(RV).- El Congreso Iglesia en América, dio inicio en el Vaticano, a 15 años
del Sínodo convocado por el beato Juan Pablo II.
“Nos interesará especialmente en este Congreso retomar las intuiciones
proféticas del Beato Juan Pablo II y los contenidos fundamentales de la
Exhortación Ecclesia in America, así como intensificar las relaciones de
comunión y colaboración entre la Iglesia de Canadá y de Estados Unidos con las
Iglesias de América Latina para afrontar problemas y desafíos comunes que se
plantean a la misión de la Iglesia en el continente americano”, dijo el
Cardenal Marc. Ouellet, presidente de la Comisión Pontificia para
América Latina, en su bienvenida a los 250 participantes del sur, centro y
norte del continente Americano.
Por su parte, en su intervención en la apertura del Congreso el Dr. Guzmán
Carriquiry expresó entre otras cosas: “El tema escogido por el Papa para esa
Asamblea sinodal fue de jerarquizada y ordenada articulación, que marcaba
claramente sus prioridades: “El encuentro con Jesucristo vivo, camino para la
conversión, la comunión y la solidaridad en América”. No en vano, la
Asamblea sinodal y la Exhortación apostólica se colocan “dentro del marco de la
nueva evangelización”. Las relaciones más intensas de comunión y cooperación
entre las Iglesias tiene como objetivo fundamental la promoción de la “nueva
evangelización” en todo el continente americano. En efecto, “el mayor don que América ha recibido
del Señor – se lee en la Ecclesia in America, n. 14 -es la fe, que ha ido
forjando su identidad cristiana”. La tradición católica se fue transmitiendo
sea en Canadá, que en Estados Unidos y en América Latina, por vías muy diversas
y conforme a modalidades muy distintas de inculturación. Se puede afirmar que
ella constituye un patrimonio de gran valor para la vida y la cultura de los
pueblos de todo el continente. Sin embargo, sabemos bien que no se vive más de
rentas de dicho patrimonio, pues éste ha ido sufriendo un intenso proceso de
erosión.”
Continua
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