22 novembre 2018

Alba Castillo, indígena kichwa: "Soy producto de la mano generosa de la Iglesia católica"

(Luis Miguel Modino, corresponsal en Brasil).- Escuchar a los pueblos amazónicos, especialmente a los indígenas, es uno de los deseos del Papa Francisco de cara al Sínodo de la Amazonía. Saber lo que la gente de a pie quiere y espera de la Iglesia, conocer sus clamores y sus esperanzas, para que ésta se pueda convertir en portavoz, en compañera de camino y de lucha por sus derechos que poco a poco han ido perdiendo.

Alba Castillo es de nacionalidad kichwa, oriunda de la parroquia de Canelos, cuna de la evangelización en el Vicariato del Puyo, provincia de Pastaza. La indígena ecuatoriana es educadora, ella forma parte de un plantel educativo intercultural bilingüe. Dentro de la Iglesia católica ella asume el servicio de catequista y está al frente de Radio Puyo.

Ella reconoce que la Iglesia ha sido una “mano generosa” y que sin ella “yo no me hubiera podido educar”. Por eso, la catequista ve en el Sínodo para la Amazonía una oportunidad para “reconocer ese trabajo y potenciarlo”, algo que será llevado a cabo en la medida en que se escuche “todo ese clamor que existe desde nuestra Pachamama”, que necesita ser “cuidada igual que una familia”. Ese cuidado intenta transmitirlo en su trabajo como educadora y como locutora en la radio, sabiendo que no es fácil, inclusive entre los propios indígenas, que poco a poco han ido perdiendo su identidad y valores.
 

¿Qué significa para el Vicariato del Puyo, para la Amazonía ecuatoriana, la convocatoria del Sínodo de la Panamazonía?

Para el Vicariato del Puyo es reconocer a las siete nacionalidades que existimos en la Provincia de Pastaza, reconocer el trabajo que hemos venido realizando en equipo con las diferentes comunidades religiosas. Desde mucho antes ha habido el trabajo misionero, yo soy producto de esa mano generosa que la Iglesia católica ha hecho en Canelos. Si no hubiera habido la Iglesia en Canelos, yo no me hubiera podido educar. El Sínodo ha invitado a reconocer ese trabajo y potenciarlo.

¿Cómo se puede potenciar ese trabajo, cómo se puede encontrar nuevos caminos para la Iglesia en la Amazonía ecuatoriana?

Invitando a escuchar mayormente a todo ese clamor que existe desde nuestra Pachamama. Hay muchas actividades que tenemos que hacer como seres humanos, que aprovechamos de la Pachamama, de la Madre Tierra, pero no todas las veces muchos de los seres humanos que habitamos en ella, aquí en la Provincia de la Pastaza, estamos conscientes de mirar a la Pachamama como un espacio que necesita ser cuidado igual que una familia.

¿Cómo intenta transmitir, en su trabajo como educadora, ese cuidado de la Pachamama, de la Casa Común, que nos dice el Papa Francisco?

Es importante el llamado que hace el Papa Francisco cuando nos visitó acá en el 2015, donde tuve la suerte de tocar su mano izquierda, fue tan grande, y que me invitó a mirarme como ser bautizado, qué debo hacer, cómo debo caminar con los valores dentro de la familia, como persona, con los valores, dar un ejemplo como educadora y, más que nada, como bautizados, a cada uno de nosotros. Yo les digo siempre a mis estudiantes que nosotros somos imagen y semejanza de ese Dios bueno y debemos vivir con los valores como personas, como miembros de una familia, como parte de una comunidad educativa y como seres humanos que cohabitamos esta naturaleza, esta Pachamama.

Cada ámbito, dentro de nuestra planificación, se ha invitado a cada docente a trabajar en estos ámbitos de los armonizadores que tenemos dentro de nuestro sistema de educación intercultural bilingüe, se cristaliza allí, dentro de estos armonizadores.

La gente de aquí, ¿tiene esa conciencia de la necesidad de cuidar de la Pachamama?

No todos, hay profesionales que no quieren ensuciarse las manos, porque son profesionales y no sienten la necesidad de sembrar una planta, cuidar un árbol que es fuente de agua. Dentro de las nacionalidades tenemos mucho conocimiento sobre que árbol es fuente de agua y sostiene el agua. No es lo mismo el conocimiento científico que dice sembremos árboles para proteger el medio ambiente, para que haya agua. En cambio, las nacionalidades tenemos conciencia de que tipo de árbol sirve para contener y mantener el agua. Muchas de las veces sienten vergüenza los mismos que conocen. Otros en cambio, ya no quieren mirar atrás, porque ya son profesionales.

A partir de la radio, desde ese trabajo de comunicadora, ¿cómo intentan concienciar a la gente sobre ese cuidado de la Pachamama, de la Casa Común?

Creo que el Sínodo ha abierto una puerta grande, ha creado, ha generado audios muy importantes para concientizar. Dentro de la Radio del Vicariato de Puyo, hemos hecho un equipo de trabajo, que está empeñado en llegar a través de los micrófonos, de la audiencia, que es total dentro de las comunidades de las siete nacionalidades. Llegamos con audios sobre la importancia de la vida, de lo que es para nosotros, en las comunidades, la vida, generar la vida, cuidar la vida de una planta, de un animal, de la misma persona.

También el cuidado del trabajo en equipo, que es muy práctico dentro de las nacionalidades, lo que es la minga, no acabar con la naturaleza para comercializarla, sino cuidarla, porque muchas de las veces estos mismos diferentes organismos están ingresando y acabando con bosques grandes para explotar la madera y venderla, cosa que no sucedía así. Nosotros a través de audios intentamos, y yo pienso que sí estamos llegando, concienciar bastante el trabajo que hacemos con las organizaciones de las siete nacionalidades con los catequistas. Yo hago un trabajo en la lengua kichwa y también en español para llegar a la mayoría de la audiencia, que es la nacionalidad kichwa.

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