Jeremías 31, 10-13
Subirán alborozados a Sión.
Salmo 122
Pidan paz para Jerusalén, que tengan paz quienes te aman.
1 Juan 4, 16b-21
Quien dice: «Yo amo a Dios», pero al mismo tiempo odia a su hermano, es un mentiroso.
Juan 17, 20-23
Para que alcancen la unión perfecta y así el mundo reconozca que tú me has enviado.
Comentario
Desde hace más de una década Chemin Neuf, una comunidad católica internacional con vocación ecuménica, ha estado presente en Letonia teniendo miembros tanto católicos como luteranos. Juntos experimentan la alegría que deriva de la comunión en Cristo, como también la pena de la desunión. Como signo de esta división, colocan una patena y un cáliz vacíos sobre el altar durante la oración de la tarde. Su experiencia ha inspirado esta reflexión.
• La división entre los cristianos es un obstáculo para la evangelización. El mundo no puede creer que somos discípulos de Cristo mientras nuestro amor mutuo no sea completo. Sentimos la pena de esta división cuando no podemos recibir juntos el cuerpo y la sangre de Cristo en la Eucaristía, el sacramento de la unidad.
• La fuente de nuestra alegría es nuestra vida común en Cristo. Vivir nuestra vida de comunión todos los días significa dar la bienvenida, amar, servir, orar y dar testimonio junto con cristianos de otras tradiciones. Esta es una perla de gran valor que nos ha sido dada por el Espíritu Santo.
• La noche antes de su muerte, Jesús rezó por la unidad y el amor entre nosotros. Hoy levantamos nuestras manos y oramos con Jesús por la unidad de los cristianos. Oramos por los obispos, ministros y miembros de todas las Iglesias. Oramos para que el Espíritu Santo nos conduzca a todos por el camino de la unidad.
Preguntas
• ¿Cómo consideramos a los cristianos de otras Iglesias? ¿Estamos dispuestos a pedir perdón por los prejuicios que albergamos hacia ellos?
• ¿Qué puede hacer cada uno de nosotros para disminuir la división entre los cristianos?
Oración
Señor Jesús, que oraste para que todos podamos ser uno, te pedimos por la unidad de los cristianos según tu voluntad, según tus medios. Que tu Espíritu nos haga capaces de sentir el sufrimiento causado por la división, de ver nuestros pecados y de esperar contra toda esperanza. Amén.