Jesús Bastante).- "Vida
evangelizadora y evangélica" es el lema de la 41 Semana Nacional de
Vida Religiosa, que este martes arrancó en el Colegio Calasancio de Madrid. Un encuentro que congrega a más de
medio millar de religiosos y religiosas de nuestro país, congregados al
comenzar la Pascua en un ambiente muy lejano al que se suele vivir en otros
congresos, igual de sesudos pero mucho más "oscuros". En el
Calasancio, hubo muchos saludos, conversaciones y abrazos. No serán muchos,
pero los religiosos y religiosas están, sin duda, muy bien avenidos.
Abrió
las jornadas el Nuncio de Su Santidad, Renzo Fratini, quien hizo una
llamada a la nueva evangelización, "ante los fuertes desafíos del mundo
actual, la secularización". "Hay una gran necesidad en toda la
Iglesia de redescubrir el gozo de la evangelización, para llegar a ser una
comunidad con celo misionero", apuntó, "porqueen la Iglesia o somos
misioneros o no somos". Una misión para la que, en opinión del
representante papal, es imprescindible la vida religiosa en su
"radicalismo evangélico".
Al
tiempo, les pidió "ser capaces de ofrecer a las nuevas generaciones la
educación en la fe, en el seguimiento y el testimonio, ayudando a entrar en una
relación viva con Cristo y con el Padre", especialmente en la educación.
En este punto, Fratini pidió a la escuela que "ayude a descubrir la
fe".
"El
protagonismo no es nuestro, sino de la palabra de Dios", proclamó
Frattini. Una palabra que se sustenta "en la Iglesia". "Siempre
un testimonio auténtico de vida será apreciado por todos" insistió,
destacando cómo los "auténticos carismas" han logrado
"adaptarse" a las circcunstancias del tiempo y de las personas, ya
fuera al servicio del Magisterio, la educación, las obras de caridad o la
predicación. "Todo carisma está al servicio de la misión universal".
"La
aportación de la vida religiosa tiene una gran actualidad, y todos nosotros
estamos agradecidos por la aportación de los religiosos en la Iglesia",
añadió el Nuncio.
Por su parte, el rector de la
Upsa, Ángel Galindo, se mostró convencido de "la gran labor que que
los religiosos realizan por la sociedad" y "el gran valor de su
experiencia"."La vida religiosa es el alma de una vida evangelizadora
auténtica", señaló, insistiendo en la necesidad del compromiso diario por
la Iglesia y por el mundo que nos ha tocado vivir. La respuesta cristiana ante los retos
de hoy, añadió Galindo, "está basada en el compromiso y la opción
fundamental por el Señor". "El cristiano ha de ser un testigo de la
esperanza".
Para Elías
Royón, presidente de Confer, es imprescindible que la vida religiosa continúe
en búsqueda sobre cuál es su misión evangelizadora en la Iglesia de hoy,
siempre buscando el equilibrio y la audacia.
Finalmente, Manuel
Tamargo, provincial de los claretianos de Santiago, dio la bienvenida a los
participantes a esta Semana Nacional de Vida Religiosa. Tamargo destacó el
evento, "uno de los más importantes de la vida religiosa en España",
y recordó la "presencia del Resucitado. Que la Vida que Él nos ofrece sea
vida evangélica y evangelizadora". Seguidamente, Bonifacio Fernández,
director del ITVR, ofreció una breve presentación de las jornadas.
Tras
los saludos, vino la primera conferencia, impartida por Santiago Guijarro.
El decano de la Facultad de Teología de la Upsa abordó en una precisa
intervención el modo de "evangelizar en labios de Jesús",
en la que advirtió "una relación de continuidad entre la actividad de
Jesús, el envío prepascual a los discípulos y la misión universal posterior a
la pascua", en la que ahora nos encontramos. La "nueva evangelización"
puesta, hoy, al servicio de una sociedad cada vez más apartada pero al tiempo
más necesitada de la palabra y el modelo de los primeros evangelizadores, como
se encargó de recalcar Guijarro.
"No
es la vida religiosa la que hace la misión, sino la misión la que hace a la
vida religiosa", se podía leer en el programas de las jornadas, que serán
clausuradas este sábado por el cardenal brasileño Joao Braz de Aviz, prefecto
de la Congregación de CIVCSVA. El objetivo en estos días, pues, no es otro que
"ver cómo la misión evangelizadora configura la vida religiosa como vida
auténticamente evangélica". En ello estamos.
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