Del 3 al 29 de Enero de 2017 se realizaron en nuestra Inspectoría, las misiones de verano, llevadas adelante por 10 grupos de misioneros de nuestra familia salesiana. El cronograma fue el siguiente: Del 3 al 11, Misión en Pilolil (Neuquén); del 4 al 6, Misión en Atreuco (Nqn.); del 4 al 16, Misión en Aucapán (Nqn.); del 7 al 15, Valcheta (Chubut); del 9 al 14, Misión en Carrilil (Nqn.); del 14 al 22, Misión en Trailatué (Nqn.); del 16 al 23, Misión en Bajada del Diablo (Chubut); del 16 al 20, Misión SSCC en Junín de los Andes (Nqn.); del 20 al 27, Misión en Chacay Oeste (Chubut) ; del 22 al 29, Misión en Ruca Choroi (Nqn.).
Es con mucha alegría que compartimos este gran movimiento misionero, así como la gran variedad de grupos de nuestra familia salesiana, que se suman y participan de las experiencias y servicios misioneros:
La misión en Aucupán que estuvo acompañada por dos grupos: uno que llegó desde La Boca, en Buenos Aires, y otro conformado por los animadores del Oratorio de Junín de los Andes, Neuquén. Esta experiencia fue acompañada también por una chica de San Justo y un voluntario SDB. Fue el segundo año de misión en el lugar, esta vez el tema que se compartió, siguiendo el itinerario misionero fue el tema de la “Comunidad”, bajo el lema, “Jesús nos reúne.” Se realizaron visitas a las casas, oratorio, encuentros con jóvenes (que contó con mucha participación), y como la Epifanía fue en esos días, también se hizo la representación del pesebre con la llegada de los Reyes, ¡de a caballo y todo! El cierre se hizo con un encuentro familiar, donde no faltó el asado, ni los juegos camperos.
La misión en Carrilil fue acompañada por el grupo del voluntariado Vides, conformado por jóvenes de Bahía Blanca. Las hermanas de la Casa Misión “Ragni Wuenu Ñuke” ofrecieron el lugar para que pueda alojarse el grupo, y también el traslado hasta el lugar, ya que distaba a unos 8 km., distancia que se recorría cada día para realizar las visitas. La acogida fue muy linda por parte de todos, y se recibió con mucha alegría la vuelta de las misiones al lugar (durante algún tiempo no hubo misiones allí), ya que en octubre un grupo de jóvenes de Junín de los Andes, acompañado por una hermana, los habían visitado; manifestando gran reconocimiento por las hermanas de Ruca, que durante muchos años estuvieron acompañándolos. El lema que acompañó, las visitas y el encuentro con las familias, fue “Dios es familia”, compartiendo La Palabra, una bendición u oración en cada casa. Al concluir el día, los voluntarios llevaban adelante un programa de radio, donde se sucedían los mensajes, alguna reflexión, cantos, y saludos. El cierre de la misión se realizó con una misa y bautismo, en el salón comunitario de Carrilil, a la que siguieron una merienda, juegos y sorteos.
Misión Bajada del Diablo
El grupo misionero Ceferino de la Comunidad Ángela Vallese, de Trelew, visitó las zonas de Bajada del Diablo, El Puntudo, Bajada Moreno y Mirasol Chico. Desde hace cinco años el grupo recorrre estos caminos visitando alrededor de 25 pobladores. Este año el grupo se trasladó en dos vehículos lo que facilitó y agilizó las visitas. Cada día se visitaban dos o tres casas, aunque había un itinerario armado, donde la noche llegaba allí se dormía (en las casas o en las carpas que siempre llevan!). Este año se inició con las fichas propuestas para los grupos misioneros. Se compartía La Palabra, una oración y celebraciones. La acogida en todas las casas fue muy cariñosa, sobre todo porque los recorridos son muy grandes para llegar a las familias, o casas donde muchas veces vive sólo una persona. La gratitud de cada uno de ellos “cuidadores de la tierra”, y el encuentro con la soledad de la meseta, y las políticas gubernamentales que toman decisiones sin considerar a las personas de estos lugares, cuestionan e interpelan fuertemente el servicio.
Misión SSCC
De gran significatividad ha sido también la misión de Junín de los Andes, donde los Salesianos Cooperadores han llevado adelante por segundo año consecutivo su misión, encuadrada en un proyecto trienal dirigido a SSCC de distintos grupos, en un servicio de verano. La misión se realizó en el Barrio de las 101 Viviendas, participaron 12 cooperadores (4 de Bahía Blanca, 1 de Trelew, 4 de Cipolletti, 1 de Neuquén, 1 de Chos Malal, y un joven del MJS de Cipolletti, hijo de una SSCC), además de la presencia del Delegado Inspectorial de los SSCC, P. Guillermo Tanos. Se unieron en la ciudad dos jóvenes formoseñas del Grupo Mallín, que compartieron las actividades propuestas. Todos los Centros de la Provincia de los SSCC contribuyeron con aportes económicos, y quienes no pudieron asistir acompañaron con oraciones. Cada mañana inició un con un momento de oración grupal, a lo que seguían las compras para la comida del día, y la organización de las actividades para la tarde y su merienda. En las mañanas también hubo tiempo para realizar algunas visitas a los lugares significativos para la Familia Salesiana: visita guiada al Santuario de la Virgen de las Nieves y Laura Vicuña, al Via Christi, ambas acompañadas por las Hnas. Yolanda Silva y Elda Scalco; visita a San Ignacio, con el padre párroco de Junín de los Andes, teniendo un momento de oración en la Capilla dedicada a Ceferino, y visitando el cerro sagrado de los mapuches del lugar, como así también la tumba de la mamá de Ceferino, concluyendo en la capilla que era punto de apoyo de los viajes misioneros del P. Mateos. La visita al barrio se vió enmarcada en la alegría del reencuentro, al ver que en verdad se cumplía la promesa de regresar. Se retomaron los lazos con las familias, hubo presentación de nuevos misioneros. Se realizaron oratorios con talleres de manualidades; con las mamás talleres de huerta familiar, gimnasia, cerámica fría, entre otras cosas. Cada día concluía con la merienda, que se realizaba al aire libre, ya que no hay salones cerrados. El cierre se hizo con una misa, donde se bautizó a uno de los chicos del oratorio, y a la que siguió un festejo con choripanes, torta y regalitos. En el grupo se destacó en todo momento el clima de familia, colaboración, alegría y entusiasmo, como la adaptación la realidad misionera, siendo un tiempo de profundización de la espiritualidad salesiana.
Misión Atreuco
La misión de Atreuco, acompañada por una hermana salesiana, y animada por el grupo de jóvenes misioneros también visitó familias en Atreuco Arriba y Atreuco Abajo, durante esos días se sucedieron momentos de oración, juegos y celebraciones. En esta misión estuvo presente también un voluntario del Vides Internacional que realizó su servicio mensual en la ciudad de Junín de los Andes, durante el mes de enero.
Misión Valcheta
La misión en Valcheta se realizó en el Barrio de la Capilla Medalla Milagrosa, participaron dos Hijas de María Auxiliadora, y ocho jóvenes del Grupo Juvenil de Valcheta, animados por el P. Eric Izabayo, de la Congregación “Misioneros de los Sagrados Corazones”. Se visitaron cuarenta familias de la comunidad, en su mayoría evangélicos, pero que acogieron muy bien a los misioneros, ya que en su mayoría habían sido católicos. Las pocas familias católicas no son practicantes, viven su fe devocional, pero pocas veces van a misa. Cada día a las 9 hs., se iniciaba el encuentro en la casa-que las hermanas poseen para gente que está de paso-, donde se congregaban los jóvenes para compartir un largo rato de oración, acompañados de mate y escucha de La Palabra que se elegía en base al calendario que el P. Obispo Esteban Laxague prepara cada año para la gente que se visita. También se compartía la Carta del Papa “Laudato sii”, algo que movilizó a los jóvenes. En dos grupos se visitaba a las familias, donde no faltaba el mate, ni la oración compartida, se celebraba La Palabra, se hacían bendiciones a las casas y personas. Sobre el mediodía se regresaba a la casa, a razón del calor imperante, y se retomaban las actividades sobre las 17 hs., hasta las 20 hs. en que se concluía el día con la Eucaristía. El día 15 de enero, el P. Obispo celebró misa por todos los grupos misioneros, aunque varios ya había regresado a sus hogares, hubo tiempo para compartir con los misioneros que había hecho su misión en Sierra Pailemán, en la Agüada Cecilio, en Paja Alta, y en Arroyo Salado. El cierre de la misión se hizo con un rico almuerzo al que se unieron 10 seminaristas de los “Misioneros de los Sagrados Corazones”, que el mes siguiente misionarían los parajes que éste grupo no llegó a visitar. Para todos fue un tiempo de paz y alegría, con un buen clima de reflexión, oración y silencio respetuoso en escucha. El grupo recibió la bendición de los hermanos evangélicos, y agradecieron la presencia, y para el grupo el ser presencia que promueve el diálogo, la paz y el encuentro.
Una particularidad que se dio fue que el grupo misionero no era el que habitualmente acompaña la Hna. Cristina Carrizo, ya que el grupo de jóvenes de Conesa (de donde son las hermanas salesianas), por diversos motivos no pudieron organizarse para asistir a la misión; sino que fue un grupo que acompaña el P. Erik y que era del lugar mismo de la misión. Todo fue providencial.
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