16 novembre 2018

¡TESTIMONIO MISIONERO EN PRIMERA PERSONA!


AUGUSTO BRAVO 

Antes de comenzar, me gustaría que nos preguntáramos... ¿Qué es misionar? Una conocida respuesta diría que misionar es transmitir el evangelio, y así es; en nuestra experiencia, misionar es a través del contacto con el otro, a través de obras concretas. 

El fin de semana del 11/10 al 14/10 con el nuevo Grupo Misionero de la Santa Cruz de Bernal compartimos y vivimos el evangelio, para nosotros, entre nosotros y con nuestros pares del María Auxiliadora de MDQ. 

La primera noche tuvimos la suerte de vivir una experiencia fuerte para nosotros, formar parte de la noche de la caridad, una noche en la que se lleva un plato de comida a personas que viven en situación de calle. Ver la cantidad de gente que se acercaba a nosotros para que le diéramos de cenar, fue replantearse y revalorizar muchas cosas de nuestra vida.

A la mañana siguiente fuimos al desayunador de Caritas, que funciona en base a donaciones y el esfuerzo de los colaboradores que llevan adelante este espacio; espacio compartido con las mismas personas de la noche anterior. Durante la noche de ese día, tuvimos una convivencia con los grupos misioneros del María de MDQ donde nos dimos un momento para nosotros, no solo para conocernos, compartir experiencias, si no darnos cuenta de que chicos como nosotros hay en todos lados, y que realmente pequeñas personas, con pequeñas acciones, pueden hacer grandes cambios. 

Al día siguiente vivimos otra experiencia significativa para nosotros, el "Oratorio Alegría Regional", que es reflejo del oratorio de Don Bosco. Un oratorio que vive en la realidad de los chicos que más lo necesitan, que se deja interpelar por esta realidad y que da una respuesta a ella. 

Nuestra última noche la vivimos como comunidad; reflexionamos, sentimos, pensamos y compartimos sobre lo vivido, concluyendo que esta experiencia misionera no puede ser una experiencia más, tiene que servirnos de impulso para mejorar y hacer algo por nuestra realidad. Y eso es lo que buscábamos, darnos cuenta de que no hace falta irse muy lejos para dar una respuesta a una realidad que también tenemos en nuestro barrio. Entendiendo que, para misionar, es necesario misionar en casa, en familia, en comunidad, pero principalmente, misionarnos a nosotros mismos. 

Estamos contentos, renovados y agradecidos con la comunidad del María Auxiliadora de MDQ que supo ser casa para nosotros, así como es la nuestra en Bernal. ¡Ahora, nos toca seguir pensando junto a Jesús y María cual va a ser nuestro camino a seguir, y aprovechar este impulso que ellos nos dieron!


Augusto Bravo de 21 años, estudiante de física, trabaja en el Colegio del María Auxiliadora de Bernal y en esa comunidad de Animador de Oratorio y Coordinador del Grupo Misioner.
Inspectoria Argentina - Buenos Aires (ABA)



 

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