31 agosto 2018

Preghiamo con Papa Francesco



SETTEMBRE
Universale: I giovani dell’Africa
Perché i giovani del continente africano abbiano accesso all’educazione e al lavoro nel proprio paese.

SEPTIEMBRE
Universal: Los jóvenes del África
Para que los jóvenes del continente africano tengan acceso a la educación y al trabajo en sus propios países.

SEPTEMBER
Universal – Young People in Africa
That young people in Africa may have access to education and work in their own countries.

SEPTEMBRE
Les jeunes d’Afrique : Pour que les jeunes du continent africain aient accès à l’éducation et au travail dans leur propre pays.

SETEMBRO
Universal: Os jovens de África
Para que os jovens do continente africano tenham acesso à educação e ao trabalho no próprio país.

30 agosto 2018

Colombia: Chiesa pronta per il Sinodo sull'Amazzonia


Lectio Divina


Dom. XXII T. O.
Marcos (7,1-8.14-15.21-23)
Juan José Bartolomé, sdb

El Evangelio del Domingo 22º del Tiempo Ordinario describe las costumbres religiosas de la época de Jesús; habla de las enseñanzas que el pueblo recibía de los fariseos, contrastando con las de Jesús, que tenían una pedagogía muy diversa y sobre todo con un objetivo muy distinto: favorecer el encuentro con Dios.
Los fariseos difundían con sus enseñanzas el miedo; se hacían las cosas por costumbre; veían pecado en todo y sobre abundaban las amenazas y la posibilidad de ir al infierno.
Encontrémonos esta semana con Jesús, con sus sabias palabras. No entenderíamos este evangelio si lo redujéramos a una simple cuestión de urbanidad. Jesús no se enfrascó en una controversia con los fariseos sólo para liberar a sus discípulos de una norma de buena conducta. Sus palabras son también para nosotros una llamada urgente a la conversión. Hagámoslas vida personal y comunitariamente.

Seguimiento:

1. Se reúnen junto a él los fariseos, así como algunos escribas venidos de Jerusalén.
2. Y al ver que algunos de sus discípulos comían con manos impuras, es decir no lavadas,
3. -es que los fariseos y todos los judíos no comen sin haberse lavado las manos hasta el codo, aferrados a la tradición de los antiguos,
4. y al regresar de la plaza, no comen si no se bañan; hay otras muchas cosas que observan por tradición, como la purificación de copas, jarros y bandejas.
5. Por ello, los fariseos y los escribas le preguntan a Jesús: « ¿Por qué tus discípulos no viven conforme a la tradición de los antepasados, sino que comen con manos impuras? »
6. Él les dijo: «Bien profetizó Isaías de ustedes, hipócritas, según está escrito: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí.
7. En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son preceptos de hombres».
14. Llamó otra vez a la gente y les dijo: «Óiganme todos y entiendan.
15. Nada hay fuera del hombre que, entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que lo contamina.
21. Porque del corazón de los hombres salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos,
22. adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez.
23. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre.»

LEER: entender lo que dice el texto fijándose en cómo lo dice

Nuestro texto hace una selección y omite algunos versículos para hacerlo que siendo menos largo lo podamos comprender mejor. La palabra fariseo significaba ‘separado'.
Jesús fue rechazado por sus paisanos (Mc 6,1-6), se lanzó a evangelizar por tierras de Genesaret: envió por vez primera a sus discípulos (Mc 6,7-13) y realizó verdaderos prodigios (Mc 6,30-44.45-53), conociendo un éxito sin precedentes (Mc 6,54-56).
Como contrapunto, algunos escribas procedentes de Jerusalén criticaban la forma descuidada como los discípulos comían (Mc 7,2), porque no respetaban los usos y costumbres tradicionales (Mc 7,5). El narrador tiene que explicar a sus primeros lectores, ajenos a la problemática, el motivo de la discusión (Mc 7,3-4). La respuesta de Jesús, que la versión litúrgica nos presenta, se centra no en cómo comer y conservarse puro, sino en ser siempre puro, se coma o no. Jesús pasa de la preocupación por guardar una pureza exterior/ y visible al deber de vivir en pureza de corazón.
Ellos procuraban la observancia perfecta de las leyes de la pureza, para que la gente los siguiera, y se consideraban separados y santos, por cumplir de manera fría la Ley y la Tradición.
Marcos denuncia cómo los fariseos vaciaban de contenido el mandamiento más grande de la Ley de Dios; ellos hablaban del deber ser, que no correspondía a su manera de actuar..
Jesús citó a Isaías en sus palabras fue más allá de cuanto estaba en discusión y desveló que ese afán por comer bien lavados y lavando todo utensilio, no era más que culto vano, ‘sin corazón’, sin obediencia. Los fariseos se quedaron atónitos y se sintieron maltratados por sus palabras (Mc 7,7-7).
Jesús dijo a sus apóstoles cómo vivir con coherencia, marcando la diferencia con esos hombres que se creían buenos por cumplir algunos preceptos solo en apariencia.
Marcos había ya habado de este tema en el capítulo 1, versículos 23 al 28, cuando Jesús arrojó un demonio impuro y cuando curó a un leproso, (1,40-45).
En el capítulo 5, versículos 25 al 34, cuando curó a una mujer considerada impura por su pueblo. Tocando a los enfermos les decía con su actitud que no tenía miedo de contaminarse.
En el capítulo 7, profundizó el concepto de pureza y sus leyes para que sus oyentes, considerando especialmente a sus discípulos y a la gran multitud que lo seguía, comprendiera la importancia de las normas y tradiciones de Israel.
Los judíos tenían prohibido entrar en contacto con otros paganos y comer con ellos. En los años 70, época en la que Marcos escribe su evangelio, algunos judíos convertidos decían: “¡Ahora que somos cristianos debemos abandonar las antiguas usanzas que nos separan de los paganos convertidos!”.
Algunos de ellos no comprendía cómo debían observar las leyes relativas a la pureza. Jesús quería que sus seguidores vencieran los escrúpulos, que estuvieran abiertos a la relación con todos, actuando con libertad y sobre todo comprendiendo que el amor, la única de las leyes que se tiene que vivir siempre y para con Dios y con los hermanos.

MEDITAR: aplicar lo que dice el texto a nuestra vida

Los fariseos y algunos escribas veían que los discípulos de Jesús comían el pan sin lavarse las manos. Querían controlar a Jesús y a los suyos. Veían mal que los seguidores del Maestro se permitieran transgredir las normas impuestas por la tradición religiosa de su tiempo. Lavarse las manos era una ley con un significado religioso.
Tomamos también nosotros muchas veces actitudes farisaicas ¿Qué consecuencias tiene esa manera de actuar?
Las tradiciones de los antiguos transmitían las normas que debían ser observadas por la gente para cumplir con la Ley de Moisés. La observancia de la pureza era un tema muy serio. Pensaban que una persona impura no podría recibir la bendición prometida por Dios a Abraham y que quienes observaban las normas eran buenos sin importar por qué lo hacían.
¡Cómo somos fanáticos! … ¡Nos esclavizan las críticas y los juicios equivocados! Cumplir lo que está establecido sin alma, sin amor, no nos dan derecho de despreciar a nadie.
Los escribas y fariseos le preguntaron a Jesús: ¿Por qué tus discípulos no viven según la tradición de los antepasados, sino que comen con manos impuras? Fingían estar interesados por saber con qué derecho se permitían transgredir las leyes.
Al criticar a los discípulos de Jesús los escribas y fariseos iban directamente contra el Maestro, que permitía a sus seguidores hacer o dejar de hacer tal o cual costumbre.
Ellos dedicaban su vida al estudio de la Ley de Dios, y le daban mucha importancia a las normas relativas a la pureza, ero estaban muy lejos de preocuparse por la observancia del amor para con Dios y para con el prójimo.
Mi vida tiene un porqué muy definido: empeñarme día a día por amar a Dios y vivir la comprensión y la misericordia para con mis hermanos. ¿En qué se nota? ¿Cómo se sienten los que están más cerca de mí mi trato para con ellos?
¿Qué puedo hacer para que yo y los que amo nos liberemos de las actitudes escrupulosas que nos asemejan a los enemigos de Jesús?
Las palabras de Jesús fueron duras: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinden culto; enseñan doctrinas que son preceptos de hombre, dejando el precepto de Dios; se aferran a la tradición de los hombres pero no les preocupa la ley de Dios” (Cfr. Is 9,13).
Jesús sabía que esos hombres vaciaban los mandamientos de la ley de Dios y aprovechó la oportunidad que le dio la pregunta que le hicieron para que sus seguidores que estaban en el discurso comprendieran que ellos le daban mayor importancia a las acciones sin pensar en el por qué las hacían.
¿Me empeño por ser y hacer las cosas como las hacía Jesús? ¿Respondo día a día y en las situaciones más diversas de mi vida, como Él respondió? ¿A quién busco con lo que soy y con lo que hago?
Aferrarse a tradiciones que no incidían en el corazón del hombre era el modo de desligar el corazón de Dios de quienes tendrían que vivir muy diversamente por ser lo que eran y por la misión que tenían. Insistir en la ley porque que estaba escrita pero sin escribirla en su corazón era falsedad.
Jesús dijo: “No hay nada fuera del hombre, que entrando en él pueda contaminarlo” (Mc 7,15). Invierte las cosas: ‘lo que es impuro no viene de fuera hacia dentro, como enseñaban los doctores de la ley, sino de dentro hacia fuera’.
No tenemos necesidad de preguntarnos si este alimento o bebida son puros o no. Jesús colocó ante nuestra consideración lo que es puro o impuro, sobre el nivel del comportamiento ético. Nos abrió un camino para llegar a Dios, y nos dice cómo podemos alcanzar la paz que todos y cada uno deseamos. Sus palabras son para mí: “¡Quien tenga oídos para oír, que oiga! ¡Entiendan!” Usen la cabeza y el buen sentido; analicen las cosas partiendo de su vida para ser verdaderos creyentes”.

ORAMOS nuestra vida desde este texto

Padre Bueno, que no nos escandalicemos de las actitudes farisaicas cuando también nosotros las tenemos y muchas veces; que no consideremos a los demás impuros ni indignos de Ti. Cristo Jesús nos haga capaces de vivir la ley del amor por encima de todo viviendo con libertad el amor a Ti y a nuestros hermanos, sobre todo a quienes tenemos más cerca.
Queremos ser como Él fue, viviendo la alegría que nos da su manera de ser, haciendo posible lo que de verdad cuenta y quitando lo que complica el camino que nos lleva a Ti y a los que Tú amas. ¡Así sea!

16° Giornate Nazionali di Formazione e Spiritualità Missionaria



























26 agosto 2018

PELLEGRINAGGIO DELLA FAMIGLIA SALESIANA DI FIANARANTSOA (MADAGASCAR)

Per la ricorrenza del 150esimo anniversario della Basilica Santa Maria Ausiliatrice di Valdocco – Torino, la grande famiglia salesiana ne ha prevista la celebrazione nei vari luoghi di missione. A Fianarantsoa, il pellegrinaggio giubilare promosso dalle Figlie di Maria Ausiliatrice ha riunito i vari membri esistenti della grande famiglia salesiana con tanti altri fedeli ad Ilena, un luogo mariano a circa 7 chilometri della città, il giorno dell’Assunta.
A mo’ di apertura del programma della giornata, una proiezione del video sulla sopracitata Basilica si è svolta nell’aula polivalente del villaggio, diventata troppa piccola; molte persone si sono accontentate di seguirne i commenti grazie agli altoparlanti installati fuori.
Di seguito, i pellegrini si sono radunati davanti alla Chiesa Santa Teresina per iniziare la via crucis con la Beata Vergine Maria. Arrivati in cima dove erge la Torre della Beata Vergine Maria, Salus Infirmorum, gli uni hanno detto il rosario ascoltando all’intervallo le parole di Don Bosco e gli altri si sono avvicinati al sacramento della confessione che durava ben più di un’ora nonostante la presenza di 5 sacerdoti.
Il pranzo è stato anche un momento propizio per la presentazione vicendevole tra i pellegrini: prima i vari membri della famiglia salesiana e poi i rappresentati delle parrocchie e distretti radunati per la ricorrenza. Il Cappellano ha fatto pure un breve racconto sulla trasformazione di quel luogo da ara di sacrificio tradizionale ad un luogo di devozione alla Beata Vergine Maria, Salus Infirmorum.
Alle ore 14 è stata celebrata l’Eucarestia al termine della quale ai pellegrini, particolarmente agli alunni che faranno gli esami ufficiali, è stata impartita una speciale benedizione. Signora Feno, un membro della Comunità della Missione di Don Bosco ci condivide la sua impressione: «Sono venuta in questo luogo per la prima volta! Quando sarà il prossimo pellegrinaggio?».
È da notare che si svolgono tre volte all’anno i pellegrinaggi ad Ilena: il sabato più vicino all’11 febbraio per la celebrazione della giornata mondiale del malato, il giorno dell’Assunta e il sabato più vicino al 16 novembre in onore alla Beata Vergine Maria, Salus Infirmorum. In accordo con i responsabili però si può anche recarci in altri momenti.

Albert RAINIHERINORO, M.I.


25 agosto 2018

Dalle Isole Salomone


Questa volta lascio che una mia piccola amica vi racconti qualcosa delle Isole Salomone... ed esattamente della sua vita come scolara...

Ciao, mi chiamo Edna, ho nove anni e frequento la terza elementare. Vorrei raccontarvi come sono le nostre scuole nelle Isole Salomone.
Le scuole elementari sono di sei anni, poi si fa un esame di Stato e si passa direttamente alle superiori, che sono di sei anni anche loro, ma alle superiori ci sono ben tre esami di Stato: in terza, in quinta e in sesta! Che fatica!!!
Nelle Isole Salomone non abbiamo molte scuole, ma ci sono tantissimi bambini: ecco perchè le nostre classi sono molto numerose: cinquanta, sessanta, a volte ottanta bambini in una sola classe... povera maestra!
L’orario scolastico è corto: iniziamo alle otto e finiamo alla una e mezza, con un intervallo di mezz’ora. In genere durante l’intervallo possiamo uscire dalla scuola a comprare qualcosa da mangiare, perchè raramente la mamma riesce a preparare qualcosa per la nostra merenda. Infatti, al mattino ci alziamo tutti presto, perchè la strada è sempre così lunga per arrivare a scuola... e se siamo in città, gli autobus sono sempre strapieni e dobbiamo aspettare, e aspettare, e aspettare... a volte arriviamo in ritardo, così dobbiamo restare dopo le lezioni per una mezz’ora di lavoro come punizione, tipo giardinaggio intorno alla scuola o pulizia delle aule. Non esiste il mestiere del bidello; la pulizia delle aule e della scuola è affidata alle maestre con i loro alunni: una o due volte la settimana ci sono le pulizie generali e tutti hanno un incarico per mantenere le cose in ordine.
La scuola non è obbligatoria ed è a pagamento, anche quella Statale. Così ci sono parecchi bambini che non la frequentano e non ricevono nessun tipo di educazione.
Nella maggior parte delle scuole non abbiamo libri di testo; a dire la verità, non ci sono nemmeno librerie nelle Isole Salomone, ma c’è una biblioteca, nella capitale, a cui solo gli studenti dell’università possono accedere.
Le lezioni sono scritte alla lavagna e noi le copiamo (solo pochissime scuole hanno la fotocopiatrice, quindi nemmeno fotocopie per studiare).
Usiamo i quaderni piccoli, e siccome alcuni di noi provengono da famiglie numerose... anche un po’ povere... a volte tagliamo il quaderno a metà così ne abbiamo due!
Non abbiamo l’ora di ginnastica e nemmeno quella di disegno, ma nell’intervallo giochiamo e saltiamo su muretti o sugli alberi... e nessuno ci dice niente! Noi bambine giochiamo con l’elastico e a pallavolo, i maschietti amano il calcio!
Non facciamo gite, ma una volta all’anno c’è la visita culturale al palazzo del Parlamento, per le scuole che sono nella capitale, o del Governo Provinciale, se siamo nelle capitali di provincia... le scuole delle isole non hanno nemmeno quello, ma noi tutti, alla fine delle lezioni, andiamo al mare a fare il bagno prima di tornare a casa... e ci buttiamo in acqua vestiti!
A proposito: alle Isole Salomone usiamo l’uniforme scolastica, a partire dalla scuola materna fino alle scuole superiori. Ogni scuola ha la sua uniforme, con colore e stemma diversi, così quando incontri un altro bambino, sai in quale scuola studia. L’uniforme è obbligatoria e se non la indossi ti mandano a casa.

Ne abbiamo solo una e la laviamo quando andiamo a casa. Qui il clima è sempre caldo, per cui la mattina dopo è già pronta per essere indossata... ovviamente non la stiriamo, perchè non c’è corrente elettrica nelle nostre case.
Le materie di studio sono: inglese (è la lingua ufficiale, ma non la parliamo mai, nemmeno le nostre maestre la parlano. Usiamo infatti il Pijin, una lingua che assomiglia all’inglese ed è solo parlata, e poi le lingue locali), matematica, scienze, studi sociali, religione. Alle superiori si aggiungono matematica economica, agricoltura, economia domestica (per le ragazze) e falegnameria (per i ragazzi).
Ogni mattina, prima di cominciare le lezioni, ci raduniamo tutti nel cortile della scuola (o nell’aula più grande, se piove), divisi per classe e cantiamo l’Inno Nazionale con l’alza bandiera (a dire la verità, non tutte le scuole hanno l’asta con la bandiera, quindi cantiamo l’Inno e basta). Poi il direttore ci da’ gli avvisi per la giornata ed infine andiamo nella nostra aula, una classe alla volta.
Durante l’anno ci sono i tornei sportivi con le altre scuole e, se la scuola avversaria è su un’isola, la raggiungiamo in barca, poi toccherà a lei venire da noi per il girone di ritorno!
Nella stagione secca capita che i pozzi si impoveriscano d’acqua o le taniche dell’acqua piovana si svuotino, così la scuola viene chiusa per mancanza d’acqua nelle toilettes. Anche durante la stagione dei cicloni, a volte, le lezioni vengono sospese, perchè è pericoloso uscire di casa.
Quando la maestra è assente non viene la supplente, semplicemente andiamo a casa!
Molte delle scuole superiori hanno anche i dormitori per gli alunni che provengono da villaggi o isole lontane. Solo alcune scuole elementari hanno i dormitori e se qualche bambino va a scuola lontano dal suo villaggio, viene ospitato da amici di famiglia o parenti per tutta la durata dell’anno scolastico.
Il nostro anno scolastico comincia a febbraio e si conclude alla fine di novembre. Abbiamo una settimana di vacanza per Pasqua ed una a settembre, mentre a luglio ci sono quattro settimane di vacanza invernale (noi siamo nell’emisfero australe, quindi le stagioni sono al contrario rispetto a voi, anche se non c’è un gran cambiamento di clima).
Dicembre e gennaio sono le nostre vacanze estive e tutti gli studenti tornano ai loro villaggi e alle loro famiglie per festeggiare il Natale e il Nuovo Anno insieme... e poi... si ricomincia!!!

Vi è piaciuto il racconto di Edna?
Abbiamo ancora tanta strada da fare, ma il desiderio di questi bambini di imparare ci sfida, ci invita a moltiplicare i nostri sforzi per poter dare loro quello che ogni bambino su questa terra merita: il meglio!
Tutti possiamo collaborare a questo desiderio-diritto nel nostro angolo di mondo, vivendo semplicemente e dando con semplicità le nostre ricchezze di valori, saggezza ed esperienza ricevuti a suo tempo dai quelli che si sono preoccupati di darci il meglio.
Questa collaborazione nell’educazione spicciola quotidiana arricchisce la famiglia e la società di una ricchezza che non si trova a scuola o all’università, ma è prerogativa ed impegno di ognuno di noi.
Alla prossima.

Suor Anna Maria Gervasoni 
Agosto 2018

Lectio Divina_Dom. XXI T. O. _ San Juan (6, 60-69)


Los versículos de este domingo constituyen la conclusión del cap. 6 del Evangelio de Juan, en el cual el evangelista presenta su "teología eucarística".

Su conclusión es el culmen de todo el capítulo. Esta Palabra nos hace ir cada vez más profundamente al centro del mensaje: Desde la multitud que aparece al principio, hasta llegar a los Judíos que discuten con Jesús en la sinagoga de Cafarnaúm, y más todavía a los apóstoles, a ‘los doce’ y particularmente a ‘Pedro’, quien representa a cada uno de nosotros, solos, cara a cara con Jesús.

Aquí brota la respuesta a la enseñanza de Jesús, a su Palabra sembrada tan abundantemente en el corazón de los oyentes. Aquí se verifica, si el terreno del corazón produce espinas o cardos, hierba verde, que se convierte en espiga y después grano bueno de la espiga que dé frutos de vida eterna.

Seguimiento:

60. Cuando oyeron todo esto, muchos de los que habían seguido a Jesús, dijeron: “¡Este lenguaje es muy duro! ¿Quién puede sufrirlo?
61. Jesús captó en su mente que sus propios discípulos murmuraban, y les dijo: 
62. “Les desconcierta lo que les he dicho. ¿Qué va a ser entonces, cuando vean al Hijo del Hombre subir al lugar donde estaba antes?
63. El Espíritu es quien da vida. La carne no sirve de nada. Lo que yo les he dicho es Espíritu y Vida.
64. Pero hay algunos de ustedes que no creen.” En efecto. Sabía Jesús desde el principio quienes eran los que no creían y quien era el que lo iba a entregar.
65. Agregó. ¿No les he dicho que nadie puede venir a mí si mi Padre no le ha concedido esta gracia?
66. A partir de este momento muchos de sus discípulos dieron un paso atrás y dejaron de seguirlo.
67. Jesús preguntó a los doce: ¿”Acaso ustedes también quieren dejarme?
68. Pedro contesto: “Señor, a quién iremos. Tú tienes palabras de Vida Eterna.
69. Nosotros creemos y sabemos que Tú eres el Santo de Dios.

LEER: entender lo que dice el texto fijándose en cómo lo dice

En el versículo 60 encontramos un juicio por parte de algunos apóstoles de la Palabra de Señor y, por tanto, contra el mismo Jesús, que es el Verbo de Dios.
Dios no es considerado como un Padre bueno, sino como un patrón duro con el cual no es posible dialogar (Mt 25, 24).
Del versículo 61 al 65: de este capítulo 6 de San Juan vemos que Jesús desenmascara la incredulidad y la dureza del corazón de sus discípulos y revela sus misterios de salvación: su Ascensión al cielo, la venida del Espíritu Santo y nuestra participación en la vida divina.
Estos misterios solamente pueden ser comprendidos a través de la sabiduría de un corazón dócil, capaz de escuchar y no con la simple inteligencia humana.
En el versículo 66 encontramos una traición por parte de muchos discípulos, que no fueron capaces de aprender la sabiduría de Jesús. En vez de volver la mirada al Maestro, le vuelven la espalda; interrumpen su comunión con Él.
Jesús habló con los Doce, con sus más íntimos, y los coloca ante la elección definitiva y absoluta: quieren permanecer con Él o se marchan (Versículos 66 y 67).
Pedro responde por todos y proclama la fe de la Iglesia en Jesús, como Hijo de Dios; al creer en Él confiesa creer en su Palabra, que es la verdadera fuente de Vida.
La Palabra del Señor es lámpara aún encendida cuando llega la noche, y es luz que ilumina mis noches y guía todos mis pasos (Sal 119, 105).
La Palabra del Señor da la salvación: "¡Mi lengua canta tus palabras, Señor!" (Sal 119, 172).
El Señor nos conoce en lo más profundo, Él sabe, Él escruta, Él nos ha creado (Sal 139), nos ha elegido desde toda la eternidad (Pr 8, 23).
Conoce el corazón y sabe lo que hay dentro de cada hombre (Jn 1, 48; 2, 25; 4, 29; 10, 15).
Pero, ante su mirada, ante su voz que pronuncia el nombre de cada uno, ante su llamar insistente (Ap 3, 20), ¿cómo reaccionamos? ¿Qué decisiones tomamos? ¿Qué respuesta le damos? ¿Tal vez comenzamos a murmurar, también, a traicionarlo, a alejarnos y a olvidarlo?
"El espíritu es el que da vida". ¿Abrimos nuestro corazón, nuestra mente, toda nuestra persona a la Presencia del Espíritu Santo, a su soplo, a su fuego, a su agua que brota hasta la eternidad?
¿Nos ponemos en relación con él, nos hacemos amigos de aquellos personajes de la Biblia que confiaron plenamente su existencia a la obra del Espíritu Santo?
En este fragmento Juan presenta la palabra del Señor como punto de encuentro, lugar de cita con Él; ella es el lugar de la decisión, de las separaciones cada vez más profundas de quienes estaban con Él,
La Palabra de Dios es el mismo Cristo en Persona, ¡es el Señor!. Toda la Biblia, página tras página, es una invitación a estar con Jesús.
El encuentro con Él no puede ser casual, superficial, o esporádico, sino intenso, pleno, constante, ininterrumpido; es como el encuentro del esposo y la esposa; el Señor mismo ha comparado su amor por la humanidad con el amor esponsal.
Si lo escuchamos de manera atenta y pronta, ninguna de sus palabras caerá en el vacío (1 Sam 3, 19); lo escucharemos con el corazón (Sal 94, 8; Bar 2, 31); y esta escucha nos llevará a la obediencia (Mt 7, 24-27; St. 1, 22-25); a decidirnos por Cristo y su Palabra.
En el libro del Éxodo, de los Números o en los Salmos, encontramos que el Pueblo del Señor llora, se lamenta, se enfada, murmura, se cierra en sí mismo, se va, muere (Ex 16, 7ss; Num 14, 2; 17, 20ss; Sal 105, 25); lo encontramos como un pueblo que pierde la esperanza, pero a pesar de sus limitaciones encontraba en Dios su fuerza, Él era su fortaleza y su razón para seguir adelante.

MEDITAR: aplicar lo que dice el texto a nuestra vida

"Esta palabra es dura: ¿quién la puede escuchar?".
¿De verdad la palabra del Señor es dura o más bien es duro nuestro corazón que se encierra en sí mismo y no Lo escucha?
Nos ponemos delante de un espejo y vemos reflejada nuestra verdad, nuestro ser y nuestro obrar frente a lo que Dios nos dice, lo que espera que hagamos o callemos…
¿Qué clase de discípulo soy yo? ¿Quiero aprender cada día en la escuela de Jesús sus enseñanzas, que no son doctrina de hombres, sino sabiduría del Espíritu Santo?
"Todos serán enseñados por Dios" (Is 54, 13; Jer 31, 33ss), repiten de diversos modos los profetas, indicando que la única ciencia verdaderamente necesaria es la relación de amor con el Dos Padre, la vida que Cristo Jesús ofrece a quien está en comunión con Él.
Pero, ¿quién es mi Maestro? ¿Soy también del grupo de discípulos que continúan pidiéndole a Jesús: "Señor, ¡enséñanos a orar!”? (Lc 11, 1) O soy como aquéllos que fueron tras del Maestro y le preguntaron: "Maestro, ¿dónde vives?" (Jn 1, 39), Somos de los que quieren estar con Él o tal vez, soy como María Magdalena, que continúa repitiendo aquel nombre, incluso después de las terribles experiencias de muerte y de aniquilación: "¡Maestro!" (Jn 20, 10)?
Juan refiere a los discípulos: acciones muy concretas en su relación con Jesús: “lo escuchan", "murmuran", "les escandaliza", "no creen", "lo dejan ". ¿Cuál es mi actitud frente a Él?
En estos versículos Juan habla de un misterio muy profundo, que encierra en el verbo "ir" y "venir" refriéndose a Jesús y a sus seguidores..
¿Qué actitudes tomo frente a Jesús? ¿Cómo es mi relación para con Él? Me sigue diciendo, como dijo a los suyos: "Vengan a mi" (v. 65), (v. 66), "quieren irse?" (v. 67), o como Pedro le confesamos que Él es nuestra razón de ser y hacer: ¿Señor, “a quién iremos?" (v. 68)
Me acerco a Jesús, a Pedro, a Pablo, o a los otros apóstoles y evangelizadores de los que nos habla el libro de los Hechos de los Apóstoles y me pregunto': ¿Qué puesto ocupa en mi vida de cristiano, el Espíritu Santo? Si Él da vida, mi ser, vivo o muerto, depende de él, de su presencia en mí, de su acción; quizás debería profundizar e intensificar la relación con el Espíritu del Señor…
La respuesta de Pedro, que en realidad es la afirmación de su fe y de su adhesión al Señor Jesús, es una manera de ser feliz: "¡Señor, yo no iré a nadie más, sino solamente a Ti!;
¿Siento también el deseo de vivir con Jesús? ¿Cómo respondo cada día, cada momento, en las situaciones más diversas de mi vida, en mi ambiente, ante las personas, a la invitación que Él me hace: "¡Ven a mí! ¡Ven y sígueme!"? ¿Hacia dónde voy? ¿Qué pasos sigo?
En estos versículos tan densos y llenos de riqueza espiritual se abre un camino de luz, trazado por el Señor Jesús y casi escondido. El punto de partida está en la escucha verdadera y profunda de sus palabras y en la acogida de las mismas; de aquí a la purificación del corazón, que de corazón de piedra, endurecido y cerrado, se convierta, por la ternura del Padre y la acción del Espíritu en un corazón de carne, maleable, al cual Él puede herir y plasmar, que puede tomar entre sus manos y hacerlo suyo.
He recibido el Don, la gracia de vivir con Jesús, he escuchado la Palabra del Señor; ahora no quiero murmurar (v. 61), no quiero escandalizarme (v. 61), ni quiero dejarme ofuscar por la incredulidad (v. 64). No quiero traicionar a mi Maestro (v. 64), no quiero dejarlo.
¿Por qué me cuesta vivir en comunión con el Señor, hacer mía su Palabra y favorecer que su vivencia me haga más y más cercan@ a Él? ¿Por qué no sé dialogar con el Señor, por qué pierdo contacto con Él, con su Palabra? ¿Por qué murmuro contra lo que Él permite que me suceda? Él sigue siendo el padre que puede y quiere acompañarme también en el desierto de mi vida diaria y me prepara una mesa, para que coma y me sacie de Él y de lo suyo (Sal 77, 19).

ORAMOS nuestra vida desde este texto

Padre Bueno, como Simón Pedro sabemos que solo tu Hijo Amado tiene Palabras de Vida. Nos confesamos sus discípulos. Tu Espíritu Santo sostenga nuestra decisión para que vivamos en comunión y favorezcamos que muchos hermanos también la vivan. Sólo Él tiene Palabras de Vida Eterna. Nosotros sabemos que Él nos las ofrece. Con María y como Ella nos comprometernos a vivir con Él ahora y siempre. ¡Así sea!

24 agosto 2018

Suor Vittoria GRAZIANI

Carissime Sorelle, la mattina del 19 agosto 2018, nell’Ospedale Metodista Metropolitano di San Antonio, Texas (Stati Uniti), il Signore ha chiamato al Cielo la nostra carissima sorella Suor Vittoria GRAZIANI.
Nata a Castel Viscardo (Terni) il 26 dicembre 1918
Professa a Castelgandolfo (Roma) il 5 agosto 1940
Appartenente all’Ispettoria Statunitense “Maria Immacolata” – San Antonio, Texas

I genitori di Vittoria, erano poveri, ma ricchi di fede e di valori morali. Lavoravano intensamente per mantenere i 10 figli: tre maschi e sette femmine. Tra esse, due divennero FMA: Vittoria e Triestina, deceduta a Roma nel 2000. Vittoria imparò l’importanza di affidarsi al Signore dalla madre che diceva spesso: "Non muove foglia che Dio non voglia". Conobbe per la prima volta l’Istituto attraverso l'unica FMA del paese, suor Onorina Sabatini, in visita alla sua famiglia. Era accompagnata da madre Adriana Gilardi, grande missionaria in Argentina. Vittoria rimase così incantata da quelle due suore che corse a casa e disse a sua madre: «Io vado con loro». Siccome, come scrisse in seguito, «nei miei primi anni ero molto testarda, curiosa e vanitosa", la decisione suscitò grande stupore nella famiglia e tra gli amici.
Il 15 settembre 1937 fu accolta a Castelgandolfo come aspirante. Ammessa al postulato il 31 gennaio 1938, entrò in noviziato il 5 agosto di quell’anno. Fece professione il 5 agosto 1940 e venne inviata studente a Torino “Madre Mazzarello”. Conseguito il diploma di maestra per la scuola materna, fu educatrice, animatrice di oratorio e assistente a Gioia de’ Marsi, Perugia, Roma “Asilo Savoia” e Cannara.
Affascinata dalla vita missionaria fin dai primi anni e incoraggiata dalla sua direttrice suor Tullia Berardini, presentò la domanda missionaria. Poiché la Madre generale, madre Linda Lucotti, accettò la sua richiesta, nel 1951 tornò a Torino “Madre Mazzarello” per prepararsi. Venne destinata al Canada e fu una delle pioniere in quel paese. Tuttavia, lasciata l’Italia il 10 luglio 1952, i suoi primi passi come missionaria in America non la portarono direttamente in Canada. Per sette anni visse a North Haledon e a Paterson dove imparò bene l'inglese e insegnò ai piccoli l’amore di Dio. A Port Chester “N. S. del Rosario” fu direttrice della comunità per un biennio. Nel 1959 giunse finalmente il tempo di partire per il Canada e arrivò a Lagaceville, veramente luogo di missione. C'erano persone molto povere che vivevano in baracche. Le strade erano sterrate e la gente camminava nel fango. L'unica Chiesa cattolica era molto distante. Eppure, in quel villaggio, le FMA coltivarono la prima vocazione canadese, suor Alphonsine Basque. La difficoltà più grande da affrontare per lei era l’apprendimento del francese per poter comunicare. In quella casa fu direttrice dal 1960 al 1965 e dal 1968 al 1969.
Suor Vickie, come era chiamata, trascorse poi molti anni anche in California, Louisiana e Texas, tra i giovani e gli adulti, come catechista, animatrice di oratorio e insegnante. Fu ancora direttrice in diverse comunità, a volte per breve tempo: Paterson, Montreal, Croton-on-Hudson, Watsonville, Passaic. Dal 1980 si dedicò all’insegnamento e alla catechesi nelle case di Marrero, Baton Rouge, S. Antonio e Bellflower. Nel 2012, malata di Alzheimer, fu accolta nella Casa ispettoriale a San Antonio, ma continuò ad evangelizzare i lavoratori, i visitatori e le suore della comunità. Una grave infezione alla cistifellea l’ha portata a concludere la sua vita santa quaggiù e ad entrare serenamente nell’eternità.
Nei suoi appunti autobiografici leggiamo: «Pensando alla mia esperienza di missionaria, devo dire che, per fortuna, le fatiche non sono state molte. Da quando ho scelto di lasciare il mio paese, la forza per andare avanti è aumentata. L’Istituto è stato molto generoso e mi ha dato continue opportunità di formazione personale. Nel frattempo, ho cercato sempre di mantenere viva la mia unione con Gesù. Quando ho lasciato l'Italia per gli Stati Uniti, ho rinnovato la mia decisione di seguire il Signore. Mentre ero sulla nave, guardando la riva perdersi in lontananza, ho purificato le mie intenzioni, proponendomi di fare tutto per Gesù solo. Ho messo la mia vita nelle mani del Padre, non sapendo cosa avrei trovato davanti a me. Ora, dopo tanti anni, posso dire che non sono mai stata abbandonata. La Congregazione salesiana è un miracolo: continua a fare tanto bene in ogni parte del mondo. Più vivo, più mi ritrovo a dire: “Grazie, Gesù, per la mia vocazione, per la mia comunità, per le mie Superiore, per come continui a benedire l’Istituto con nuove vocazioni!». Offriamo per lei, con riconoscenza, una preghiera di suffragio.

L’Ispettrice
Suor Rosann Ruiz

Suor Maria Troncatti (ita - spa)



Canción a Sor María Troncatti - Salesiana Misionera


Beata Maria Troncatti


23 agosto 2018

Beata Suor Maria Troncatti


Monseñor Castriani: "Es necesario que volvamos a una vida sobria si queremos que la Amazonia sobreviva"

AMERICA/BRASILE - Il Vescovo da Silva: “Camminare insieme ci dà forza per costruire nuove vie nell'annunciare il Vangelo”


AMÉRICA/BRASIL - Monseñor da Silva: “caminar juntos nos da fuerza para construir nuevos caminos de anuncio del Evangelio”


Assessores discutem Documento do Sínodo


ASIA/MALAYSIA - Promuovere uno spirito missionario universale, in vista del Mese missionario straordinario del 2019


Istituti missionari nati in Italia: Pregare e riflettere sulla missione ad gentes


19 agosto 2018

Lectio Divina Dom. XX T. O. San Juan (6, 51-58)



La gente se resistía a aceptar a Jesús porque dijo: “He bajado del cielo”. Ellos pensaban que lo conocían y les era imposible aceptar su palabra.
Descubrir a Jesús como el Hijo de Dios no fue nada fácil para sus paisanos. La encarnación suscitó una gran dificultad para los hombres de su tiempo. Hoy tenemos otras dificultades. Las personas se preguntaban: “¿Cómo puede éste hombre darnos a comer su carne?”. No entendían qué había hecho, ni el por qué les decía que tenían que comer su carne.
Ellos conocieron y escucharon a Jesús de viva voz pero no lo reconocían como el Mesías esperado por siglos. ¿Y nosotros, qué tanto lo aceptamos? ¿Qué significa su presencia eucarística en nuestra vida? Este evangelio tiene siete afirmaciones del Señor. Hay que notar que San Juan utiliza el número siete con frecuencia. Estas son el hilo conductor que le dio estructura al discurso eucarístico más importante del Evangelio. Al reflexionarlas nos daremos cuenta de su profundidad.

Seguimiento:

51. Jesús añadió: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que come de este pan, vivirá para siempre y el pan que yo le voy a dar, es mi carne para la vida del mundo”.
52. Esto provocó una fuerte discusión entre los judíos, que se preguntaban: “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?”.
53. Jesús dijo: “Yo les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán vida en ustedes.
54. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día.
55. Mi Carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
56. El que come mi carne y bebe mi sangre vive en mí y yo en él.
57. Como el Padre que me envió posee la vida y yo vivo por él, así también, el que me coma vivirá por mí.
58. Este es el pan que ha bajado del cielo; no como el pan que comieron sus antepasados. Ellos murieron; pero el que coma de este pan, vivirá para siempre”.

I. LEER: entender lo que dice el texto fijándose en cómo lo dice

El evangelio de Juan no nos transmite el relato de la institución de la Eucaristía, sino el significado que ella asume en la vida de la comunidad cristiana.
La simbología del lavatorio de los pies y el mandamiento nuevo (Jn 13,1-35) quieren ser el memorial del pan que se parte y del vino que se derrama. Los contenidos teológicos son los mismos que en los sinópticos.
La tradición cultual de Juan, se puede encontrar en el “discurso eucarístico” que sigue al milagro de la multiplicación de los panes (Jn 6,26-65), un texto que pone en evidencia el significado profundo de la existencia de Cristo, que no tuvo otro fin que favorecer la comunión profunda con su persona.
La referencia al milagro del maná explica la simbología pascual en la que el sentido de la muerte es asumido y superado por la vida: “Sus padres comieron el maná en el desierto y murieron; éste es el pan que desciende del cielo, para que quien lo coma, no muera” (Jn 6,49-50).
Este discurso estaba dirigido a toda la comunidad (cfr Éx 16; Jn 6,31-32); Jesús quiso que fuera comprendiendo el milagro que se daría en su persona y quienes estuvieran dispuestos a vivir con Él y para Él, en profunda comunión.
Él dice a sus seguidores que el pan de la revelación les dará una vida sin ocaso. Quien coma de ese pan vivirá para siempre.
Del pan, Juan pasa a habar del cuerpo: ‘Sarx’. En la Biblia, este término designaba a la persona humana en su frágil realidad y débil delante de Dios; este evangelista habla de la realidad humana del Verbo divino, hecho hombre (Jn 1,14ª) y lo compara con el pan que simboliza la carne misma de Jesús.
El pan eucarístico, el pan de la vida, se identifica con la persona de Jesús (Jn 6,35) y precisa que es dado al hombre por el Padre. El verbo dar es presente; el pan eucarístico, el cuerpo de Jesús, ofrecido por Él mismo con su muerte en la cruz, prefigurados en la consagración del pan y del vino durante la cena, dan la vida de Dios a quien lo coma.
Los judíos, que decían creer en Dios y pretendían saberse las escrituras se escandalizaron al escuchar a Jesús y no aceptaron su palabra.
La celebración de la Pascua, rito perenne que se ha perpetuado de generación en generación, es la fiesta del Señor y memorial de su presencia (cfr Éx 12,14).
La invitación de Jesús a hacer lo que Él ha hecho “en memoria suya”, tiene su paralelismo en las palabras de Moisés, cuando prescribe el recuerdo pascual: “Este día será para ustedes un memorial y lo festejarán” (Éx 12,14).
Jesús dice: “En verdad, en verdad les digo: si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán vida en ustedes”.
Juan, como los sinópticos, haba de cómo Cristo se entregó a la muerte todo Él, dando su cuerpo y su espíritu, para la vida del mundo. Se hizo ofrenda agradable al Padre, por el Espíritu Santo quien obró en Él a lo largo de toda su vida terrena y la plenificó en el acontecimiento Pascual, manantial de vida para todos.
Las palabras de Cristo aseguran que ‘Quien come su carne y bebe su sangre, permanece en Él y viceversa’ (Jn 6,56).
La comunión de vida que Jesús tiene con el Padre se ofrece a todo aquel que coma su cuerpo.
La oferta de la carne y de la sangre de Jesús tiene que ser comprendida para que llegue a la vivencia de fe. Participar en el banquete eucarístico requiere la acción preveniente de Dios y la participación consciente del hombre.
“Como el Padre, que tiene la vida, me ha enviado y yo vivo por el Padre, así también aquél que me come, vivirá por mí”. El acento no se pone sobre el culto como momento culminante y fundamento de la caridad, sino en la unidad del cuerpo de Cristo vivo y operante en la comunidad.
No hay una verdadera liturgia sin amor. “Una eucaristía separada de la caridad fraterna equivale a la propia condenación, porque se desprecia el cuerpo de Cristo que se prolonga en la comunidad”. Jesús mismo dijo: “Lo que hagas a uno de estos, a mí me lo hiciste” (Cfr. Mt 25, 40).
Con la Cena y la Cruz, inseparables, el pueblo de Dios ha entrado en posesión de las antiguas promesas, la verdadera tierra más allá del mar, del desierto, del río, de la tierra donde corre leche y miel está en la obediencia de Cristo y en la de los que con Él y como Él se hacen ofrenda agradable al Padre.

II. MEDITAR: aplicar lo que dice el texto a nuestra vida

En las siete afirmaciones de Jesús se repite la palabra ‘comer’. Esta acción muy humana habla de asimilar lo que se ingiere. El Amén eucarístico manifiesta que quien se acerca a comulgar está dispuesto a vivir en comunión con Cristo.
La primera es una afirmación con una expresión en condicional. “Si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán vida en ustedes”.
¿Cómo podemos hacer nuestro este ideal? Comer a Cristo es vivir con Él y de Él… Todos tenemos hambre de Él, de su Palabra, de su presencia. Estar con Él y vivir de Él es hacer comunión con su persona… La comida es esencial en la vida del ser humano. ¿Sentimos que Cristo Eucaristía es esencial en nuestra vida?
La segunda afirmación es positiva: “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día”.
Si vivimos en alianza con Cristo Jesús tendremos vida eterna, estaremos con Él y con Dios Padre, en comunión con su Espíritu, para siempre jamás. De qué nos serviría ganar en esta vida honores, bienes materiales, y todo lo que da placeres, que hoy son y mañana se acaban… ‘De nada’. Comulgar es hacer camino hacia la eternidad. ¿Somos conscientes de lo mucho que tendremos comiendo su cuerpo y bebiendo su sangre? ¿Nos empeñamos en hacer realidad esa alianza que nos encamina al cielo?
En la cuarta afirmación vuelve sobre el mismo concepto con una proposición bellísima que habla ahora de la alianza. “El que come mi carne y bebe mi sangre vive en mí y yo en él”. La quinta se basa en una comparación: “Así como el Padre que me ha enviado posee la vida y yo vivo por Él, así también el que me coma vivirá por mí”. La naturaleza de la alianza entre el discípulo y el Maestro viene de la comunión del Padre y del Hijo porque comulgar es hacer viva alianza con Cristo y en Él con la Trinidad.
¡Qué importante es comprender las consecuencias de la Alianza con Cristo y con su Padre, en el Espíritu Santo! ¡Qué distinta será nuestra vida si somos conscientes de lo que es y pide comulgar recibiendo en la Eucaristía a los TRES!… Nuestra vida se diviniza y nuestra humanidad se eterniza en Dios Padre, en Dios Hijo y en Dios Espíritu Santo.
La sexta afirmación es muy significativa. Jesús dice: “Este es el pan que ha bajado del cielo, no como el pan que comieron vuestros antepasados, ellos murieron”. En la séptima afirmación, la más vibrante, dice: “El que coma de este pan, vivirá para siempre”. Jesús es el verdadero pan que da la vida eterna.
Vivimos de lo que recibimos y este pan tiene que ser comido. Comerlo significa no solamente asimilarlo como palabra y como ejemplo, como modelo de vida, sino asimilarlo como víctima ofrecida en sacrificio por cada uno de nosotros. Comulgando entramos en una misteriosa comunión con Cristo Jesús y en Él, con su Padre y con el Espíritu Santo.
A Jesús hay que comerlo. No basta únicamente con mirarlo. Cuando comulgamos encarnamos el sentido de la muerte y resurrección de Cristo, estamos comulgando su cruz. Al asimilar a Cristo nos hacemos Cristo crucificado para los demás, siendo capaces de dar en Él, por Él y con Él la vida como Él nos la da.
Comulgar es encarnar el sentido de la muerte y resurrección de Cristo, el acto salvífico por excelencia.
Si comulgamos nos llenamos del poder y de la fuerza de la cruz para hacernos unos con Él, y ser capaces de dar la vida de manera misteriosa y real, uniéndonos a su sacrificio redentor, a su muerte, entregándonos como Él se entregó por nosotros y por todos sus hermanos.
Si comulgamos a Cristo conseguiremos una vida en plenitud, pero comer la Hostia consagrada nos pide asumir sus actitudes vitales, sobre todo el mandamiento del amor; si amamos de verdad a nuestro prójimo tendremos vida y la favoreceremos en nuestro ambiente.

III. ORAMOS nuestra vida desde este texto

Padre Bueno, que comprendamos que estamos hechos para vivir en comunión con Cristo Jesús, tu Hijo. Que descubramos día a día qué importante es comulgar su Palabra y su Cuerpo y su Sangre, para adherirnos a Él, para acogerlo, asimilarlo y hacernos uno con él.
Que como Pablo y todos los santos vayamos siendo capaces de vivir en una verdadera comunión, (Cf. Gál 2,20), extendiendo la salvación que Él nos ha traído. Haz que sepamos aproximarnos a Él, como Él se ha aproximado a nosotros, amándonos de verdad, para vivir en comunión. ¡Así sea!

7 agosto 2018

Infância e Adolescência Missionária - Inspetoria N. S. Aparecida (Porto Alegre - Brasil)



Parabéns, Ir. Lurdes Paoletto, pelo envolvimento das crianças e das famílias.
É assim que cresce o espírito missionário!








(Recife - Brasil). Estudo e aprofundamento do Primeiro Anúncio














Dalla Patagonia

Carissimi, e il tempo corre veloce… non come le mie gambe che sentono gli anni… ormai 36 per gamba! Cammino veloce con il bastone perché la casa è grande e le attività penso proprio che, come in tutte le case salesiane siamo al ritmo: Pane, Lavoro e Paradiso
5 di agosto festa dell'Istituto per la nostra cara Argentina! Ma per ben tre SORELLE della comunità è la festa della nostra consacrazione al Signore nell'Istituto delle FMA. E son 52 anni che vivo "SEMPRE FELICE" la mia vocazione come FIGLIA DI MARIA AUSILIATRICE. Per Sr. Severina sono 63 e per Sr Ewa sono 28. Grandi cose ha fatto il Signore per noi… e continua senza sosta.
Vi racconto: Stiamo vivendo un inverno particolarmente rigido; alle poche nevicate si sono accumulati gli strati di gelo e, sia per le macchine, sia per i mezzi pubblici, sia per coloro che camminano per le strade le precauzioni sono all'impossibile… Non sto a descrivere le strade del Barrio San Benito! Sembrano letteralmente fiumi di fango: gelo e terra fangosa ovunque. Quando percorro queste strade piene di buche, per raggiungere i nostri fedeli, sempre recito: Grazie Signore che al Barrio veniamo due volte alla settimana! Ma la povera gente che vive in questa realtà deve fare i conti: con i ragazzi da accompagnare a scuola, con la realtà dell'ospedale e dei vari servizi, quelli medici, quelli sociali; quelli familiari che non sono presenti nel Barrio! Ed è gente coraggiosa e perseverante. Loro sì che percorrono queste strade più volte al giorno…
Nelle vacanze d'inverno che corrispondono all'ultima quindicina di luglio, non avendo l'opportunità di invitare i ragazzi per la catechesi, li abbiamo invitati per l'oratorio. Con queste strade, anche quelli che non frequentano la catechesi sono venuti. Erano un bel gruppetto… quando venne Laila, una ragazzina di otto anni, varcò la porta del trailer e per prima cosa mi disse: “Per la strada sono entrata in una buca profonda e ora ho uno stivale pieno di fango”. Naturalmente io con una Mamma ci siamo preoccupate e rapidamente abbiamo liberato le gambe dalla morsa del fango. Non avendo acqua (come ben sappiamo) abbiamo asciugato i poveri piedi intirizziti con uno straccio del pavimento e velocemente li abbiamo avvolti nel mio grande scialle di lana. Poi un'altra Mamma è corsa al Tempio per vedere se nel deposito degli indumenti dei poveri ci fosse qualcosa di opportuno per la piccina. Ritornata nel trailer con scarpe da ginnastica e calzine di lana, a Laila non pareva vero di indossare tutto e correre a giocare con gli oratoriani.
In questo tempo di freddo glaciale terminiamo sempre le nostre attività di catechesi o oratorio con un buon mate o con una gustosa cioccolata calda. Tutto si prepara in casa e si trasporta al barrio in grossi thermos… per la delizia dei cuori e dei corpi.
Sempre per la costruzione del Tempio di San Benito qualcosa si sta muovendo: una commissione di lavoro ha dato il via per poter collegare la rete dell' acqua della città e entrare nel tempio… poi si costruiranno i primi due bagni. Così iniziano i lavori per vedere qualcosa di concreto.
Si continua a Celebrare la Messa alla domenica "al freddo e al gelo" e la gente viene con gran fede e coraggio, molti sono i ragazzini che prestano per il servizio all'altare e per la lettura del Salmo responsoriale alla Messa sono sempre presenti e vivacissimi. È una meraviglia vederli… riscalda il cuore anche se le membra sono intorpidite dal freddo. …. Immancabilmente abbiamo la presenza dei cani della strada che vengono a cercare qualche angolino per ripararsi dal freddo. Passeggiano tranquillamente per ogni dove, e sono sensibili alle nostre preghiere: uno è particolarmente devoto perché più di una volta segue le nostre voci con uno strano lamento che assomiglia moltissimo al pianto di un bebè! Una vera comica questo strano verso e… dentro la preghiera devota dei fedeli…
Ora siamo in procinto del cambio di guardia… ossia il nostro amato Vescovo Mons. Miguel Angel D'Annibale ha avuto la nomina da Papa Francesco come Vescovo di San Martin, alla periferia di Buenos Aires… e il primo di settembre già si insedierà nella nuova realtà episcopale. Per ora non si hanno notizie del nuovo Vescovo per la nostra super vasta diocesi di Río Gallegos. Nella prossima lettera che vi scriverò vi dirò in merito.
Bene! E queste sono le ultime notizie… C'è da rallegrarsi perché la Chiesa di Dio è piena di speranza e di futuro. Seguiamo con trepidazione i nostri 8 Catecumeni tutti adulti Papà e Mamme che prossimamente riceveranno i Sacramenti dell'iniziazione cristiana…
E la benedizione di una Missionaria quasi alla fine del mondo, raggiunga ciascuna famiglia e comunità.
Alla prossima… E ricordate di pregare molto per i missionari, le missionarie perché il Regno di Dio si diffonda e produca frutto in tutti i cuori.
E quando potete ricordatevi di inviare qualche goccia di Euro per il TEMPIO di SAN BENITO.
Sr. Paola feliz FMA

LECTIO DIVINA - Dom. XIX T. O. San Juan (6, 41-51)



Jesús dijo a la gente: “Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió y yo lo resucitaré en el último día”.
Todos buscamos satisfacer nuestras necesidades básicas; saciar el hambre es una de ellas. Jesús se identificó con el pan, muchas veces compartido en nuestra mesa; dijo ser un pan muy especial, distinto al que degustaron algunas generaciones en el desierto, que comieron el maná y murieron.
Jesús dijo que el pan bajado del cielo, ofrece vida eterna y que el que coma de ese pan, no morirá. El pan vivo es Jesús. No es como los alimentos que comemos y asimilamos, sino que Él nos hace como Él es. Al comerlo saciamos el hambre de Dios y la sed de sentirnos vitalizados por su Palabra.
La Eucaristía anticipa la gloria celestial: «Partimos un mismo pan, que es remedio de inmortalidad, antídoto para no morir, sino para vivir en Jesucristo» (San Ignacio de Antioquía).
La comunión con Cristo resucitado nos va acostumbrando a pedir, a recibir y a asumir nuestra condición de hijos de Dios; sólo estando unidos a Él sentiremos que nuestra vida se siente satisfecha.
El pan vivo no sólo nos hace vivir más allá de nuestra muerte física, sino que nos da ya vida en este mundo» (Jn 6,51). El designio del Padre es que vivamos en la fe y en el amor. ¿Somos capaces de responderle libre y personalmente a ese plan que ha querido llevar a cabo al hacerse nuestro alimento?

Seguimiento:
41. Los judíos comenzaron a murmurar de él, porque había dicho: “Yo soy el Pan que ha bajado del cielo”
42. Decían: Este en Jesús, el hijo de José. Conocemos a su padre y a su Madre ¿Cómo se atreve a decir que ha bajado del cielo?
43. Jesús respondió: No sigan murmurando.
44. Ninguno puede venir a Mí, si el Padre que me envió, no lo atrae; y Yo lo resucitaré en el último día.
45. Está escrito en los profetas: "Serán todos enseñados por Dios". Todo el que escuchó al Padre y ha aprendido, viene a Mí.
46. No es que alguien haya visto al Padre, sino Aquel que viene de Dios, Ese ha visto al Padre.
47. En verdad, en verdad, os digo, el que cree tiene vida eterna.
48. Yo soy el pan de vida.
49. Sus padres comieron en el desierto el maná y murieron.
50. He aquí el pan, el que baja del cielo para que uno coma de él y no muera.
51. Yo soy el pan, el vivo, el que bajó del cielo. Si uno come de este pan vivirá para siempre, y por lo tanto, el pan que Yo daré es mi carne, para que el mundo tenga vida”. 

I. LEER: entender lo que dice el texto fijándose en cómo lo dice
De aquí en adelante, los líderes judíos empezaron a discutir con Jesús. Murmuraban: "¿Este no es el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo dice que bajó del cielo?" (Jn 6,42).
Ellos pensaban conocer las cosas de Dios. En realidad no las conocían. Si fueran realmente abiertos y fieles a Dios, sentirían dentro de sí el impulso de ir a Él y a su Hijo, Cristo Jesús y reconocerían que Él vino de Dios, ‘Porque estaba escrito en los Profetas: ¡Todos serán instruidos por Dios'. Todo aquel que escucha al Padre y recibe su instrucción, viene a mí”.
Los judíos recordaban el pan del desierto en la pascua. No se trataba tanto de hacer recuerdo del maná caído del cielo, sino de aceptar a Jesús como el nuevo pan, que podía dar Vida y que invitaba a seguir el camino que él les había enseñado.
No se trata de comer la carne del cordero pascual, sino de comer la carne de Jesús, para que no perezca aquel que la come, sino que tenga vida eterna.
Jesús terminó diciéndoles: "Yo soy el pan de vida bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre y el pan que yo les voy a dar, es mi carne para la vida del mundo".
Hoy somos convidados a comer el nuevo maná y el nuevo cordero pascual, que es Jesús mismo, quien se entregó en la Cruz para que todos tengamos vida.
La multiplicación de los panes sucedió cerca de la Pascua Judía (Jn 6,4). Esta fiesta era memorial del Éxodo, la liberación del pueblo del faraón y sus actitudes opresoras.
El episodio narrado en el capítulo 6 del evangelio de Juan, tiene un paralelo en los episodios relacionados con la fiesta de pascua, tanto con la liberación de Egipto como con su recorrido por el desierto.
El Discurso del Pan de Vida, hecho en la sinagoga de Cafarnaún, está relacionado con el capítulo 16 del libro del Éxodo, que habla del Maná. Vale la pena leer el capítulo 16 del Éxodo.
Al comprender las dificultades que el pueblo pasó en el desierto, entenderemos mejor las enseñanzas que Jesús dio en el capítulo sexto del evangelio de San Juan.
Cuando habló del alimento que perece (Jn 6,27), se refería al maná, que se llenaba de gusanos, echándose a perder (Ex 16,20). Cuando los judíos murmuraban (Jn 6,41), hicieron lo mismo que los israelitas en el desierto, cuando dudaban de la presencia de Dios en medio de ellos. (Es 16,2; 17,3; Núm 11,1). La falta de alimentos hacía que la gente dudara de Dios y murmurara de Moisés.
Los judíos dudaron que Dios estuviera en Jesús de Nazaret (Jn 6,41-42). Él se había presentado como el “Pan de Vida” (6,35) y había dicho claramente que su tarea era “dar vida”, la vida que el Padre le había dado a Él primero.
El evangelista hace notar que los oyentes no comprendieron que el término ‘pan’ era sinónimo de ‘Palabra’, identificada con Jesús, y que la escucha, se convertía en invitación a estar con Él; el término ‘asimilación’, era lo mismo que decir nutrición; y ‘vida’, en resurrección.
Por lo tanto, en Juan 6,41-51, la expresión ‘Pan de la Vida’, significa ante todo ‘Palabra que hay que acoger’ y encarnar’, el verdadero sentido del “Pan de vida es ‘ser alimento’ necesitado por todos.
Los términos de este pasaje nos muestran que la Eucaristía -“Pan vivo bajado del cielo”- acogida en el hoy de nuestra fe, nos coloca de manera permanente frente a la gran riqueza de la persona de Jesús y de la totalidad de su obra en el mundo

II. MEDITAR: aplicar lo que dice el texto a nuestra vida
Jesús utiliza dos imágenes cotidianas, y a la vez fuertes, para expresar lo que sucede en el encuentro con Él: Quien lo coma “no pasará hambre y nunca tendrá sed”. En Jesús la vida encuentra una nueva satisfacción porque Él es la repuesta a lo que está en el fondo de todas las búsquedas.
¿Qué hacemos cuando tenemos hambre? Buscamos cómo saciarla y si tenemos sed bebemos; el agua o los líquidos nos la calman. La dinámica de la fe también nos lleva a calmar el hambre y la sed de Dios que todos tenemos muy dentro de nuestro ser.
Sin Dios podemos sobrevivir más o menos”, y también vegetar, sintiéndonos como en un campo de batalla indeseable, donde nos derrotan las soledades y las frustraciones. Pero cuando estamos en comunión con Dios nuestra vida se convierte en una aventura llena de emoción y de paz.
Cuando se conoce a Jesús y, por Él y desde Él a Dios, ya no se sufre hambre espiritualmente hablando. El corazón inquieto encuentra su reposo, el corazón hambriento se halla colmado en sus más profundos deseos.
La frase sobre el hambre y la sed que se sacian definitivamente, nos muestra el toque de eternidad que tiene el momento presente. Cada instante de nuestra existencia es verdaderamente vida si está lleno de Dios. ¿Cómo aprovechamos la oportunidad que tenemos de comer el pan que Él nos da día a día?
Si comulgamos, nuestra vida está segura más allá de la muerte. El último día, cuando nuestro presente histórico termine, no caeremos en el vacío, porque la muerte no es carencia, hambre y sed de vida, sino plenitud, porque –en última instancia, – la vida está en Dios (Cfr. Juan 1,4).
El evangelio ha dejado claro que la comunión con Dios sólo es posible por medio de Jesús y por eso, Él es “pan” imprescindible para la vida en Dios. Sin Él nunca habría sido posible y lejos de Él sería imposible. La relación con Jesús, no es como cualquiera otra relación
¿Cómo podremos entrar en relación con Dios? ¿Qué ha hecho Jesús para ayudarnos a crecer en su amistad?
Venir a Jesús es lo mismo que creer en Él. Con estos términos se describe la fe como una dinámica relacional, como un acudir a Él mediante sucesivos acercamientos. Lo vemos cara a cara en la Sagradas Escrituras, en la Eucaristía, en los hermanos, pero creer es más que verlo. Es preciso acercarse a Él, dar el paso de la fe, hacerlo nuestro amigo, estrechar las relaciones, porque venir a Jesús conlleva mucho más que una presencia física inerte.
¿Qué pruebas tengo de que creo en Jesús? ¿Quiero ser más amigo suyo? ¿Cómo y cuándo me acerco a Él? ¿Qué significa para mí y para los míos comulgar? Si “creer” en Jesús es más que verlo, ¿cómo es mi fe en Él, y a qué me lleva?
La vida que Jesús ofrece es directamente proporcional a la relación con Él. La dinámica de la fe es similar a la de la búsqueda del alimento. Los horizontes del corazón se abren en la medida en que se ahonda la intimidad con el Señor.
¿En qué momentos de mi vida he sentido más hambre de Dios? ¿Cómo la he podido saciar? ¿Qué hago por tantos hermanos que están hambrientos de la vida que Dios nos ofrece, para ir adelante a pesar de las muchas dificultades que podamos tener?

III. ORAMOS nuestra vida desde este texto
Padre Bueno, que sepamos saciar nuestra hambre de infinito, no con cosas que hoy son y mañana se acaban, sino buscando a tu Hijo, que quiso hacerse nuestro alimento y nos sacia de verdad.
Él nos ha amado tanto, que quiso vivir con nosotros e ideó cómo fortalecer la comunión con todos sus hermanos. Que no lo miremos a distancia, sino que nos aproximemos a Él, agradeciendo todo lo que hizo para acercarse a nosotros.
Que nuestra vida se fundamente en Él; que nuestro ser arranque y crezca en un impulso de libertad y de amor para con todo lo que es tuyo, viviendo en comunión. Que seamos muy felices, gozando de la comunión que Ustedes viven y nos proyectan y la compartamos con los que nos rodean, con Cristo Jesús, tu Hijo Único y con su Espíritu Santo. ¡Así sea!