El encuentro entre la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) y la naciente Red Eclesial de la Cuenca del Congo (REBAC), realizada en París, en el marco de la COP21, fue una oportunidad para estrechar lazos entre las prácticas realizadas en la defensa y preservación de estos dos grandes pulmones verdes del planeta tierra, como nos lo recordó el Papa Francisco, en su encíclica “Laudato Si”.
De hecho, con la deforestación realizada por los seres humanos -de modo especial por las grandes empresas, como forma de colocar todos los bienes naturales al servicio de sus objetivos de crecimiento económico sin fin-, quedan pocas áreas de bosques o selvas naturales. Y todo eso, influye en el aumento constante de la temperatura, en los desequilibrios hídricos y en los cambios climáticos.
Los pueblos de estas cuencas todavía vivas, no pueden dejarse engañar por las propuestas que pretenden talar todos los bosques que aún están de pié, con el argumento que servirá para su crecimiento económico. Menos aún pueden aceptar, nuevamente bajo el engaño de un falso crecimiento, que estos biomas sean destruidos por grandes proyectos de grandes empresas. Sería una locura, ya que agravaría los desequilibrios climáticos y tornaría muy difícil las condiciones para todos los seres vivos.
En ese contexto desafiante, la misión de la REPAM y la REBAC es estar al servicio de los pueblos de la Pan-Amazonía y de la Cuenca del Congo. Buscando, junto ellos, formas de convivencia con esta rica biodiversidad; desarrollando iniciativas económicas junto con los bosques y el agua, evitando la deforestación y la muerte de los ríos y lagos. Junto con eso, es parte de su misión también, denunciar a los grupos económicos y gobiernos que desean repetir en estos biomas, lo que ya hicieron en otras regiones para explotar la naturaleza hasta su muerte.
El mensaje y la mística cristiana, en diálogo y armonía con las espiritualidades de los pueblos originarios, pueden generar inspiración y fuerza para apostar por formas de cooperación entre las personas, comunidades y pueblos, en convivencia armoniosa con la Amazonía y la Cuenca del Congo.