L'esperienza di dialogo interreligioso a Rio de Janeiro non è limitata al mondo accademico. Due scuole elementari e medie, la Santo Inácio (cattolica) e Liessin (ebraica) hanno lanciato il progetto "Vicini porte aperte", in cui gli studenti di una scuola visitano l'altra.
Più di recente, i musulmani, anche se non hanno scuole nella città, hanno iniziato a partecipare rispondendo alle domande di queste scuole sull'Islam. Questa esperienza ha motivato, nella riunione plenaria finale, una proposta di convivenza tra gli studenti delle istituzioni scolastiche di diverse religioni.
Inoltre, i giovani hanno proposto lo svolgimento di attività sociali e culturali come un mezzo per promuovere il dialogo tra le religioni.
Non va ignorato che gli "adulti" erano presenti al seminario. L'apertura della riunione comprendeva autorità come il sceicco arabo Mohammed Hamed Wali Khan, il rabbino argentino Abraham Skorka, amico personale di Papa Francesco, e Mons. Orani Tempesta, Arcivescovo di Rio de Janeiro, che ha sottolineato nel suo discorso che "i giovani annunciano al mondo che è possibile costruire un mondo di fratellanza e di pace".
Nel frattempo, per coloro che non potevano o non avevano l’intenzione di seguire il digiuno islamico, era presente, in prossimità dell’auditorium, una mensa, solo eccezionalmente aperta di Domenica, il cui proprietario è un musulmano.


Egitto

Con l’Egitto celebriamo la Rivoluzione (1952). I cattolici in Egitto sono 300.000 su una popolazione di 77 milioni. La chiesa cattolica è costituita da comunità di diversi riti; la più importante è la cattolica copta.


(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

22 luglio 2013

AMERICA/BRASILE - GMG: successo della Settimana Missionaria e in particolare degli incontri sulla pace

Petropolis  – Sono stati circa 1.800 i giovani provenienti da El Salvador, Guatemala, Filippine, Venezuela e Colombia che hanno raggiunto la parrocchia di Guapimirim, nella diocesi di Petrópolis, nello stato di Rio de Janeiro, e hanno partecipato attivamente alla Settimana Missionaria, che ha mobilitato tutta la Chiesa brasiliana. La Settimana Missionaria (vedi Fides 19/07/2013) è stata l'evento di preparazione alla Giornata Mondiale della Gioventù, che inizia ufficialmente martedì 23 luglio con la presenza di Papa Francesco.
Secondo le informazioni pervenute all’Agenzia Fides, solo dal Guatemala sono arrivati più di 400 giovani per partecipare alla Settimana Missionaria: giovani che si sono preparati per un anno con ritiri, pellegrinaggi locali, corsi di formazione e altre attività. Dalla Colombia sono arrivati 900 giovani, ma la delegazione completa ne conta più di 2.500. Coloro che sono arrivati prima, hanno partecipato alla Settimana Missionaria per scambiare esperienze con le altre Chiese locali.
I resoconti di queste delegazioni, inviati alle loro comunità di provenienza, sottolineano la grande accoglienza delle famiglie brasiliane. La Settimana Missionaria ha riscosso grande successo sia per il numero dei partecipanti che per la qualità degli eventi organizzati nelle diverse diocesi coinvolte.
Secondo le testimonianze pervenute a Fides, i giovani hanno sottolineato in particolare l'importanza di uno degli eventi: Il "Mini corso per gli Operatori di Pace". Si è trattato di un ciclo di conferenze tenutesi nella sede del comune di Porto di Pedras, al fine di promuovere una profonda riflessione sulla cultura della violenza, presentare i motivi all'origine della violenza e sottolineare l'urgenza di mettere fine a questa situazione, ricercando nuovi comportamenti di gruppo per agire pacificamente ogni giorno e diventare così propagatori di una cultura di pace.
Oltre alle delegazioni provenienti dagli altri paesi, la Settimana Missionaria ha coinvolto migliaia di giovani brasiliani delle diverse diocesi.
 


21 luglio 2013

AMERICA/BRASILE - GMG: migliaia di giovani scoprono lo spirito e l’impegno missionário

Itaiupu – Accompagnare i giovani partecipanti alla Giornata Mondiale della Gioventù di Rio De Janeiro a “conoscere e innamorarsi dello spirito missionario”: è l’ obiettivo delle Pontificie Opere Missionarie nei diversi paesi dell’America Latina, che, come riferito a Fides, prendono parte alla GMG. In preparazione all’evento, nei giorni scorsi migliaia di giovani hanno partecipato alle “Settimana missionarie” organizzate dalla chiese locali che hanno accolto i giovani di tutto il mondo in Brasile. Solo a Belo Horizonte, la "Settimana Missionaria" si è aperto con la partecipazione di 20mila giovani. A Petropolis l'apertura della Settimana Missionaria ha coinvolto migliaia di giovani e il gruppo più numeroso è stato la rappresentanza del Cile. Secondo i dati inviati a Fides dalla Conferenza Episcopale del Brasile, fra gli iscritti non brasiliani alla "Settimana Missionaria", vi sono oltre 30mila giovani latinoamericani e anche da altri continenti, accolti in 150 città del Brasile. Benché non sia possibile fornire numero definito dei giovani brasiliani partecipanti in questa “Settimana Missionaria” in preparazione alla GMG, si calcola che oltre 500mila brasiliani vi hanno preso parte.
Fra le esperienze proposte, vi è la visita a comunità di missionari e ad esperirne di missione. Fra le esperienze raccontate a Fides, il 16 luglio, i giovani della Gioventù Missionaria (JM), movimento delle Pontificie Opere Missionarie (POM), da Cile, Uruguay, Paraguay, Bolivia e Angola hanno partecipato alla “Settimana Missionaria” di São Gonçalo (nei pressi di Rio de Janeiro). E, per approfondire lo spirito e l’impegno missionario, hanno fatto visita alla Comunità di Santos Anjos, che si trova in Itaiupu, regione oceanica di Niterói (RJ) per conoscere la loro missione e il loro carisma. La comunità, che ottenuto il riconoscimento diocesano, è una nuova esperienza di vita cristiana per famiglie e laici, che vive e insegna l'accoglienza come “fondamento dell'annuncio di Gesù”. La comunità è stata fondata nel 1993, da un ingegnere in pensione, Paulo Diniz e sua moglie Livia. Celebrando 20 anni di missione, oggi la comunità conta circa 100 membri in sei città della Arcidiocesi di Niterói. I membri della comunità portano avanti un lavoro sociale assistendo circa 100 famiglie in difficoltà. “Operiamo in concerto con le parrocchie, ma cerchiamo di arrivare lì dove la parrocchia non può arrivare”, spiega Paulo Diniz nella nota inviata a Fides dalle POM del Brasile.


Con il Belgio celebriamo il Giorno della Patria (1831). Nel 2010 si dichiara cattolica il 60% della popolazione pur essendo nati in famiglie cattoliche l’87% degli abitanti.


(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

20 luglio 2013

LECTIO DIVINA, Dom XVI, Ciclo ‘C’ (Lc 20, 38-42)

Juan José Bartolomé, sdb

En una vida de continuo desplazamiento, Jesús tuvo que recurrir habitualmente a la hospitalidad de amigos y conocidos. Recordando un episodio concreto, Lucas lo elabora hasta convertirlo en una lección para el verdadero discípulo de Jesús.
No es casual que las dos maneras de portarse con Jesús estén representadas por mujeres, una y otra muy bien caracterizadas. Recibieron a Jesús en su casa: una le sirvió y la otra le escuchó. Las dos actitudes son lógicas; ninguna es criticada por Jesús; la que se afana por atenderlo se siente hasta cierto punto menos comprendida. Cuando le dice a Jesús cómo se siente, Él también le hace saber cómo le gusta ser recibido por sus amigos. Él le pide atención y no tanto servicio…
Le gusta que lo escuchen más que lo agasajen. Lo que Él quiere decirles a sus amigos es más importante que lo que ellos le puedan ofrecer; inquietarse por cosas no malas, pero que no le permiten a Marta estar con el Maestro no es de alabarse, sino de corregirse. La atención mejor que puede darse a Jesús, que se hospeda en su casa, es escucharlo, es quedarse con Él, es gozar de su persona, de su presencia, de todo lo que es y tiene para compartir. Jesús le pide a Marta que recibe su mensaje; Él buscaba no tanto la hospitalidad en su casa, quería quedarse en su corazón. Lo que ella pudo hacer, que desde luego era prueba de su interés por el Maestro, no debía atropellar el interés por escucharlo, por estar con Él.

Seguimiento:
38. En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
39. Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
40. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo:
“Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano”.
41. Pero el Señor le contestó: “Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas.
42. Sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán”.

I. LEER: entender lo que dice el texto fijándose en cómo lo dice

Jesús ha iniciado ya su ‘subida a Jerusalén’: el tiempo de su partida de este mundo ha llegado (Lc 9,51). En continuo desplazamiento, tiene que recurrir habitualmente a la hospitalidad de amigos y conocidos. Recordando un hecho concreto, Lucas aprovecha este hecho para subrayar cómo tiene que ser el discípulo de Jesús.
El episodio está contado con suma brevedad. Siendo escasa la información que se da, hay que fijarse más en lo que se dice. El centro del mensaje está en el diálogo, iniciado por Marta. No sabemos, ni podemos imaginar, por qué Jesús aceptó ser hospedado por Marta. Ser recibido en una casa donde solo hay mujeres (sólo Jn 11,1-3 menciona a Lázaro y identifica el pueblo como Betania) tuvo que llamar mucho la atención en el pueblo; era un gesto insólito.
Son dos mujeres quienes protagonizan la acogida. Son ‘amas de casa’, son ‘las responsables directas de la hospitalidad’. Las dos hermanas lo acogen bien, se ponen totalmente a su disposición. Aunque de forma diferente. Quedan definidas ante el invitado por lo que hacen, por cómo reaccionan en su presencia.
Mientras Marta se desvive por atenderlo, María se concentra en escucharle. Pero no hay que pasar por alto que Marta es la que invita a Jesús, la que lo sirve, la que, se afana (Lc 10,40). Ella le pide le diga a su hermana que la ayude. María aparece en el relato, más bien, como ‘una invitada más, y a la vez, como quien aprovecha bien lo que dice el Maestro…Si Marta se multiplica para acoger a Jesús, María sólo le escucha. Marta se inquieta, abrumada; María se libera de ocupaciones para ocuparse solo de escuchar la palabra de Jesús: escuchar es mucho más que atender con cortesía al huésped, es acoger su mensaje (Lc 5,1; Hch 13,7.44; 19,10). Ella se sienta a los pies de Jesús – esa posición la tienen los que quieren aprender y – María deja sola a su hermana con el trabajo, para oír al Maestro.
Marta hace lo que le corresponde como ama de casa. María, lo que es propio del discípulo: a los pies del Maestro, atiende a su palabra para acogerla. Marta, preocupada por recibir bien al invitado, no piensa en cómo le gusta a Jesús ser recibido. Con la mejor de las voluntades se enfrasca en los quehaceres, tanto que no tiene tiempo para estar con su invitado. En cambio, su hermana hace lo contario. Le importa Jesús y lo que Él le dice, lo que le propone.
Las dos actitudes son lógicas y a la vez complementarias. Ninguna es criticada por Jesús. Es Marta quien objeta, no a Jesús, sino a su hermana. Y es que, bien mirado, parece que quien más se afana es la que se siente mal. Cuando hace público su reproche, Jesús se encarga de indicar cómo le gusta ser recibido: Él prefiere atención a las atenciones. Le gusta encontrar escucha a su palabra, más que agasajo a su persona. Cuanto tiene que decir importa más que cuánto lo quieran ofrecer. Dedicarse a escucharle es el mejor modo de acogerlo.

II. MEDITAR: aplicar lo que dice el texto a nuestra vida

Hoy el evangelio nos recuerda un sencillo episodio de la vida de Jesús: andando de viaje, fue hospedado en casa de una familia amiga. Es lógico que quien, como Jesús, viviera habitualmente en los caminos evangelizando, tuviera necesidad de hospedarse. El suceso en sí no tendría mayor importancia, si no fuera porque Lucas, que lo narra, lo presenta como ejemplo de lo importa acoger a Jesús, y recibir lo que Él quiere y puede darnos al llegar a nuestra casa. La lección es clara, al ser acogido quiere ser recibido. El evangelista convierte un hecho normal de la vida de Jesús, en una manera de vivir nuestra existencia.
De este hecho podemos aprender algo todos los que deseamos que Jesús venga a visitarnos, porque nos hace falta su presencia y tal vez también, porque nos gustaría recibirlo como se Él se lo merece.
El relato dice que Jesús sigue buscando hoy amigos que le ofrezcan hospedaje, un hogar y una familia. El adelanta cómo le gusta al Maestro ser recibido. Jesús necesitó ser hospedado entre amigos y bienhechores porque, viviendo para predicar el Reino de Dios, andaba sin hogar propio.
Al no tener lugar donde reclinar la cabeza ni madriguera siquiera donde reposar, según dijo a quienes querían seguirle, dependía constantemente de la buena voluntad de sus huéspedes. Dios y su Reino le habían privado de tener su casa y de estar con su familia. Pero si el Reino le hizo peregrino, el Reino le proporcionó también amigos: sus oyentes fueron sus huéspedes.
Recibía hospedaje de quienes recibían su palabra. Aceptaba ser acogido en el hogar de cuantos aceptaban el evangelio de Dios en su corazón. Era su táctica misionera: identificaba a sus amigos con aquellos que se identificaban con su evangelio y se dejaba servir por quienes, tras haberle escuchado, ponían sus vidas al servicio de Dios. No separó Jesús misión de amistad, vida pública y vida privada. Hizo sus amistades allí donde su predicación era acogida. Se daba a quienes recibían su evangelio.
Si queremos un día tener a Jesús en casa, si anhelamos que nos considere sus amigos, si deseamos ganárnoslo de veras, no tenemos más remedio que aceptar su evangelio.
Si queremos recibir a Jesús hemos de acoger su predicación, porque Él se da a quienes se reconocen pecadores. Si estamos entre los que lo necesitamos tenemos ya el camino por donde podemos encontrarle. Si no tiene nada que decirnos, si ya no nos dice nada su persona, ¿cómo vamos a esperar que venga a nuestra casa?
Tal vez Marta y María eran amigas de Jesús (Jn 1,3.11). El hecho es que se atrevieron a invitarlo, para que Jesús convirtiera su hogar en cátedra de su magisterio.
¿De qué no nos estaremos privándonos si no nos atrevernos a acoger a Jesús en nuestra casa? ¿Lo invitamos? ¿Queremos que Él llene nuestras vidas? Pensemos qué tanto lo atendemos, qué importancia le damos a esa convivencia con Jesús, qué tiempo le dedicamos a la escucha de su Palabra…
Como en Betania aquel día, Jesús espera ser bien recibido por sus amigos. ¿Cómo pretendemos tenerle como huésped, si no permitimos que su palabra sea nuestro alimento y nuestra tarea? Sabiendo qué le trae a casa, no está todo perdido: Pongámonos a escuchar su palabra; haciendo nuestro su evangelio y Él llegará a nuestra casa, a nuestras vidas, a lo que somos y hacemos.
Tener como ocupación el evangelio nos hará, tarde o temprano, tener que ocuparnos de Jesús en persona. Y si para tenerle con nosotros tuviéramos que dejar tantos otros quehaceres, y también la convivencia con otras personas, valdría la pena el esfuerzo.
Que Jesús desee, y busque, ser hospedado no le hace indiferente al modo de ser recibido. El Jesús sin hogar no es un Jesús sin expectativas o sin preferencias; que esté necesitado no le hace menos exigente.
El episodio evangélico gira, precisamente, en torno a la doble reacción de las hermanas que hospedaron a Jesús; una se preocupa por atenderle, preparando casa y comida, poniendo cuanto se tiene a disposición del amigo recién llegado; la otra se ocupa en atenderle, escuchando cuanto Él quería decir. Aunque las dos actitudes son diferentes, una y otra son lógicas. No hay por qué identificar sin más a una de ellas como la mejor o preferible; afanarse por atender al invitado o atenderle sin otro afán es cuanto se espera de quien acoge a un ser querido.
Marta y María hicieron lo que Jesús quería, le dieron cuanto necesitaba; se portaron bien una y otra. El malestar de Marta es más que lógico. No es justo dejar que la parte más pesada de la acogida caiga sobre una sola persona. Jesús le descubre que su preocupación por atenderle le está quitando el gozo de tenerlo en casa. Su presencia, en lugar de llenarla de alegría, le está distanciando de su hermana. No es bueno tenerlo en casa y no gozarlo.
Marta es viva imagen de muchos estupendos apóstoles, que enfrascados en una febril actividad y agitados interiormente, se sienten solos, inquietos, con múltiples esfuerzos no logran gozar en el servicio al Señor, aun teniéndolo en casa. Se preocupan más por lo que les “cuesta” servirle que contar con su presencia…
Marta es figura del apóstol que se desvive haciendo lo que él quiere sin importarle mucho – ni preguntar siquiera – qué es lo que Jesús prefiere de ella. Su generosidad la lleva a dar lo mejor de sí, pero no tiene tiempo para recibir de Jesús su palabra: lo acoge dándose, no ‘recibiéndolo’. Dar de lo propio es característico del que se tiene por rico. Recibir lo que se le dé, en cambio, es típico del que sabe que es pobre y necesita de los que quieran darle lo mucho que le hace falta.
Marta no es corregida por cuanto hace, sino por lo que deja de hacer; se afana por dar buen recibimiento a su invitado, pero no lo escucha, no le pone atención: pensando en preparar lo que le va a dar, no recibe a Cristo, aunque lo tiene en casa. María no hace otra cosa que estar con Jesús, lo escucha, le da lo mejor que puede darle: su atención. ¿Cómo no iba a preferir Jesús hablar con sus amigos, explayarse con ellos, desahogarse después de haber estado tal vez hasta con enemigos? Él quería ser acogido.

III. ORAR nuestra vida desde este texto

Padre Dios, queremos recibir a tu Hijo en nuestra casa; Cuánto importa que Él esté con nosotros. Sin darnos cuenta nos afanamos por tantas cosas y no le ponemos el interés ni la atención que merece su presencia en nuestra vida. Que sepamos conjugar la laboriosidad de Marta con la profundidad de María, que valoremos todo lo que Él es para que nos abramos a su acción, que comprendamos lo que quiere decirnos. Lo importante no es tanto lo que hacemos, sino lo que somos. Que llenos de tu Espíritu sepamos jerarquizar y vivir en comunión contigo y con nuestros hermanos. Pasa Señor, nuestra casa es tu casa.
¡Así sea!


Con la Colombia celebriamo l”Indipendenza (1810). La chiesa cattolica in Colombia è presente sul territorio con 13 sedi metropolitane, 52 diocesi suffraganee, 10 vicariati apostolici e 1 ordinariato militare. I cattolici sono oltre 40 milioni, pari al 91% dei 44 milioni di abitanti.


(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

18 luglio 2013

Uruguay

Con l’Uruguay celebriamo la Festa della Costituzione (1830). La chiesa cattolica è presente in Uruguay con circa 2,5 milioni di fedeli, l’83% dei 3 milioni di abitanti.


(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

16 luglio 2013

AMERICA/VENEZUELA - Discepoli in un mondo multiculturale: IV Congresso Missionario Americano

Caracas – “Discepoli missionari di Gesù Cristo, in un mondo secolarizzato e multiculturale”: è questo il titolo del IV Congresso Missionario Americano (9° Congresso Missionario Latinoamericano) (CAM 4 - Comla 9) che si terrà in Venezuela dal 26 novembre al 1° dicembre 2013. Convocato dalla Conferenza Episcopale Venezuelana, organizzato dalle Pontificie Opere Missionarie e dall'Arcidiocesi di Maracaibo, il Congresso vedrà la presenza di quattromila missionari provenienti da tutta la chiesa, sia dal Venezuela che da tutto il continente.
La nota che annuncia il Congresso, inviata a Fides, ne spiega lo spirito: “I Congressi missionari sono segnati dalla necessità di fornire alle forze missionarie del continente uno spazio favorevole per condividere e approfondire la riflessione, spiritualità e le esperienze missionarie. Hanno lo scopo di rinnovare il necessario e permanente impegno delle Chiese nel continente latinoamericano, chiamate ad adempiere la missione del Signore al di là dei confini geografici, culturali e religiose.
Pertanto, la commissione incaricata di preparare il Congresso propone a tutte le Chiese locali, nei diversi paesi, un itinerario per approfondire i temi del Congresso Missionario Americano: discepolato, conversione, secolarizzazione, multiculturalismo e missione ad gentes. Diocesi, comunità, associazioni, ordini religiosi si confronteranno su queste parole-chiave in vista dell’evento che coinvolgerà fortemente tutte le Chiese dell’America Latina.


14 luglio 2013

C’è una chiamata a te...

Carissime sorelle,

Siamo invitate a lodare il Signore per il tempo che ora viviamo come Chiesa e come Istituto. In questo nostro mondo che supplica pace, fraternità e umanità, sentiamo viva, infatti, la presenza di un Dio misericordioso.
Il grido dell’umanità sofferente ci spinge a guardare ai missionari/e della prima ora e ad avere anche noi il coraggio di andare verso i più bisognosi.
La Madre ci ricorda che «I Salesiani e le FMA non hanno cominciato ad andare nella missione ad gentes quando pensavano di essere già affermati nel luogo di origine, ma quando erano poveri di personale e di mezzi, ricchi soltanto dell’amore che urgeva loro dentro. Anche oggi la nostra piccolezza, l’esiguità delle risorse umane ed economiche non sono un ostacolo per piantare altrove il seme del carisma, certe che il Signore provvederà a farlo crescere».
Care sorelle, oggi più che mai dobbiamo sensibilizzarci e sensibilizzare le nostre sorelle, i laici, i giovani, a non avere paura di andare verso i fratelli e le sorelle più bisognosi. Lì è Gesù stesso che ci aspetta per essere riconosciuto, amato, annunciato.
Oggi siamo convinte che la missione ad gentes si configura sempre più anche come inter gentes, e questa richiede slancio missionario, che è passione di testimoniare e annunciare il Regno in tutte le realtà dove ci troviamo.
Lo spirito missionario non si sviluppa, infatti, in comunità centrate su se stesse, dove i problemi interni si ingrandiscono per mancanza di un realistico riferimento alle condizioni di vita della gente.
La missionarietà s’impara da Gesù, il vero missionario del Padre, e da Maria, discepola e missionaria.
Papa Francesco ci spinge continuamente ad andare verso i più bisognosi, ad avere l’odore delle pecore, ad essere tra la gente e rendere Dio vicino con la nostra presenza, la parola ed il cuore misericordioso.
L’identità missionaria del nostro Istituto, di ogni FMA, è nata dal cuore di Don Bosco e di Madre Mazzarello. Il mandato missionario di Gesù è per tutte! Andate per tutto il mondo e annunciate la Buona Notizia. Per noi FMA, facendo esperienza di Dio (discepole) come educatrici salesiane annunciamo Cristo (missionarie).

Oggi il Signore ci chiama a servirLo nei poveri, nei migranti. Tutte/i siamo chiamati, lo afferma con insistenza Papa Francesco:
«C’è una chiamata a te, a te, a te». È una chiamata «con il nome, con una promessa: vai avanti, io sono con te, io cammino a fianco te».
Care sorelle, lasciamoci interpellare da Dio, ascoltiamo la sua Parola da discepole per essere missionarie tra la gente a cui ci invia lungo il cammino della vita e della missione.
Rimaniamo unite nella comunione e preghiera reciproca.
Con grande affetto, un abbraccio da sorella.

Sr. Alaíde Deretti
Consigliera per la Missione ad/inter gentes

Francia...

Con la Francia celebriamo la presa della Bastiglia (1789). Anche Guadalupa, Martinica, Guyana Francese, La Riunione e Nuova Caledonia celebrano lo stesso evento. In Francia i cattolici sono il 77%; in Nuova Caledonia il 52%; a Guadalupa, Martinica, Guyana Francese e La Riunione sono la maggioranza.
Con l’Iraq celebriamo la Repubblica (1958), dove i cattolici sono 300.000, meno dell’1 % della popolazione.


(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

13 luglio 2013

Montenegro

Prendiamo parte alla festa nazionale del Montenegro. I cattolici sono circa 21.500, equivalenti al 3,8% di una popolazione di 620.000.

(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)


12 luglio 2013

Immigrati e nuovi cittadini: sul sito dell’Istat un nuovo servizio informativo dedicato agli immigrati

Il nuovo sistema nasce con l’obiettivo di raccogliere in un unico punto di accesso multifonte tutti i dati e le statistiche riguardanti il fenomeno migratorio, al fine di renderle più facilmente accessibili e fruibili.
Il sistema è diviso in aree tematiche - popolazione e famiglie; salute e sanità; lavoro; istruzione e formazione; condizioni economiche delle famiglie e disuguaglianze; assistenza; partecipazione sociale; criminalità. All'interno di ciascuna area sono rese disponibili informazioni integrate, tratte da diverse rilevazioni ed elaborazioni realizzate dall'Istat.
Mappe, grafici dinamici e tavole multifonte permettono di osservare in maniera interattiva l'evoluzione della presenza straniera in Italia. Una parte del nuovo sistema è dedicata alle informazioni prodotte da Eurostat sulle migrazioni internazionali e sulla presenza straniera nei paesi europei.
Per rendere disponibili i dati sulle migrazioni internazionali e la presenza straniera in Italia è stato realizzato il data warehouse Immigrati.Stat, che raccoglie e sistematizza le informazioni statistiche sugli immigrati e i nuovi cittadini al fine di renderle più facilmente fruibili dalle diverse tipologie di utenti interessati (ricercatori, policy makers, giornalisti, cittadini). Si tratta di un contenitore in progress che si propone di adeguarsi nel tempo a eventuali nuove esigenze informative.
L'accesso al data warehouse è libero e gratuito. I dati sono presentati in tavole multidimensionali che offrono la possibilità di comporre tabelle e grafici personalizzati agendo sulle variabili, i periodi di riferimento e la disposizione di testate e fiancate. Il sistema è interrogabile per parola chiave, per tema e per territorio. Un ampio apparato di metadati agevola il reperimento e la comprensione delle statistiche da parte degli utenti.
"Immigrati e nuovi cittadini" si pone anche come punto di raccordo tra enti che raccolgono e diffondono informazioni sul fenomeno e utenti. Un'ampia sezione è rivolta proprio ai progetti che l'Istat sta portando avanti insieme ad alcuni importanti soggetti del Sistan.


IN DECINE DI MIGLIAIA RITORNANO NEI LORO VILLAGGI

Nei primi mesi di quest’anno decine di migliaia di rifugiati e sfollati sono potuti tornare nei loro villaggi e nelle loro case in Somalia: lo calcola l’Alto commissariato dell’Onu per i rifugiati (Acnur/Unhcr), sostenendo che per il paese del Corno d’Africa questo è “un momento di speranza”.
Nel suo ultimo rapporto l’agenzia delle Nazioni Unite stima che nel 2013 siano già rientrate volontariamente in Somalia circa 20.000 persone. Altre 16.000 sarebbero tornate nelle loro case dopo essere state a lungo sfollate in altre regioni del paese.
Un impegno internazionale affinché un numero crescente di somali possa tornare nella sua terra d’origine è stato in questi giorni il tema centrale di un incontro tra Antonio Guterres, Alto commissario dell’Onu per i rifugiati, e alcuni dirigenti del ministero degli Interni del Kenya. In questo paese vivono centinaia di migliaia di profughi somali, 430.000 nel solo campo di Dadaab. Secondo Guterres, Acnur e Kenya lavoreranno insieme per favorire il graduale ritorno in Somalia di altre 60.000 persone.
Nel paese del Corno d’Africa scontri armati e violenze sono divenuti meno frequenti dopo che nel 2011 l’offensiva di una missione africana ha sottratto ai ribelli di Al Shabaab il controllo di alcune città chiave. Alle operazioni militari stanno partecipando migliaia di soldati inviati da Nairobi, che accusa ora Al Shabaab di utilizzare Daadab e altri campi profughi come base logistica per organizzare attentati in Kenya.


Kiribati e São Tomé e Príncipe

Con Kiribati festeggiamo l’Indipendenza (1979). I cattolici sono circa 54.000 su 98.989 abitanti.
Anche con São Tomé e Príncipe celebriamo l’Indipendenza (1975). I cattolici sono circa 110.000 su un totale di 150.000 abitanti.


(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

11 luglio 2013

Mongolia

Con la Mongolia celebriamo la Festa dell’Indipendenza (1921). La chiesa cattolica è presente nel paese con una prefettura apostolica, che comprende diverse missioni. I cattolici sono 760 su una popolazione di 2 milioni.


(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

10 luglio 2013

Bahamas

Con le Bahamas celebriamo l’Indipendenza (1973). La chiesa cattolica vi è presente con un’arcidiocesi e 48.168 cattolici (15%); la popolazione totale è di 320.655 abitanti.


(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

9 luglio 2013

Sull'immigrazione ripartiamo dalla famiglia

Il presidente Belletti: "La famiglia, oltre ad essere spinta verso la migrazione, è anche fattore di integrazione e stabilizzazione per i migranti"

ROMA - “Chi ha pianto per la morte di questi fratelli e sorelle? Chi ha pianto per queste persone che erano sulla barca? Per le giovani mamme che portavano i loro bambini? Per questi uomini che desideravano qualcosa per sostenere le proprie famiglie?”. Papa Francesco ha insistito molto, durante il suo pellegrinaggio a Lampedusa sulla dimensione familiare dei viaggi della speranza e delle tragedie che talvolta ne derivano.
«Spesso i percorsi migratori sono “progetti familiari” di ricongiungimento o di esodo dalla povertà» afferma Francesco Belletti, presidente del Forum delle Associazioni Familiari. «È quindi in chiave familiare che il fenomeno immigrazione va letto ed affrontato. La famiglia, oltre ad essere spinta verso la migrazione è anche fattore di integrazione e stabilizzazione per i migranti, fattore insostituibile di protezione per ogni persona e di promozione di responsabilità sociale. Il ricongiungimento familiare deve dunque essere considerato strumento strategico per migliorare la qualità dei processi di integrazione e di responsabilizzazione delle persone migranti.
Un obiettivo per i migranti ma anche per le popolazioni che li accolgono. Per questo rinnoviamo la proposta avanzata dal Forum alla Conferenza della famiglia del 2010 di aprire percorsi preferenziali per l’immigrazione di nuclei familiari e comunque di facilitare i ricongiungimenti ma anche di promuovere percorsi che portino al riconoscimento del diritto di cittadinanza ai nuclei familiari stabilmente residenti in Italia.
Così come è urgente una soluzione di rapida inclusione per riconoscere la cittadinanza ai bambini che, nati nel nostro Paese da genitori stranieri, crescono in tutto e per tutto da italiani, nelle nostre scuole, nei nostri oratori, nelle nostre squadre giovanili di calcio, pallavolo, ecc». «Il “familiare”conclude Belletti «è un linguaggio universale che aldilà delle culture e dei costumi, unisce e crea condivisione. La condivisione crea integrazione e convivenza pacifica».


Palau e Sud Sudan

Con Palau celebriamo la Costituzione (1979). La chiesa cattolica è presente sul territorio con 9.000 cattolici circa 41,6% dei 19.000 abitanti.
Con il Sud Sudan festeggiamo l’Indipendenza (2011). Nel 54° stato africano i cattolici sono 3 milioni (37,5%) su circa 8 milioni di abitanti. La chiesa cattolica ha in corso un importante programma di solidarietà e sviluppo messo in opera da un pool di congregazioni religiose.

(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

8 luglio 2013

Migrantes: tre parole e tre impegni dopo la visita del Papa a Lampedusa

Lampedusa - Sono tre le parole che hanno particolarmente colpito dell’omelia di Papa Francesco oggi in visita a Lampedusa: morte, indifferenza e perdono.
Morte: l’attenzione ai morti del Mediterraneo; indifferenza, la globalizzazione dell’indifferenza che chiede la globalizzazione della solidarietà. E poi perdono: la richiesta di perdono da parte di tutti noi per la morte di tanti nostri fratelli e sorelle, per il loro abbandono e per il loro sfruttamento soprattutto da parte delle nuove mafie della tratta degli esseri umani.
Possiamo leggere un parallelismo tra il discorso di Giovanni Paolo II, proprio ad Agrigento, nella Valle dei Templi, nel 1992 che riguardava soprattutto la mafia e venti anni dopo la condanna delle nuove mafie internazionali da parte dell’attuale pontefice, mafie che guadagnano sulla tratta degli esseri umani.
L’impegno che ricaviamo è quello, soprattutto, di non dimenticare, di vincere l’indifferenza anche nelle nostre comunità e una maggiore responsabilità sociale e politica dei cristiani di fronte alla tutela della dignità dei nostri fratelli e sorelle in cammino e in fuga. (Giancarlo Perego)


Papa chiede perdono per l'indifferenza verso i migranti

Lampedusa - Papa Francesco a Lampedusa chiede “perdono per l’indifferenza verso tanti fratelli e sorelle”, “perdono per chi si è accomodato, si è chiuso nel proprio benessere che porta all’anestesia del cuore”, per “coloro che con le loro decisioni a livello mondiale hanno creato situazioni che conducono a questi drammi”. Lo ha fatto durante la celebrazione eucaristica nello stadio di Lampedusa, nel suo primo viaggio fuori dalla diocesi di Roma, un viaggio storico. Un viaggio iniziato con il lancio di una corona di crisantemi nel mare di Lampedusa, un mare dove sono morti migliaia di persone negli ultimi anni, durante la loro traversata per raggiungere le coste italiane. “Immigrati morti in mare, da quelle barche che invece di essere una via di speranza sono state una via di morte”, ha detto spiegando la decisione di venire a Lampedusa: “quando alcune settimane fa ho appreso questa notizia, che purtroppo tante volte si è ripetuta, il pensiero vi è tornato continuamente come una spina nel cuore che porta sofferenza. E allora ho sentito che dovevo venire qui oggi a pregare, a compiere un gesto di vicinanza, ma anche a risvegliare le nostre coscienze perché ciò che è accaduto non si ripeta”. E commentano le letture della massa, scelte direttamente dal papa, ha detto che “tanti di noi, mi includo anch’io, siamo disorientati, non siamo più attenti al mondo in cui viviamo, non curiamo, non custodiamo quello che Dio ha creato per tutti e non siamo più capaci neppure di custodirci gli uni gli altri. E quando questo disorientamento assume le dimensioni del mondo, si giunge a tragedie come quella a cui abbiamo assistito”. Le persone morte prima di arrivare sulle nostre coste “cercavano di uscire da situazioni difficili per trovare un po’ di serenità e di pace; cercavano un posto migliore per sé e per le loro famiglie, ma hanno trovato la morte. Quante volte coloro che cercano questo non trovano comprensione, accoglienza, solidarietà! E le loro voci salgono fino a Dio!”. E a braccio ha detto che queste persone subiscono violenza a causa dei trafficanti che “sfruttano la loro povertà”. Per queste persone “la povertà degli altri è fonte di guadagno". Ha sottolineato dopo aver ricordato le parole ascoltate poco prima da un immigrato eritreo che sul molo Favaloro gli aveva detto di essere stato rapito dai trafficanti. “Chi è il responsabile del sangue di questi fratelli e sorelle? Nessuno! Tutti noi – ha detto il Papa - rispondiamo così: non sono io, io non c’entro, saranno altri, non certo io. Ma Dio chiede a ciascuno di noi: ‘Dov’è il sangue di tuo fratello che grida fino a me?’. Oggi nessuno si sente responsabile di questo; abbiamo perso il senso della responsabilità fraterna; siamo caduti nell’atteggiamento ipocrita del sacerdote e del servitore dell’altare, di cui parla Gesù nella parabola del Buon Samaritano: guardiamo il fratello mezzo morto sul ciglio della strada, forse pensiamo ‘poverino’, e continuiamo per la nostra strada, non è compito nostro; e con questo ci sentiamo a posto. La cultura del benessere, che ci porta a pensare a noi stessi, ci rende insensibili alle grida degli altri, ci fa vivere in bolle di sapone, che sono belle, ma non sono nulla, sono l’illusione del futile, del provvisorio, che porta all’indifferenza verso gli altri, anzi porta alla globalizzazione dell’indifferenza. Ci siamo abituati alla sofferenza dell’altro, non ci riguarda, non ci interessa, non è affare nostro!”. E citando la figura dell’Innominato del romanzo dei Promessi Sposi del Manzoni ha sottolineato che la “globalizzazione dell’indifferenza ci rende tutti ‘innominati’, responsabili senza nome e senza volto”. Papa Francesco, pensando ai morti si è chiesto chi ha pianto per questo fatto e per fatti come questo. “Siamo una società che ha dimenticato l’esperienza del piangere”, ha detto con forza papa Bergoglio, del “patire con”: “la globalizzazione dell’indifferenza!”. “Domandiamo al Signore – ha pregato il Papa - la grazia di piangere sulla nostra indifferenza, sulla crudeltà che c’è nel mondo, in noi, anche in coloro che nell’anonimato prendono decisioni socio-economiche che aprono la strada a drammi come questo”. Papa Francesco ha rivolto anche un pensiero e una parola “di sincera gratitudine e di incoraggiamento” agli abitanti di Lampedusa e Linosa, alle associazioni, ai volontari e alle forze di sicurezza, per aver “mostrato attenzione a persone nel loro viaggio verso qualcosa di migliore. Voi siete – ha detto - una piccola realtà, ma offrite un esempio di solidarietà!”. Ha ringraziato quindi il sindaco e l’arcivescovo di Agrigento e presidente della Commissione Cei per le Migrazioni e della Fondazione Migrantes, mons. Francesco Montenegro per l’impegno profuso e ha rivolto un pensiero ai “cari immigrati musulmani che stanno iniziando il digiuno di Ramadan, con l’augurio di abbondanti frutti spirituali. La Chiesa – ha sottolineato - vi è vicina nella ricerca di una vita più dignitosa per voi e le vostre famiglie”. Alla celebrazione hanno partecipato circa 15.000 persone. Papa Francesco era arrivato al campo sportivo dell’Isola su una campagnola scoperta, salutato al passaggio dalla folla. In prima fila, tra i fedeli, i migranti. Al termine della Messa, il Papa raggiungerà in auto la Parrocchia di San Gerlando per una breve sosta. Quindi, alle ore 12.30, lascia la Parrocchia e si trasferisce in auto all’aeroporto di Lampedusa da dove, alle ore 12.45, parte per rientrare a Roma. (Raffaele Iaria)


6 luglio 2013

Papa a Lampedusa: per il Centro Astalli la visita aiuti a risvegliare le coscienze

Roma - “Papa Francesco, fin dall'inizio del suo Pontificato, ha scelto di dare messaggi chiari e in equivoci rispetto alle priorità irrinunciabili per chi si dice cristiano: dimostrare vicinanza concreta ai rifugiati, che rischiano la vita per cercare protezione, è certamente una di queste priorità”. Così padre Giovanni La Manna, Presidente del Centro Astalli, commenta la visita che Papa Francesco farà a Lampedusa lunedì prossimo, 8 luglio. “Ai confini d'Europa – aggiunge - migliaia di uomini, donne e bambini cercano disperatamente accoglienza. Nessuna politica nazionale o regionale deve farci dimenticare che si tratta di fratelli e sorelle che meritano attenzione, cura, rispetto”. Nei primi sei mesi dell'anno 7913 persone sono sbarcate in Italia e continua “la strage” di migranti nel Canale di Sicilia. Per questo “è urgente costruire canali umanitari e rendere accessibile, in sicurezza, il diritto d'asilo per chi ne ha bisogno”, sottolinea padre La Manna: “non si può continuare a lasciare i rifugiati in balia di trafficanti senza scrupoli. La visita del Papa aiuti a svegliare le coscienze di tutti”.


Insieme al papa nel pellegrinaggio a Lampedusa: L’isola diventi una frontiera europea di accoglienza. Una dichiarazione di Marco Impagliazzo

La Comunità di Sant’Egidio accompagna il pellegrinaggio di Papa Francesco a Lampedusa rinnovando la preghiera per le vittime dei viaggi verso l’Europa e l’invito ai Governi, ai Parlamenti e alla Comunità europea a porre in essere ogni sforzo per proteggere e salvaguardare la vita e la dignità dei migranti.
La Comunità ha portato all’attenzione internazionale la terribile cifra di 19.000 persone morte nei viaggi per cercare una vita migliore dal 1988 ad oggi. Tutti dobbiamo conoscere questa tragedia e fare ogni sforzo per evitarla.
Fare dell’isola al centro del Mediterraneo una frontiera pacifica di accoglienza e non un muro di egoistico respingimento è l’obiettivo che Sant’Egidio indica a tutti gli europei di buona volontà.
L’auspicio è che il pellegrinaggio di Papa Francesco contribuisca ad aprire gli occhi di tutti su un vero dramma epocale, restituendo speranza, dignità e fiducia ai più poveri della terra”.


Comore e Malawi

Con le Comore festeggiamo l’Indipendenza (1975). Vi sono 6.000 battezzati (0,7%) su una popolazione di 800.000 persone.
Con il Malawi festeggiamo l’Indipendenza (1964). I cattolici sono 3 milioni, cioè il 19,43% dei circa 12 milioni di abitanti.


(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

5 luglio 2013

Capo Verde e Venezuela

Con Capo Verde festeggiamo l’Indipendenza (1975). Il numero dei cattolici ammonta a 550.193, pari al 93,07% della popolazione.
Con il Venezuela celebriamo l’Indipendenza (1811). I cattolici sono 25 milioni su 28 milioni di abitanti.


(dall'Agenda Biblica e Missionaria EMI)

4 luglio 2013

LECTIO DIVINA, XIII Dom, Ciclo ‘C’ (Lc 10, 1-12. 17-20)

Juan José Bartolomé, sdb

En la narración de la misión de los setenta y dos discípulos, Lucas presenta el programa de Jesús para su comunidad que va a misionar: la escasez de obreros pone en camino a quienes con su mansedumbre, pobreza de recursos, desinterés personal y decisión total, deben acercar el Reino de Dios a los hombres de forma eficaz y sensible.  La misión evangelizadora ha de ser llevada a cabo según la voluntad del que envía; la obediencia capacita al apóstol para hacer portentos.
Quien es enviado a predicar el evangelio no puede hacerlo según se le antoje; al enviado se le impone una tarea: La evangelización y las condiciones de su realización. La alegría la gana el discípulo tras regresar de la misión cumplida: satisfacer el propio deber satisface al mandado. De sus manos salieron milagros y Dios ya conoce sus nombres. La recompensa a la labor misionera no puede ser mejor. Pero más que el triunfo experimentado, tienen que valorar el que han sido ya considerados por Dios súbditos de su Reino. Lo que llena al misionero es saberse conocido por su Dios, mientras  él lo dé a conocer en el mundo.

Seguimiento:

1.  En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
2.  Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rueguen al dueño de la mies que mande obreros a su mies.
3.  ¡Pónganse en camino! Miren que los mando como corderos en medio de lobos.
4.  No lleven talega, ni alforja, ni sandalias; y no se detengan a saludar a nadie por el camino.
5.  Cuando entren  en una casa, digan primero: "Paz a esta casa".
6.  Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su  paz; si no, volverá a ustedes.
7. Quédense en la misma casa, coman y beban de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No anden cambiando de casa.
8. Si entran en un pueblo y los reciben bien, coman lo que les  pongan,
9.  Curen a los enfermos que haya, y digan: "Está cerca de ustedes el Reino de Dios."»
10. Cuando entréis en un pueblo y no los reciban, salgan a la plaza y digan:
11.  "Hasta el polvo de su pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre ustedes. De todos modos, sepan que está cerca el Reino de Dios."
12.  Les digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo.» 
17.  Los setenta y dos volvieron muy contentos y le dijeron: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.» 
18. Él les contestó: «Veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
19.  Miren: les he dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo. Y no les hará daño alguno.
20.  Sin embargo, no estén alegres porque se os someten los espíritus; estén  alegres porque sus nombres están inscritos en el cielo.»

I. Lectura: entender lo que dice el texto fijándose en cómo lo dice.

El pasaje es la crónica de la ‘segunda’ misión apostólica que Jesús realizó durante su ministerio (Lc 10,1-16; cfr. Lc 9, 1-6).
La lamentable supresión, en esta versión litúrgica, del pasaje referente al rechazo de Jesús y su grave reproche (Lc 10,13-15) junto al anuncio del rechazo de sus enviados (Lc 10, 16) priva a la instrucción de su carga dramática.
Solo Lucas menciona esta misión de los setenta y dos; la tarea encomendada y el modo de realización sigue el modelo de la primera (Lc 9,1-6); concluye, y es significativo, anotando la alegría que causó en los enviados el éxito de la misión (Lc 10,17), confirmado – y corregido – por el mismo Jesús : con ser prueba del triunfo del evangelio la victoria sobre el mal, lo que más debe interesar a quien evangeliza no son sus poderes sino su propia salvación (Lc 10,19-20). 
La misión de los setenta y dos – el número de pueblos de la tierra según Gn 10 o el de los ancianos elegidos por Moisés para ayudarle en su tarea, según Nm 24 – no está justificada: es una decisión totalmente personal de Jesús.
Para que su testimonio sea creíble, irán de dos en dos (cfr. Dt 19,15): Jesús hace que la
misión sea ‘comisión’, no tarea individual sino empeño compartido. Ha multiplicado el
número de sus enviados, no solo para enviarlos a todos los lugares donde él pensaba ir (Lc 10,1), sino también ‘porque la mies es mucha y los operarios pocos’ (Lc 10,2 Mt 9,27-28; Jn 4,35). 
Es muy significativo que la primera consigna que dé a sus enviados sea la de rezar para que aumente su número (Lc 10,2): la labor evangelizadora ha de empezar rezando, pidiendo a Dios un más nutrido grupo de evangelizadores.
Los que van se han de saber pocos en comparación con la tarea que emprenden. La han de emprender, confiándose a Dios.
El enviado no tiene tiempo que perder, sino una obediencia que cumplir: saberse mandado lo pone inmediatamente en camino.
Ha de saber que va a encontrarse amenazado y que ha de renunciar a la seguridad que dan las normales provisiones y a distraerse durante el camino (Lc 10,3-4).
Quien acoja el mensaje, podrá acoger al mensajero; quien rechace el evangelio, será rechazado, y sin contemplaciones, por el evangelizador: el enviado de Jesús vive y reposa donde el evangelio ha sido aceptado. Al apóstol de Jesús no le pertenece ni el polvo del lugar donde no se ha aceptado su predicación.  No es casual que la misión finalice cuando los misioneros dan razón de su hacer y testimonian la alegría que sienten por haber sido evangelizadores: han experimentado el poder del evangelio sobre el mal (Lc 10,17).
Jesús añade otro motivo de mayor alegría: Sus nombres están ya registrados en el libro de la vida (Ex 32,32-33; Sal 69,28; 138,16), pueden contar con estar definitivamente a salvo (Lc 10, 20).
¿Puede haber mayor recompensa para una misión de obligado cumplimiento?

II. Meditación: aplicar lo que dice el texto a nuestra vida

Acuciado por la urgencia del Reino y queriendo multiplicar su predicación, Jesús  decidió compartir su misión personal con un grupo que escogió bien. Como le preocupaba encontrar nuevos oyentes para su evangelio, vio necesario recurrir a nuevos predicadores y los buscó entre quienes ya estaban con Él.
Jesús sigue queriendo, seguidores que le precedan anunciando el Reino. Los discípulos no lo son para quedarse siempre junto a Jesús. Acabarán un día por convertirse en sus testigos. Jesús necesita de todo aquel que se precie de ser discípulo, para preparar sus caminos. Sin enviados que lo antecedan, no podrá preparar su venida ni contará con un merecido recibimiento.
Los envió de dos en dos. Sus seguidores fueron llamados para preparar su llegada con la predicación del Reino. Esa fue decisión de Jesús. Además de ser un episodio histórico, nos descubre uno de los elementos más importantes, y menos atendidos de la naturaleza del discipulado: Jesús convierte a sus seguidores en misioneros. Envía a quienes conoce: apóstoles son solo los que le han estado con Jesús y son sus enviados.
El envío supone la obediencia de los enviados. Jesús piensa en quienes han convivido con Él para que sean  sus lugartenientes.  El discípulo de Jesús, tarde o temprano, será enviado al mundo en su lugar y con su poder.
Pensemos: El mundo, como la Galilea en los tiempos de Jesús, necesita de Dios; faltan testigos que lo anuncien. La escasez fue, y es, tan grande hoy como ayer.
Jesús quiso que se rezara al Dueño de la mies, para pedirle trabajadores. La oración es una exigencia para la misión. Jesús manda que oren aquellos que van a ser enviados: pedir operarios no exime de ir a trabajar; más bien, la oración es la mejor preparación, la etapa previa, antes de ser enviados.
No lo deberíamos olvidar todos los que, por ser seguidores de Jesús, somos o seremos un día sus enviados. Los evangelizadores deben rezar antes de evangelizar. Preguntémonos
si podemos contentarnos con pedir que Dios mande apóstoles al mundo, negándonos a ser nosotros los enviados.
¿Nos disponemos desde la oración y el contacto con la Palabra a ser misioneros, aquí y ahora?  Si somos buenos discípulos de Jesús, tenemos que sentirnos llamados a representarlo en el mundo.
Jesús no quiere a su lado discípulos miedosos. Él quiere gente que esté dispuesta a ir donde sea necesario, sin exigencias, con generosidad y valentía.
No nos quedemos tranquilos pidiendo que venga el Reino de Dios a nosotros, sin ofrecernos a construirlo ya y donde Él nos necesite. Es tanta  la necesidad que tiene el mundo  de Dios, ¿por qué no nos sentimos también enviados y nos damos a la misión con todas nuestras posibilidades?
Lo primero que ordenó Jesús a quienes iba a enviar fue rezar para que Dios mandara operarios a su mies. Está claro que una manera de saberse enviado es haber sentido la necesidad de pedir misioneros para nuestro mundo.
Que no nos duela ver lo alejado que está el mundo de Dios, sino que nuestra oración la acompañemos de la disponibilidad para ir también nosotros a predicar a Jesús y su evangelio.
A los que Jesús envía al mundo, los ha hecho, primero, sus confidentes, pues ha compartido su vida y su oración con ellos; después los ha convertido en sus representantes. Los aconseja para que puedan llevar adelante la misión nada fácil de realizar, porque van como ovejas entre lobos…
Los apóstoles de Jesús se sentirán acosados y no tendrán grandes seguridades; irán  ligeros de equipaje, sin más provisiones que la paz y la urgencia de hacer presente el Reino de Dios. Eso les bastará y les llenará su corazón.
Si nos dedicamos a Dios por entero, Él nos cuidará; esta es su promesa. Tendremos nuestro hogar donde sea acogida su Palabra; descansaremos donde hay quien la acepte.
Pueden parecer duras e inauditas lo que Jesús pide a quienes va a enviar a la misión; el problema no es que sean duras las condiciones que impone Jesús a sus apóstoles sino que por no llevar el Reino de Dios en el corazón, no nos sentimos capaces de vivir tales exigencias, ni valoramos lo suficiente lo que es misionar con Cristo y como Él lo hizo.
Jesús le propone al evangelizador el desprendimiento, pero no hay pobreza para quien tiene el Reino en su corazón y en sus manos.

III:  ORAMOS   nuestra vida desde este texto

Dios Bueno, gracias porque has querido que tu Hijo compartiera con nosotros su misión. Gracias porque donde Él nos envía a misionar para hacer presente tu Reino está nuestro lugar, y es ahí donde tenemos que sentirnos felices. Ayúdanos a hacer nuestros tus proyectos, y que con la fuerza de tu Espíritu, sepamos desprendernos de lo que no nos deja misionar,  ‘como Él lo hizo’.

Que seamos valientes. Haznos no solo buenos discípulos, sino testigos creíbles, que de la mano de María, tu Madre y  la Madre de todos los evangelizadores,  no nos cansemos de hacer presente tu Reino siempre y donde sea.  ¡Así sea!