1 giugno 2016

La REPAM, comprometida con los derechos humanos

Desde su origen, la Red Eclesial Pan-Amazónica (REPAM) se ha identificado con los clamores de las poblaciones del bioma pan-amazónico –compuesto por nueve países latinoamericanos: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela–, asumiendo el llamado del papa Francisco a “custodiar toda la creación, la belleza de la creación, como se nos dice en el libro del Génesis y como nos muestra san Francisco de Asís: es tener respeto por todas las criaturas de Dios y por el entorno en el que vivimos” (19 de marzo de 2013).

Asumiendo íntegramente la defensa y el cuidado de la “casa común” como lo propone el obispo de Roma en Laudato Si’, la Escuela de Derechos Humanos de la REPAM, realizada en Quito (Ecuador) durante cinco semanas –entre abril y mayo de 2016–, apuntó a la promoción, la defensa y la exigibilidad de los derechos humanos en la Pan-Amazonía, que incluye el derecho a la vida, a la salud, al territorio, a la autodeterminación, entre otros, frecuentemente amenazados por los intereses de la agro-industria, de las mega-estructuras, y de otras formas de reducción de la identidad y de los ímpetus del “buen vivir” de las poblaciones originarias, ribereñas y campesinas, principalmente, amén de las situaciones de persecución a los defensores de los derechos de las poblaciones que habitan el bioma pan-amazónico.

Ante esto, “la apuesta de la REPAM es la creación de un proceso de formación de líderes comunitarios y agentes pastorales en el territorio amazónico, quienes tienen una larga trayectoria de defensa y de esta manera responden a los retos destacados por el Papa”.

Para ello, la Escuela de Derechos Humanos contempló cinco módulos temáticos: (1) identidad y visión pan-amazónica; (2) derechos colectivos; (3) sistema internacional y regional de derechos humanos; (4) documentación de casos; e (5) incidencia política.

25 líderes y representantes de poblaciones pan-amazónicas de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú, participan en esta propuesta que contempla tres fases: (1) formación; (2) levantamiento de informaciones; y (3) incidencia formal en instancias internacionales.

En este sentido, la Escuela de Derechos Humanos no se limita a capacitar a sus participantes, sino que también acompaña las acciones que buscan impactar a las regiones de donde provienen, a favor de la vida y la dignidad del ser humano, en defensa de la Madre Tierra. Así, “los 12 casos presentados serán acompañados de una manera concreta por la Iglesia, ya que la participación involucra a binas de dirigentes y agentes de pastoral para propiciar un acompañamiento y cercanía por parte de la Iglesia local, que en la mayoría de los casos, ya es un hecho”.

Cabe destacar que “los participantes han sido seleccionados bajo criterios de experiencia en la defensa de casos con alta vulneración de derechos de la población y del ambiente. Así mismo, [teniendo en cuenta] que tengan fuerte arraigo con su territorio, compromiso con la Iglesia y sus comunidades, y asuman la responsabilidad de replicar en su entorno el aprendizaje recibido en la Escuela”.

De este modo, la Escuela de Derechos Humanos de la REPAM se sitúa en consonancia con el clamor de los obispos latinoamericanos y caribeños en Aparecida desde una perspectiva pastoral y en clave de ciudadanía: “crear conciencia en las Américas sobre la importancia de la Amazonía para toda la humanidad. Establecer, entre las Iglesias locales de diversos países sudamericanos, que están en la cuenca amazónica, una pastoral de conjunto con prioridades diferenciadas para crear un modelo de desarrollo que privilegie a los pobres y sirva al bien común” (DA 475).



Autor: Dpto. de Comunicación y Prensa del CELAM
Fuentes: redamazonica.org, caritas.org
Foto: Cáritas Ecuador

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