Los Patriarcas de las Iglesias de Oriente Medio han enviado mensajes de
bienvenida a Benedicto XVI, en vista del viaje apostólico a El Líbano, del 14
al 16 de septiembre próximos. Se trata de siete documentos, publicados
en el sitio web oficial de la visita papal, en donde se resalta "la gran
expectativa" por un evento desde ya definido "histórico". Los
Patriarcas formulan votos para que la visita a El Líbano, 15 años después de
aquella de Juan Pablo II, “pueda dar un renovado impulso a las esperanzas de
paz, diálogo y desarrollo para los pueblos de Oriente Medio”.
“Santo Padre, escribe el Patriarca maronita Béchara Boutros Rai, Ud. vendrá
a El Líbano como peregrino de solidaridad y de caridad”. “Su visita,
agrega, alentará a cuantos se encuentran oprimidos en su libertad y en su
dignidad”. “Vendrá como peregrino de unidad y de paz para todos los pueblos de
Oriente Medio”. “Nosotros -concluye- esperamos con fervor el momento de la
visita, que hará vivir a nuestro País y a la región momentos intensos de
oración, reconciliación y de fructífera apertura hacia los otros”.
Sobre el tema de la paz se detiene también el Patriarca de Cilicia de los
Armenios, Nersès Bébros XIX, que ve en la visita del Papa una invitación a
recorrer “un camino posible para cambiar el rostro de las sociedades
mediorientales". El Patriarca reflexiona sobre la inseguridad que
caracteriza la realidad de Oriente Medio y por tanto auspicia que los
cristianos sean “agentes de paz y colaboración”, también con respecto al
“movimiento por la democracia y la responsabilidad política” en la región.
Por su parte, el Patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal, pone en
evidencia que todo Oriente Medio, “viviendo en difíciles condiciones”, tiene
necesidad de “escuchar la voz” del Papa, “su magisterio, su oración y su
participación para con todos aquellos que sufren”. “Particularmente
importante, subraya el mensaje, será la entrega de la Exhortación apostólica
post-sinodal que ayudará a los cristianos de Oriente Medio a ser signo de
comunión y testimonio”. “Nuestro augurio, concluye Mons. Twal, es que la visita
a El Líbano refuerce la esperanza de los cristianos, el proceso del diálogo
cristiano- islámico y los valores de la justicia y de la paz”.
Gratitud al Papa viene manifestada por el Patriarca de Babilonia de los
Caldeos, Emmanuel III Delly, que puntualiza cómo Benedicto XVI “haya siempre
alzado su voz por la paz y la reconciliación, de las que todo Oriente Medio,
marcado por guerras y violencia, tiene gran necesidad”. “El viaje a El
Líbano -es la esperanza del Patriarca- sembrará por todas partes la fraternidad
y el dialogo constructivo”. “Nosotros cristianos, se lee, tenemos una gran
necesidad de la unidad, del diálogo y del compromiso colectivo”. “Y una ayuda
en este sentido podrá surgir de la Exhortación post-sinodal para Oriente
Medio”.
También el Patriarca melquita Gregorios III desea que la visita papal ayude
“a construir la paz y a alejar los temores de la Islamofobia y del
Anticristianismo” reforzando “la convivencia común y los valores de la libertad
religiosa, de culto y de consciencia”. El Patriarca remarca que la
Exhortación post-sinodal ayudará a los cristianos libaneses y de todo el mundo
árabe a comprender “el propio papel, la propia misión y el propio testimonio”
en Países de mayoría musulmana. Una vez más recalca la urgencia de resolver el
conflicto palestino-israelí. Y subraya el papel que la Santa Sede, con su
liderazgo moral y diplomático, puede ejercer para que “se llegue a un pleno
reconocimiento internacional del Estado de Palestina”.
De la gran expectativa por la visita habla también el Patriarca Copto Anba
Boulos Najib. “En un tiempo marcado por la inestabilidad, se lee en su
mensaje, la visita del Papa podrá volver a colmar los corazones de la gente de
gozo y de tranquilidad radicando a los cristianos en el camino de esperanza al
cual han sido llamados”.
“Su visita, escribe el Patriarca de los siro-católicos, Ignace Youssef III
Younan, nos inspirará valor ahí donde hay temor, claridad donde hay confusión”.
De esta manera recuerda la terrible masacre ocurrida en la catedral
siro-católica de Bagdad hace dos años. “Aquella masacre, escribe el Patriarca
de Antioquía de los sirios, nos recuerda cómo el anuncio del Evangelio sea
testimonio y martirio al mismo tiempo”. “Una vocación, acota, que nuestra
Iglesia comparte hoy como en el pasado con las Iglesias hermanas, teniendo
también en cuenta los acontecimientos en Siria que evocan y amenazan con
repetir la tragedia de Irak”. Finalmente el Patriarca espera que, también
gracias a la visita de Benedicto XVI a El Líbano, "los derechos de los
cristianos sean respetados, en particular su derecho a la libertad
religiosa".
(Raúl Cabrera-RV)
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