Guanajuato – El
Obispo de la diócesis de Celaya, en el estado de Guanajuato (México), Su Exc.
Mons. José Benjamín Castillo Plascencia, ha pedido públicamente al
Ayuntamiento que no cierre la casa de acogida para migrantes “Manos Abiertas a los
Necesitados”, y ha denunciado que la falta de un requisito, como lo es el
permiso de uso de suelo, se convierta en un pretexto para que se deje de dar un
servicio que es tan necesario.
La nota enviada a
Fides por una fuente local refiere las palabras del obispo pronunciadas durante
un encuentro con periodistas: “Yo creo que hay que prestar ayuda y facilitar
las cosas, le haría una invitación al municipio para que se 'ponga las pilas' y
vea que son necesidades sociales importantes, yo creo que tenemos que ayudar a
los migrantes porque no es un problema sencillo, no hace mucha gracia quitar un
servicio, por el contrario, si por algún motivo no es el lugar adecuado, que se
ofrezca otro lugar. Hasta ahora nuestra ayuda a los migrantes ha sido
muy escasa, el problema de la migración ya es muy reconocido y controvertido,
hasta ahora no hemos conseguido fijar nuestras leyes ni tampoco los Estados
Unidos de América, y ahora se han metido en medio también los mafiosos… todo se
complica, tenemos que buscar solucionar el problema y cerrar este servicio no
es una solución”.
Guanajuato es la
capital del homónimo estado de México, y se encuentra a 370 km al noroeste de
Ciudad de México; en 2005 la población era de 70.798 habitantes. A
finales del mes de abril un grupo de religiosos que defienden los derechos
humanos y de los emigrantes, encabezados por el padre Alejandro Solalinde
visitaron el albergue “Manos abiertas a los necesitados”, que en poco más de un
año de servicio ha acogido a más de 3.200 emigrantes en tránsito hacia la
frontera Norte y de los Estados Unidos.
En la ciudad no
se producen acciones contra los emigrantes, no hay señalaciones de extorsiones
contra los migrantes o de abusos por parte de la policía. Alberto Perez
Quiroga, presidente de la Comisión de Seguridad de la ciudad, ha dicho a la
prensa local: “En Celaya trabajamos de la mano con el Instituto de Migración
para tratar el tema del paso de los migrantes. Según el informe de Seguridad
Pública que tenemos, se actúa sólo repatriando a los migrantes que no tienen
permiso, dado que muchos quieren quedarse en Celaya. Nuestra acción no es
específicamente contra los migrantes, es contra las personas que no pueden
vivir vendiendo o pidiendo dinero por las calles”.
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