- MSF presenta su memoria anual con el foco puesto en las grandes diásporas actuales
- Hay 33,3 millones de desplazados, 16,7 de refugiados y 232 de inmigrantes
- Se trata del récord histórico de movimiento de población, superando a la II Guerra Mundial
- La vivienda más construida en lo que va de año es el plástico de Acnur
FOTO: ALBERTO ROJAS / VÍDEO: AGUS MORALES / ANNA SURINYACH / MÉDICOS SIN FRONTERAS
Aunque no hace referencia a un punto concreto del planeta, la 'ciudad refugio', suma de todos los campos de refugiados del mundo, es más grande que Tokio (36 millones de personas), que Shanghái (14) o que Nueva York (ocho). Con más de 50 millones de almas, está compuesta por cientos de agujeros negros repartidos por todo el planeta, cada vez más grandes y numerosos, que van absorbiendo a todo aquel que tiene que dejar su tierra. A ellos se suma una enorme diáspora de 232 millones de personas en continuo movimiento para buscar una vida mejor. En total, 282 millones buscando un lugar mejor.
El espacio de estas personas se restringe, si tiene suerte, a dos o tres metros cuadrados a compartir con su familia, más o menos resguardado de la lluvia y el viento con una estructura de palos y plásticos. En cambio, si no tiene fortuna, vivirá bajo un puente, en una rotonda o bajo un árbol. Es una forma de vida creciente en un planeta donde, por primera vez, la ONU ha decretado cinco grandes emergencias que, lejos de solucionarse, empeorarán en el próximo año y provocarán aún más movimientos de población. En la actualidad existen 33,3 millones de desplazados internos, 16,7 de refugiados y 232 de inmigrantes, lo que supone un récord histórico alcanzado en los años de la Segunda Guerra Mundial. Si se suma toda esta diáspora forma una cifra sólo superada por la población de China, India y Estados Unidos.
"Esos números, que son una barbaridad, son los oficiales pero no son reales, porque no incluyen a inmigrantes que, por ejemplo, se ahogan en el Mediterráneo o los que no se registran en ningún campo", dice José Antonio Bastos, presidente de Médicos Sin Fronteras.
Esta organización médico humanitaria presentó ayer su balance anual, marcado por conflictos más o menos visibles, como Irak y Siria (que esta semana ha pasado de los 200.000 muertos), y otros más olvidados como República Centroafricana o Sudán del Sur. También habla de otro tipo de guerra, la que se libra en África Occidental contra el virus del ébola, cuya situación "sigue siendo muy preocupante y fuera de control", en palabras de José Antonio Bastos, presidente de MSF. El problema es que ni estos conflictos están en vías de solución ni quedan demasiados fondos para atender a un número de víctimas que no se detiene: son los intocables del mundo actual, un limbo superpoblado en zonas oscuras del planeta.
La lona aislante de Acnur, una gran tela de color plata, se ha convertido en la tipología de vivienda más construida en el último año, con más de 50 millones de nuevos usuarios más o menos estables. Los víveres que reparte el Programa Mundial de Alimentos en todos estos campos, algunos pequeños, otros enormes como megaurbes, representa una de las dietas más consumidas por el ser humano en su historia, y está basada en cinco productos: aceite, harina, legumbres, azucar y sal. Si todo el pan que se produce cada día para alimentar solo el campo de refugiados sirios en Zaatari (Jordania) se colocara en vertical, daría una altura superior al Empire State Building.
Como cada vez hay más bocas que alimentar y el dinero decrece por la crisis y la falta de compromiso de los países donantes, esta misma semana el Programa Mundial de Alimentos ha alertado de queva a tener que dejar de ofrecer sus bonos de comida a 1,7 millones de sirios en Jordania, Líbano, Turquía, Irak y Egipto por falta de dinero en pleno invierno. Las consecuencias de esta decisión, según Bastos, "pueden ser catastróficas y provocar nuevas crisis".
Naciones Unidas anunció este verano que de dos raciones diarias de alimento ofrecidas en el campo para refugiados somalíes de Dadaab (el mayor del mundo, equivalente a la tercera ciudad de Kenia en población, con 630.000 almas) se iba a pasar a sólo una.
Antonio Salort-Pons, responsable del PMA en España y coordinador en varias emergencias asegura que su programa "está más activo que nunca, con un trabajo contrarreloj en la compra de alimentos para personas en riesgo, montar cocinas y cooperativas, ofrecer servicios aéreos para garantizar el acceso de las ONG y garantizar el almacenaje de alimentos para cuando sean necesarios. En el mundo existen seis grandes silos de comida para usar en casos de extrema necesidad".
Estos éxodos, cada vez más numerosos por los conflictos, las hambrunas o el fanatismo religioso, sufren también más trabas geográficas que nunca: existen numerosos muros que impiden el paso masivo de inmigrantes: Sáhara Occidental-Marruecos, Estados Unidos-México, frontera de Ceuta y Melilla, Corea del Norte-Corea del Sur, Israel-Cisjordania, comunidad católica-protestante en Belfast, Kuwait-Irak o India-Pakistán.
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