25 agosto 2013

Beata Sr. Maria Troncatti

Hoy, como Iglesia, celebramos la fecundidad de la siembra evangelizadora de ayer de valientes misioneros y misioneras que trajeron la Buena Noticia a esta tierra amazónica. Acontecimiento que nos compromete a seguir caminando en las huellas de Jesucristo enviado del Padre a evangelizar a los pobres.

25 de agosto, Beata María Troncatti. Aunque no es posible celebrarla litúrgicamente, porque coincide con el domingo, se celebra este año la primera Memoria litúrgica de la Beata María Troncatti, Hija de María Auxiliadora (FMA), beatificada el 24 de octubre de 2012 en Macas (Ecuador).
Nacida en Corteno Golgi (Brescia) el 16 de febrero de 1883, creció en una familia numerosa. Asidua a la catequesis parroquial y a los sacramentos, espera a ser mayor de edad antes de solicitar la admisión en el Instituto de las FMA e hizo su primera profesión en 1908 en Nizza Monferrato. En la Primera Guerra Mundial (1915-1918) trabaja como enfermera en el hospital militar: una experiencia que le será muy valiosa más tarde. Parte para el Ecuador en 1922, y es enviada entre los indígenas Shuar, donde comenzó la difícil tarea de la evangelización: Macas, Sevilla Don Bosco, Sucúa son algunos de los "milagros" de la aún próspera acción de Sor Troncatti. Su obra por la promoción de la mujer Shuar florece en centenares de nuevas familias cristianas, formadas por primera vez en la libre elección de jóvenes esposos. Murió en un trágico accidente aéreo en Sucúa el 25 de agosto de 1969.
Que su testimonio de vida nos ayude hoy a ser signos creíbles de amor y entrega a los hermanos, dejándonos conducir por Jesucristo, Señor de la vida. Que los cristianos renovemos el compromiso de adhesión a Cristo, para revitalizar y re-encantar nuestra opción por Él y por el anuncio de la Buena Noticia del Reino.
Que de la mano de sor María Troncatti y estimulados por el ardor misionero, testimonio de vida para todos, podamos tener la audacia que da el amor, para asumir la misión de Jesús, prestando atención especialmente a los pobres y excluidos.

Oración

Padre misericordioso, que, por obra del Espíritu Santo, has suscitado en la Beata María Troncatti, virgen, una materna caridad para anunciar a Cristo a los pueblos, concédenos, por su intercesión, ser instrumentos de reconciliación y de paz, para que todos alaben tu santo nombre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén 

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