Khartoum (Sudán): “Estamos al borde de la guerra entre
ambos Sudán, que amenaza con provocar una catástrofe”, afirma Cáritas
Internacional que teme que la inminente guerra entre Sudán y Sudán del Sur
traerá graves consecuencias humanitarias para ambos países.
Sudán del Sur se independizó de Sudán el pasado julio
siguiendo el voto popular. Fue la culminación del Acuerdo de Paz Global de 2005
que acabó con dos décadas de guerra, sin embargo, las áreas de contención que
incluyen la demarcación de la frontera, el estatus de las áreas disputadas en
Abyei, Kordofan Sur y Nilo Azul y los derechos del petróleo todavía no fueron
resueltos.
La confederación de Cáritas de más de 160 agencias de ayuda católicas está también preocupada por el uso de una retórica extrema por los oficiales y que está incitando a un clima de temor. Los ataques en Sudán contra los cristianos tales como el saqueo de la Iglesia Presbiteriana Evangélica en Jartum el sábado pasado son profundamente preocupantes.
La confederación de Cáritas de más de 160 agencias de ayuda católicas está también preocupada por el uso de una retórica extrema por los oficiales y que está incitando a un clima de temor. Los ataques en Sudán contra los cristianos tales como el saqueo de la Iglesia Presbiteriana Evangélica en Jartum el sábado pasado son profundamente preocupantes.
El secretario general de Cáritas Internacional Michel Roy
afirma: "Caritas llama a Sudán y Sudán del Sur para detener las acciones
militares en la frontera. No es demasiado tarde para ambos gobiernos buscar el
momento que lleve a evitar la guerra. La paz sólo se puede lograr volviendo a
la mesa de negociación y la completa implementación del Acuerdo de Paz
Global".
"La comunidad internacional fracasó en actuar
decisivamente para evitar una escalada hacia la guerra. Deben seguir adelante
con sus compromisos para asegurar que todos los temas pendientes se resuelven
pacíficamente". "Dos millones de personas murieron en la pasada
guerra".
"Ambas partes deben ejercer la moderación. Tienen un deber con su pueblo y deben asegurar su seguridad. Esto incluye refrenar el lenguaje encendido que incita a la violencia contra las minorías”.
Cáritas Internacional permanece en solidaridad con el pueblo de Sudán y Sudán del Sur. Estamos comprometidos en apoyar los esfuerzos de la Iglesia en proporcionar asistencia humanitaria y fomentar la paz entre las dos naciones".
"Ambas partes deben ejercer la moderación. Tienen un deber con su pueblo y deben asegurar su seguridad. Esto incluye refrenar el lenguaje encendido que incita a la violencia contra las minorías”.
Cáritas Internacional permanece en solidaridad con el pueblo de Sudán y Sudán del Sur. Estamos comprometidos en apoyar los esfuerzos de la Iglesia en proporcionar asistencia humanitaria y fomentar la paz entre las dos naciones".
El comunicado de Cáritas expresa también preocupación por
la situación en Darfur, la región occidental de Sudán, donde actúan una serie
de movimientos guerrilleros que luchan contra el ejército sudanés y las
milicias afiliadas a dicho ejercito, donde fue cerrada la oficina de la
organización de caridad de la Iglesia que “daba atención a 500.000 personas
proporcionando alimentos, agua potable, asistencia médica y mucho más”.
Mientras en la zona de Heglig se abrió un nuevo frente
humanitario, ocupada por las tropas de Sudán del Sur y reconquistada más tarde
por Khartoum tras una ardua lucha.“Las personas desplazadas de la zona de
Heglig podría ser unas 35.000, pero es una cifra difícil de confirmar, ya que
no se puede acceder a la zona actualmente”, dijo Patrick Nicholson, de Cáritas
Internacional a la Agencia Fides.
Cáritas está preocupada por la precaria situación de los
500.000 ciudadanos originarios del sur de Sudán que viven en Sudán. El 8 de
abril terminó la fecha límite impuesta por Khartoum: o se registran como
residentes en Sudán o regresan a Sudán del Sur.
Se teme que estas personas se vean obligadas a un regreso
masivo, que en parte ya está en marcha. “Por último, cabe señalar que los
movimientos guerrilleros que actúan en algunos Estados de Sudán del Sur, como
Jonglei, generan más refugiados”, recuerda Nicholson.
Fuente: www.aica.org
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