15 luglio 2017

Un regalo de la Madre a sus hijas en todo el mundo

Roma, el 13 de julio de 2017.

Queridas Hermanas:
Os enviamos un regalo especial: la resonancia de la experiencia vivida por la Madre en el Puerto de Génova. Ella ha vivido el momento intensamente, con el ánimo materno de Madre Mazzarello. Leyendo su mensaje-resonancia, hallaréis la alegría de un corazón de Madre y, al mismo tiempo, un fuerte impulso a ampliar el horizonte del corazón, la mirada y la disponibilidad a cruzar hoy las nuevas fronteras de la misión.
El mensaje es un regalo de la Madre a sus hijas en todo el mundo.
En comunión, en la oración recíproca.

Sor Alaíde Deretti
Consejera para las Misiones




                                                                                                                              Sr. Yvonne Reungoat

Después de nuestros Ejercicios Espirituales en Mornese, hemos recibido la gracia de hacer una peregrinación a Génova. La celebración vivida en el Puerto en este año en que celebramos los 140 del primer envío misionero, ha sido particularmente conmovedora.
Personalmente me he identificado con la Madre Mazzarello cuando acompañaba a las primeras Misioneras en el momento de partir. Es difícil ponerse en su lugar y sobre todo entrar en su corazón de Madre. En mi corazón he sentido una gran emoción y una alegría profunda difícil de describir. He dado gracias al Señor por esta gran experiencia de la confianza en Él y del valor en la fe de Madre Mazzarello que ha enviado al primer grupo de sus hijas a América. Ella se mantuvo atenta a todos los detalles para tratar de facilitar el viaje de cada hermana. La aventura era grande y ella se iba fijando en detalles que expresaban el amor, la delicadeza hacia cada una. Pienso que también las hermanas estarían muy conmovidas en el momento de dejar a la Madre y de emprender la navegación, dejando tras de sí todas las seguridades y abiertas al nuevo futuro que el Señor iba abriendo delante de ellas en América. También ellas habrán vivido este momento con una gran felicidad: la de sentirse infinitamente amadas por Jesús y llamadas a anunciar la alegría del Evangelio en otras tierras.
Esta partida fue el inicio de una gran aventura misionera que ha hecho que el Carisma se desarrolle en todo el mundo, hasta los confines de la tierra. ¡Pero se requería el valor de empezar, de partir por primera vez!
¡La presencia de Don Bosco en el momento de esta salida misionera en el Puerto de Génova también fue muy significativa y también él se conmovió!
La emoción era señal de una profunda experiencia espiritual: ¡Dios estaba allí! ¡Y todo era por su Reino! La confianza en Él era la luz que guiaba el envío y el viaje.
¡Conmovedor también fue el hecho de no dejar partir a los misioneros y misioneras sin Maria Auxiliadora! Su compañía fue el tesoro más importante. Su presencia fue manantial de seguridad y de serenidad, de paz. ¡Era impensable partir sin ella! ¡La Madre!
He agradecido al Señor que cada año siga llamando a hermanas de todo el mundo para la Misión ad Gentes y que cada una de ellas responda generosamente. ¡Pero también le he pedido que llame a más Hijas que María Auxiliadora a vivir esta grande y hermosa aventura misionera porque las necesidades en todo el mundo son inmensas! Como en tiempo de las primeras misioneras, estamos llamadas a tener este gran energía para anunciar la Buena Noticia a las jóvenes y a los jóvenes que todavía no conocen Cristo y que tienen pocas oportunidades de recibir una educación evangelizadora. La Madre Mazzarello no dudó en enviar a hermanas que podía necesitar en Mornese. Compartió desde la pobreza de los inicios del Instituto. Esta pobreza compartida se ha convertido en riqueza multiplicada en todo el mundo.
Le he pedido al Señor muchas vocaciones para el Instituto para que pueda irradiar el Carisma como respuesta a las necesidades profundas de las jóvenes y de los jóvenes en todo el mundo.
¡Hoy, estamos llamadas a partir de nuevo con la misma audacia apostólica de las primeras misioneras y a invitar a muchos jóvenes a partir también con nosotras! "¡Junto con los jóvenes, misioneras de alegría y esperanza". Partimos con María Auxiliadora! ¡El señor nos bendiga!



Nessun commento:

Posta un commento